Uno de los ámbitos informativos donde más claramente se pone de manifiesto la mezcla continua de noticias con versiones de hechos no confirmados es el periodismo deportivo que versa sobre fútbol. Una de las principales razones que explican esto tiene que ver directamente con la naturaleza de su cobertura y la manera de confeccionar la agenda temática dentro de esta especialización periodística, orientada al ámbito masculino y en su mayor parte focalizada en una reducida nómina de clubes y jugadores del fútbol profesional. Normalmente la futbolización de la información deportiva trae consigo una sobrecarga informativa de los mismos temas que hace cada vez más difícil separar el ruido de las verdaderas noticias.
Este es precisamente el caso de las coberturas que realizan los medios del mercado de fichajes, que se abre en dos periodos al año (invierno y verano) en las principales ligas de fútbol europeas. La ecuación parece sencilla: el calendario se queda vacío de competiciones y los medios deportivos han de cubrir unas necesidades de espacio y tiempo para llevar a los aficionados la última hora de su equipo favorito.
Sin embargo, la desinformación en las noticias de fútbol no solo es una cuestión generada por unos medios que la airean, sino también por unas fuentes que contribuyen a que se produzca y unas plataformas como las redes sociales que ayudan a que se expanda. Como señala Rory Smith, normalmente los rumores publicados sobre fichajes son “historias diseñadas para que calen con facilidad en un entorno explícitamente partidario” en el que los fans quieren creer que son ciertos independientemente de su grado de veracidad.
Nueva investigación: hallazgos
A este respecto, acaba de ver la luz el estudio 'Football Misinformation Matrix: A Comparative Study of 2020 Winter Transfer News in Four European Sports Media Outlets', publicado por la revista académica Journalism and Media. Este artículo se basa en un análisis de contenido de las ediciones digitales y cuentas de Twitter de cuatro redacciones deportivas europeas de reconocido prestigio (The Guardian Sport, Marca, A Bola y La Gazzetta dello Sport) y sus respectivas coberturas informativas de los mercados de fichajes de invierno en 2020, el último prepandémico, en las ligas inglesa, española, italiana y portuguesa. Estos son los principales hallazgos de este estudio:
1) Los medios deportivos europeos suelen publicar más rumores y contenidos no verificados que noticias sobre fichajes ya cerrados o confirmados en su cobertura habitual del mercado de traspasos en el mundo del fútbol.
2) La mayor parte de los rumores publicados sobre el mercado invernal de 2020 se basaron en informaciones suministradas por fuentes anónimas, presumiblemente interesadas, y en datos inexactos o fuera de contexto, que resultan confusos para las audiencias.
3) Pese a la cantidad de informaciones inexactas publicadas, una importante proporción de los rumores finalmente acabaron siendo noticia confirmada por los clubes, lo que incrementó el índice final de acierto de estos medios en su cobertura.
4) La desinformación en la cobertura sobre fichajes de fútbol es mayor cuando los medios se ocupan de los clubes más importantes y sus respectivos futbolistas, a los que dedican un seguimiento más actualizado en redes sociales para atraer audiencias, que cuando dedican los titulares a equipos menos populares, sobre los que la cobertura se basa en un mayor grado de noticias oficiales.
Por tanto, el nivel de exactitud y veracidad alcanzado por cada medio informativo así como la cantidad de desinformación publicada dependen sustancialmente de la categoría de club del que se informa en cada liga pensando sobre todo en el número de aficionados que tenga tras de sí cada equipo. La desinformación predominante en torno a los clubes más populares en cada país refleja el esfuerzo editorial de los medios por atraer a los seguidores de esos equipos para que lean y consuman sus contenidos.
Igualmente, se pone de manifiesto que la mezcla entre hechos y rumores en la cobertura informativa de traspasos futbolísticos está muy extendida y que esto genera confusión entre las audiencias. Esta publicación de contenido engañoso contraviene las normas de la objetividad y la verificación que tradicionalmente se han aplicado al periodismo y supone cuestionar los estándares de la profesión que recogen códigos éticos, libros de estilo y otros instrumentos de rendición de cuentas dirigidos a una cobertura deportiva más responsable.
Implicaciones para el periodismo deportivo actual
Estos resultados ayudan explicar también la situación del periodismo deportivo en el panorama actual. Las formas en que los medios de comunicación deportivos vierten rumores no confirmados sobre fichajes de fútbol como si ya fueran hechos consumados responden a una manera de mantener y atraer la atención de unas audiencias dispersas y destacarse en un contexto de una competitividad creciente entre los medios tradicionales, los nuevos medios e incluso otros actores provenientes de la periferia del periodismo pero que también están ahí cubriendo la actualidad futbolística.
Además, los hallazgos de este estudio sugieren que la práctica del periodismo deportivo se ha visto afectada considerablemente por el rápido crecimiento de las redes sociales, muy especialmente Twitter, donde el clickbait se convierte en tendencia y las historias complejas y el contenido de calidad generalmente se dejan de lado en favor de chismes, controversias y contenidos no suficientemente sustentados en evidencias.
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