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miércoles, 20 de mayo de 2015

Javier Darío Restrepo: "La información sesgada, que altera la realidad para imponer la propia visión de los hechos, produce efectos dañinos"

Las 10 características del buen periodista, por Javier Darío 
Restrepo. Foto: Fundación El Universo / FNPI
Periodismodeportivodecalidad ha acudido nuevamente al Consultorio Ético de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) para conocer la opinión del experto que lo dirige, el profesor colombiano Javier Darío Restrepo, sobre la medición ética del ejercicio del periodismo deportivo actual. 

Más concretamente, le hemos interrogado sobre la actitud y la conducta de ciertos medios deportivos impresos que practican el denominado “periodismo de bufanda” o “periodismo de camiseta”, es decir, aquellos que manifiestan de forma abiertamente parcial sus preferencias deportivas en el desempeño de su tarea de informar y que en muchos casos se traduce en el uso de un lenguaje altisonante y belicista que puede terminar fomentando el enfrentamiento entre hinchadas dentro y fuera de los estadios.

Al hilo del tuitdebate organizado por Red Ética Segura hace un mes y denominado '¿Está incitando a la violencia el lenguaje usado en la prensa deportiva?', cabe reflexionar sobre la responsabilidad de los periodistas a la hora de utilizar correctamente el lenguaje que dirige a los aficionados, así como sobre otros aspectos éticos inherentes al ejercicio profesional. 

¿Acaso no le corresponde también al periodismo contribuir a moderar los ánimos, especialmente tras la reproducción de incidentes violentos, y empezar a promover la fiesta del deporte y la paz social? ¿En qué medida un uso equilibrado del lenguaje puede ayudar a ello? ¿No resta credibilidad al periodismo el atrincheramiento a favor de un color determinado? ¿El sensacionalismo verbal y visual está justificado como fórmula para acrecentar la audiencia? La lista de interrogantes es ampliable.

He aquí la pregunta enviada al referido consultorio y la respuesta argumentada de Javier Darío Restrepo:

- ¿Puede incitar a la violencia el uso que hacen del lenguaje textual y visual determinados medios deportivos en portada, para censurar la labor de un árbitro o un equipo rival?

La información sesgada, aquella que altera la realidad para imponer la propia visión de los hechos y la opinión personal, produce efectos dañinos de muy variada naturaleza:

Altera la realidad porque manipula los datos en favor de la propia causa; la información pierde su naturaleza de registro honesto de lo real y muta en publicidad. Por tanto “cuando la propaganda triunfa la realidad no dura nada”, afirma Pascual Serrano (Medios violentos, Ciespal Quito, 2010). Peor aún: engaña e impide conocer. Los locutores deportivos, los fanáticos de algún equipo han producido el fenómeno social de las barras bravas que han convertido la fiesta al aire libre en una batalla, no entre los equipos en la cancha, sino entre los espectadores en las tribunas. 

Este, sin embargo, es un efecto benigno si se lo compara con lo que logró la radio de las Mil Colinas de Ruanda, con su invitación a través de los constantes mensajes en que preguntaba “¿Ya mataste un tutsi?” Esta invitación al crimen hace recordar lo que a lo largo de la tarde del 9 de abril de 1948, provocó los incendios y saqueos que casi destruyeron a Bogotá. Ese día la radio fue parte del problema. 

Dentro de un ambiente fanatizado el receptor de informaciones es más maleable que en situaciones de normalidad y el poder del periodista en los medios se intensifica, para bien o para mal. La conciencia de ese poder y la certeza de los efectos dañinos que se pueden producir, son razones para extremar el sentido de la responsabilidad que impone dar respuesta por las consecuencias, y urge el deber de impedir o atenuar, al menos, los efectos de ese poder.


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domingo, 6 de abril de 2014

Javier Darío Restrepo: "A más ética, mayor calidad; a mayor exigencia de calidad, más urgencia de lo ético. No se puede dar lo uno sin lo otro"

Foto: FNPI / El Universo.
Javier Darío Restrepo es un periodista colombiano de una amplísima trayectoria en medios escritos latinoamericanos y reconocido internacionalmente como una autoridad en ética periodística. Catedrático de las universidades Javeriana y de los Andes, desde 1995 es maestro de la Fundación Gabriel García Márquez para un Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), con sede en Cartagena de Indias, donde, además, dirige el Consultorio Ético, puesto en marcha en el año 2000. Autor de varios libros, su título más reciente es El zumbido y el moscardón: taller y consultorio de ética periodística, publicado en 2004.

