La vela es una de tantas disciplinas deportivas de alcance minoritario que, sin embargo, cobran especial protagonismo cada vez que se celebran unos Juegos Olímpicos, como los de este verano en Londres. En el caso español, se trata de una modalidad que permanece fuera del carril mediático a pesar de que arroja periódicamente un buen puñado de éxitos deportivos. Pese a ello, las renovadas opciones de medalla de los regatistas nacionales para la cita olímpica volverán a situar a la vela, aunque sea de forma efímera, en el foco de atención de los medios de comunicación y los ciudadanos. Se hablará mucho de ello, pero con poco fundamento ni conocimiento de causa.
Aunque llegado el momento unos y otros se congratulen de la consecución de un nuevo logro para la historia, no deja de sorprender que siga sin haber esfuerzos por parte del periodismo deportivo tradicional por acercar el conocimiento del reglamento y la terminología de aquellas modalidades que son menos conocidas para el gran público, de forma que este deje de ser profano en la materia y pueda ser incluso partícipe de los éxitos colectivos que se produzcan.
Como ha ocurrido con la mayoría de los deportes, el origen del yatching (ahora llamado sailing) se circunscribe también al mundo anglosajón, lo que ha resultado determinante en la conformación de un léxico técnico que en su mayor parte se ha mantenido y sigue siendo utilizado en su lengua original en inglés.
Así, las primeras regatas internacionales de las que se tiene constancia comenzaron en 1851 cuando varios miembros del New York Yacht Club construyeron una goleta bautizada como América. Esta embarcación dio nombre a la regata más prestigiosa del mundo, la America´s Cup o Copa del América, llamada así por el barco y no por el continente, a pesar de que se haya traducido a veces mal (la Copa de América, que se refiere al torneo futbolístico de selecciones nacionales), olvidándose de que en inglés los barcos se pueden personificar y llevar también el genitivo sajón.
Al margen de la competición velística más importante, el desarrollo de este deporte ha estado ligado siempre a la historia de los Juegos. Tanto es así que desde 1908 no ha dejado de formar parte del programa olímpico y de evolucionar para llegar cada cuatro años a la cita con embarcaciones cada vez más pequeñas y ligeras, y con una tripulación más reducida.
Así, en Londres 2012 el programa incluye regatas en ocho clases olímpicas diferentes, cada una de las cuales se corresponde con embarcaciones que difieren tanto en las dimensiones como en el número de tripulantes.
Las competiciones de carácter individual serán las de las clases Laser (clase masculina), Laser Radial (clase femenina), Finn (clase masculina de un tripulante de peso) y RS:X (clase masculina y femenina de windsurf); mientras que las embarcaciones de dos regatistas serán las que compitan en las clases 49er o forty-niner (masculina, quizá sea la clase de mayor exigencia técnica); 470 (masculina y femenina) y Star (clase masculina de quilla fija, una de las más antiguas del programa olímpico).
Igualmente, en estos Juegos ya no se incluyen las clases Yngling y Tornado, y, en su lugar, se incorpora como principal novedad la denominada Elliott 6m, un yate integrado por tres tripulantes mujeres que competirá en match race, esto es, la modalidad de regata que enfrenta solamente a dos competidores, uno contra otro.
Al margen de las diferentes clases, el empleo de voces extranjeras es muy habitual en esta modalidad deportiva. Así, flight significa dos o más matches comenzados en la misma secuencia de salidas, heat es una prueba eliminatoria, un round o vuelta consiste en una o varias pruebas eliminatorias, una training race equivale a regata de entrenamiento y la medal race es la última regata de una competición en la que participan los (diez) mejores barcos y que tiene una puntuación doble.
Igualmente, los anglicismos están muy presentes en los nombres de los aparejos de los veleros. De esta forma, se suele decir cat (que consiste en un solo palo al que va envergada la vela mayor), ketch o quech (determinado tipo de aparejo), sloop (formado por un palo y dos velas, en un velero de un solo mástil); spinnaker o espináker, (también llamada vela de balón o espí, que es una vela grande de paño fino con mucha bolsa que se utiliza cuando se navega de largo); spring o esprín (tipo de amarre); y yawl (aparejo con dos palos).
