Muy habitualmente, se señala de manera muy crítica el comportamiento lingüístico de los periodistas deportivos cuando estos no dudan en emplear términos y expresiones procedentes de otros idiomas, sobre todo del inglés, para describir situaciones del juego en las crónicas de las competiciones. La sobreabundancia de extranjerismos, es verdad, es un rasgo singular del lenguaje periodístico del deporte, si bien es cierto que esas palabras extranjeras están enraizadas en el origen mismo de los deportes y sus primeros reglamentos, en su gran mayoría forjados en países anglosajones.
Aunque el uso de muchos anglicismos puede tener, por tanto, una explicación etimológica, los mecanismos de la lengua para acoger estos préstamos han sido diversos, según los periodos históricos, en función de la implantación en los diferentes territorios del idioma español e incluso según las modalidades de las que hablemos y su grado de popularidad. En unos casos la dinámica del idioma y de los actores deportivos condujeron a una mayor hispanización de términos, en otros prevalecieron los calcos y el empleo de voces originales que acabaron expandiéndose en su uso entre practicantes, aficionados y periodistas.
Pero el debate prevalece no ya solo entre los más puristas y los más pragmáticos de la lengua, sino también entre los periodistas, que frecuentemente han de debatirse entre dualidades, esto es, entre emplear como primera referencia en una noticia una voz inglesa, que puede ser la más conocida y utilizada por muchos aficionados, o hacerlo mejor con la equivalencia en español, la más recomendada si nos expresamos en español. El diccionario académico en cuanto a los significados y la Ortografía en cuanto a la escritura de estas palabras, adaptadas o no al castellano, proporciona respuestas, aunque no siempre resultan suficientes.
Por este motivo, el alumbramiento de diccionarios terminológicos y de uso especializado, como el que aquí presentamos a continuación, ha de ser muy bien recibido. Dos especialistas, Jesús Castañón y Félix Rodríguez, han publicado el Diccionario de anglicismos del deporte, una obra que, con más de 2.100 entradas, documenta lo que ha sido la historia de las palabras deportivas que han ido llegado a nuestro idioma del inglés a lo largo de décadas.
Como señala Álex Grijelmo en el prólogo de la obra, este diccionario ofrece un "catálogo exhaustivo" de explicaciones sobre el uso de una terminología con voces extranjeras que a veces resulta confusa para el aficionado por las contradicciones que se dan en los medios de comunicación a la hora de resolver el dilema: "los narradores y los comentaristas deportivos se enfrentan hoy a dos posibilidades: en aras de una supuesta precisión o por una imaginaria intraducibilidad, mantener el léxico que les llega de lejos, y que difícilmente entienden y reproducen los receptores de los mensajes; o adaptarlo y traducirlo para una mejor comprensión de todos".
Sea como fuere, Castañón y Rodríguez proponen un texto esclarecedor que compendia y explica las palabras deportivas, desde las voces primigenias de principios de siglo XX hasta las aparecidas en tiempos recientes, procedentes del inglés, su lingua franca. Como aseveran los autores, "referirse a anglicismos deportivos casi equivale en el mundo de hoy a hablar de terminología deportiva". Dada la gran cantidad de modalidades y competiciones que existen, el diccionario se limita a recoger expresiones ligadas a deportes integrados en alguna asociación o federación deportiva internacional reconocidos por el Comité Olímpico Internacional.
Algunas particularidades
La lectura reposada de este texto permite conocer detalles de definiciones y curiosidades sobre el empleo de determinadas voces. A continuación, mostramos algunas de ellas:
. aprochar: practicar un approach o golpe de aproximación (golf).
. burpee: "Forma de entrenamiento que favorece la agilidad y la coordinación de movimientos mediante la alternancia de intervalos de alta exigencia con periodos de descanso de manera intermitente. Debe su nombre al psicológo norteamericano Royal Huddleston Burpee y que fue aplicado por la Armada y la Marina de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial en pruebas de agilidad y destreza".
. derbi: en fútbol tiene dos acepciones: "encuentro deportivo entre dos equipos de una misma ciudad o región" (derbi local) o "encuentro importante entre dos equipos entre los que existe gran rivalidad" (clásico).
. esmasar: realizar un smash (tenis).
. esports o e-sports: deportes electrónicos.
. graining: degradación que sufre la superficie de una neumático (automovilismo).
. insider: centrocampista que realiza desdobles en defensa y busca el juego de ataque por la banda (fútbol).
. passing shot o passing-shot: golpe rápido que permite colocar la pelota fuera del alcance del jugador contrario cuando este juega en red (tenis).
. pick and roll: movimiento ofensivo en el que un jugador bloquea a un contrario para que uno de sus compañeros de equipo se deslice por detrás del defensor y reciba el pase del balón (traducción: bloqueo y continuación) (baloncesto).
. snowboard: sinónimos: surf de nieve o tablanieve.
. wildcard o wild-card: tarjeta de invitación que en ocasiones se entrega a un jugador para que pueda participar en una competición de forma extraordinaria (traducción: admisión por invitación o invitación) / semifinal (fútbol americano).
Además del glosario terminológico, este libro ofrece una valiosa e interesante lista de referencias bibliográficas de estudios y obras sobre anglicismos y lenguaje deportivo, además de un apéndice sobre aspectos ortotipográficos de la escritura de estas palabras, como el uso de mayúsculas y minúsculas o el empleo de cursivas, abreviaturas y siglas.
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