Desde su labor en el consultorio y a través de las múltiples conferencias y talleres en los que participa, Restrepo aconseja y guía a periodistas sobre cómo afrontar las situaciones que se dan a diario y en las que deben tomar decisiones éticas para proceder correctamente. Entiende que los códigos de ética y los libros de estilo están para usarse y aplicarse para que tengan verdadero sentido, que el periodismo ha de ejercerse con pasión y que este ha de exigir al profesional un esfuerzo permanente para perfeccionar sus conocimientos y sus técnicas; es un ejercicio de aprendizaje continuo.

Nos hemos puesto en contacto con él para conocer su visión de experto sobre los principales dilemas éticos que ha de encarar el periodista en la actualidad tras la irrupción de lo digital, y su opinión sobre el grado de la incidencia que puedan tener los nuevos entornos laborales y los nuevos ritmos de producción en la toma de decisiones éticas y en la calidad de los contenidos que los medios ofrecen al público.

- ¿Cómo surgió la idea de crear el Consultorio Ético en 2000 y con qué objetivos?
- Fue una idea de Jaime Abello, el director de la Fundación en vista de las preguntas que se multiplicaban en cada taller de ética de los que dictaba a periodistas de todo el continente. Recuerdo que entonces me dijo: hagamos algo parecido a los consultorios sentimentales que  publican los periódicos.

- ¿Cómo ha evolucionado desde entonces el tipo de consultas que recibe acorde a las nuevas exigencias profesionales?
- La evolución ha sido de lo teórico a lo práctico y concreto. Que es la misma evolución que tiene el conocimiento de la ética. Al principio se la considera un asunto de teoría filosófica, abstracta, hasta que se comprende con Aristóteles que la ética es un saber práctico. Hoy casi todas las preguntas tienen que ver con los dilemas que la práctica del oficio les plantea a los periodistas. A través del consultorio se puede seguir la historia que los periodistas están viviendo en sus respectivos países.

- Como señala el proyecto Ética Segura de FNPI, aunque los viejos principios éticos siguen intactos, el nuevo entorno mediático plantea otros retos para su aplicación. ¿Cómo ha de llevarse a cabo esa trasposición de lo viejo a lo nuevo para que el periodismo siga teniendo vigencia?
-Siempre que haya humanos y esos humanos actúen, el periodismo tendrá vigencia. El periodismo no depende de los medios sino de la necesidad humana de conocer la historia que fluye.
Algo parecido hay que afirmar de la ética que siempre será la misma, solo que con distintas aplicaciones, como respuesta a la vocación interior del ser humano de buscar la excelencia. El día en que los humanos no quieran ser mejores, cuando consideren que han llegado a la máxima de sus capacidades, ese día la ética será innecesaria y se podrá considerar en estado de obsolescencia. Como se ve, la ética es mucho más que un código, unas normas o un manual de estilo. Estos son instrumentos siempre perfectibles.

- Después de la puesta en marcha de Ética Segura se han creado otras webs para profesionales de la comunicación en el ámbito iberoamericano, también centradas en cuestiones como la deontología profesional, la verificación o la investigación periodística. Da la sensación de que cunde la preocupación y la necesidad de seguir velando por estos grandes temas en un momento como el actual, ¿no le parece?
- Corren paralelamente dos corrientes: la del desarrollo ético y la de la búsqueda de la calidad humana y profesional. No se puede dar lo uno sin lo otro. A más ética, mayor calidad; a mayor exigencia de calidad, más urgencia de lo ético. Ética y calidad se exigen mutuamente. Esto explica que los esfuerzos y las iniciativas en materia ética se multipliquen.

- El desarrollo del entorno 2.0 y, muy especialmente, los blogs y las redes sociales han transformado la manera de trabajar del periodista. ¿Cómo está afectando este nuevo escenario a los procesos de captación, selección, jerarquización y tratamiento de las fuentes de información en los medios?
-La tecnología digital ha modificado la actitud del humano ante las dos categorías kantianas del espacio y el tiempo. Esto que parecía una especulación filosófica influye más de lo que pensamos en los comportamientos y en los criterios humanos. Por eso los deberes éticos resultantes de nuestra condición de seres localizados y fechados tienden a ser desconocidos cuando se reducen el espacio y el tiempo. El conocimiento de los hechos es uno si, suprimido el tiempo por la inmediatez, quedan reducidos a  una versión de los sentidos; son otros, si descartada la inmediatez e incorporado el factor tiempo, se les somete a la reflexión y al análisis. A partir de este ejemplo se pueden percibir las condiciones del nuevo escenario. La misma reflexión se puede hacer en relación con el espacio. No es la misma urgencia de los deberes éticos para con el otro cuando se lo tiene delante, cara a cara, que si lo sabes distante. La tecnología digital al multiplicar los prójimos (los próximos) modifica la relación con ellos. El número de los próximos, limitado a los que espacialmente eran cercanos, se ha vuelto incontable porque la tecnología ha hecho posible entrar en contacto con un universo humano cada vez más amplio; y con todos ellos se mantienen los deberes que  nos impone la relación con el otro. 

- ¿El ritmo frenético de Twitter impide al periodista ser ecuánine en el tratamiento de la información y justo con las fuentes? Se lo pregunto porque cada vez hay más periodismo de una sola fuente y a veces ni siquiera se atribuye la noticia de forma correcta.
- El twitter es un ejemplo cabal de los efectos de suprimir el espacio y el tiempo.El resultado es una expresión instintiva, sin tiempo para la reflexión y el pensamiento y sin espacio para expresarlo porque los 140 caracteres son una prisión demasiado estrecha para el pensamiento,  que, de por sí,  rechaza todo límite, por su propia naturaleza.

- ¿Cuál es la responsabilidad ética de la persona que retuitea? Cuando el rumor o la falsa noticia se hace viral, se hace imparable. Además, pocas veces se rectifica.
- Es la misma responsabilidad de quien emite cualquier información. Solo cambia el mecanismo. La calumnia, la mentira, el error generan responsabilidades cualquiera sea el medio que se utilice para difundirlos Cuanto más poderoso sea el medio, mayor es la responsabilidad. Puesto que los términos de una calumnia, o los efectos de un error se multiplican por la poderosa naturaleza del medio, es tanto mayor el deber de reparar el daño.

"La responsabilidad ética de la persona que retuitea es la misma de quien emite cualquier información. Solo cambia el mecanismo"

- ¿Es ético que los medios resalten los errores de la competencia?
-Cuando se trata de impedir o disminuir el daño hecho por una información de la competencia, es un deber mostrar el error y proporcionar la información correcta.
Cuando esa crítica contribuye a una mejoría de los medios por la enseñanza que deja, es sano hacerlo.
Cuando se trata de un truco comercial para ganar audiencia y autoridad, es una innoble manera de competir.

- Usted ha señalado que "el tiempo se convierte en un problema ético cuando se prefiere lo rápido a lo correcto”. ¿En qué medida está perjudicando toda esta aceleración de los procesos por ser el primero en dar la noticia a la calidad de los contenidos periodísticos?
- Ese problema ya había comenzado antes de la aparición de lo digital, con la carrera comercial para dar la noticia primero y antes que la competencia. Fue la idolatría por la “exclusiva”, o “la chiva” como se la llamó en Colombia. Esa carrera dio buenos resultados comerciales: se vendieron más periódicos, o se captó una mayor sintonía; pero malacostumbró a los receptores porque aprendieron a mirar solamente la superficie de los hechos y prescindieron de la mirada inteligente, la que va más allá de lo sensible en busca de los porqués, los para qués, los cómos, los mismos quiénes y qués de los hechos. Y cuando uno solo conoce la piel de los hechos, pierde la posibilidad de ejercer un control sobre ellos; deja de ser sujeto de la historia y se queda en objeto de ella, consumidor pasivo de información y a un paso de ser víctima de lo que pasa. 

"La carrera por la exclusiva dio buenos resultados comerciales, pero malacostumbró a los receptores porque aprendieron a mirar solamente la superficie de los hechos y prescindieron de la mirada inteligente"

- Y en medio de toda esta vorágine informativa, ¿dónde quedan los libros de estilo? Parece que muchos se han olvidado de que existen.
- Lo mismo que los códigos de ética y las tecnologías, son lo que sean quienes los usan.

- El Gobierno de México ultima una nueva Ley por la que será obligatorio que las cadenas de radio y televisión de este país cuenten con una Defensoría de la Audiencia. ¿Hacen falta más medidas correctoras como esta para salvaguardar la credibilidad del periodismo?
- Más que la credibilidad del periodismo, lo que esas instituciones buscan es defender a las audiencias. La credibilidad del periodismo no la preservan las leyes, en eso el periodista y los propios miedos tienen una responsabilidad indelegable.

martes, 16 de julio de 2013

J.D. Restrepo: "Un periodista deportivo atrincherado en las filas de un equipo, y dispuesto a aplaudir sus acciones, mal puede reconocer la verdad de los otros"

Las 10 características del buen periodista, por Javier Darío
Restrepo. Foto: Fundación El Universo / FNPI
Periodismodeportivodecalidad ha acudido al Consultorio Ético online de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano para conocer la opinión del experto que lo dirige, el profesor colombiano Javier Darío Restrepo, sobre la medición ética del ejercicio del periodismo deportivo actual. 

Más concretamente, le hemos interrogado sobre la actitud y la conducta de ciertos informadores que llegan a establecer una relación de peligrosa proximidad con sus fuentes más habituales, en este caso deportistas, entrenadores, agentes o directivos de clubes; y que en ocasiones se muestran incapaces de discernir entre trabajo y amistad para mantener la imparcialidad.

¿Hasta qué punto cabe calificar de "periodístico" aquello que es decididamente parcial y servil hacia unas fuentes determinadas? ¿Acaso uno puede hacer periodismo con la camiseta de su equipo favorito puesta?¿Cómo repercute todo ello en la credibilidad del profesional y de su medio de comunicación ante los ciudadanos?

He aquí la pregunta enviada al referido consultorio y la respuesta argumentada de Javier Darío Restrepo:

- ¿Desde un punto de vista ético es reprobable que periodistas aplaudan a un deportista o entrenador al anunciar su retirada en una rueda de prensa?

- Cuando el periodista se alindera o atrinchera, disminuyen su credibilidad y sus posibilidades de influencia. A veces en las normas de los códigos, o en las de los Manuales de Estilo, se enfatiza en la necesidad de mantener una posición imparcial, por dos razones:

1. Porque así se puede acceder a la verdad de los hechos. Un periodista deportivo atrincherado en las filas de un equipo, y dispuesto a aplaudir sus acciones, mal puede reconocer la verdad de los otros equipos; lo mismo le sucede a quien se alindera del lado de un político, de un gobernante o de sus programas porque se predispone a mirar hacia uno u otro lado y a ignorar o a mirar mal al otro lado, y por consiguiente estará más dispuesto para la propaganda que para la información.

2. Porque se afectan la credibilidad y el buen servicio del medio de comunicación. El medio que se deja rotular como el medio de un equipo, o de un gobierno, o de un político, pierde la confianza y la lealtad de la ciudadanía que no está de acuerdo con esa facción. El ideal profesional y comercial de un medio es que pueda ser tenido como un medio para todos. Esa universalidad es conveniente comercialmente, pero sobre todo, profesionalmente porque permite hablar en el lenguaje y sobre el interés de todos, que es el objeto de la palabra y de esta profesión de la palabra, que es el periodismo.

Documentación

La imparcialidad se puede malinterpretar si se considera un objetivo en sí misma. La imparcialidad debería significar que el periodista es fiel a los hechos y a la comprensión que el ciudadano debe tener de ellos y no debería significar: “¿estoy siendo imparcial con mis fuentes para que ninguna de ellas se sienta agraviada? Tampoco debería implicar que el periodista pregunte: “¿y mi artículo parece imparcial?". Estas son valoraciones subjetivas que pueden apartar al periodista de la necesidad de hacer cuanto sea posible por verificar su trabajo.

Tras escuchar y estudiar las ideas de periodistas, ciudadanos y otras personas que han reflexionado sobre el periodismo y la información, empezamos a vislumbrar un conjunto de conceptos que forman las bases de la disciplina de verificación. Estos conceptos constituyen los principios intelectuales de una ciencia de la información:

a)     Nunca añadas nada que no esté.
b)     Nunca engañes al lector.
c)     Sé lo más transparente posible sobre tus métodos y motivos.
d)     Confía en tus propias investigaciones.
e)     Haz profesión de humildad.

Bill Kovach y Tom Rosenstiel en Los elementos del periodismo. Ediciones el País, Bogotá 2003. P. 108-109.