Vemos, por tanto, cómo el mundo de la vela en general, y el de la vela ligera en particular, es amplio y diverso al contar con multitud de clases, categorías, embarcaciones y modalidades de regatas que, en algunos casos, se guían por aspectos reglamentarios diferentes. Todo ello comporta un universo léxico especializado que exige del periodismo un mayor conocimiento para poder afrontar con garantías suficientes la cobertura de eventos internacionales como los próximos Juegos Olímpicos.
Aunque llegado el momento unos y otros se congratulen de la consecución de un nuevo logro para la historia, no deja de sorprender que siga sin haber esfuerzos por parte del periodismo deportivo tradicional por acercar el conocimiento del reglamento y la terminología de aquellas modalidades que son menos conocidas para el gran público, de forma que este deje de ser profano en la materia y pueda ser incluso partícipe de los éxitos colectivos que se produzcan.
Como ha ocurrido con la mayoría de los deportes, el origen del yatching (ahora llamado sailing) se circunscribe también al mundo anglosajón, lo que ha resultado determinante en la conformación de un léxico técnico que en su mayor parte se ha mantenido y sigue siendo utilizado en su lengua original en inglés.
Así, las primeras regatas internacionales de las que se tiene constancia comenzaron en 1851 cuando varios miembros del New York Yacht Club construyeron una goleta bautizada como América. Esta embarcación dio nombre a la regata más prestigiosa del mundo, la America´s Cup o Copa del América, llamada así por el barco y no por el continente, a pesar de que se haya traducido a veces mal (la Copa de América, que se refiere al torneo futbolístico de selecciones nacionales), olvidándose de que en inglés los barcos se pueden personificar y llevar también el genitivo sajón.
Al margen de la competición velística más importante, el desarrollo de este deporte ha estado ligado siempre a la historia de los Juegos. Tanto es así que desde 1908 no ha dejado de formar parte del programa olímpico y de evolucionar para llegar cada cuatro años a la cita con embarcaciones cada vez más pequeñas y ligeras, y con una tripulación más reducida.
Así, en Londres 2012 el programa incluye regatas en ocho clases olímpicas diferentes, cada una de las cuales se corresponde con embarcaciones que difieren tanto en las dimensiones como en el número de tripulantes.
Las competiciones de carácter individual serán las de las clases Laser (clase masculina), Laser Radial (clase femenina), Finn (clase masculina de un tripulante de peso) y RS:X (clase masculina y femenina de windsurf); mientras que las embarcaciones de dos regatistas serán las que compitan en las clases 49er o forty-niner (masculina, quizá sea la clase de mayor exigencia técnica); 470 (masculina y femenina) y Star (clase masculina de quilla fija, una de las más antiguas del programa olímpico).
Igualmente, en estos Juegos ya no se incluyen las clases Yngling y Tornado, y, en su lugar, se incorpora como principal novedad la denominada Elliott 6m, un yate integrado por tres tripulantes mujeres que competirá en match race, esto es, la modalidad de regata que enfrenta solamente a dos competidores, uno contra otro.
Al margen de las diferentes clases, el empleo de voces extranjeras es muy habitual en esta modalidad deportiva. Así, flight significa dos o más matches comenzados en la misma secuencia de salidas, heat es una prueba eliminatoria, un round o vuelta consiste en una o varias pruebas eliminatorias, una training race equivale a regata de entrenamiento y la medal race es la última regata de una competición en la que participan los (diez) mejores barcos y que tiene una puntuación doble.
Igualmente, los anglicismos están muy presentes en los nombres de los aparejos de los veleros. De esta forma, se suele decir cat (que consiste en un solo palo al que va envergada la vela mayor), ketch o quech (determinado tipo de aparejo), sloop (formado por un palo y dos velas, en un velero de un solo mástil); spinnaker o espináker, (también llamada vela de balón o espí, que es una vela grande de paño fino con mucha bolsa que se utiliza cuando se navega de largo); spring o esprín (tipo de amarre); y yawl (aparejo con dos palos).
Vemos, por tanto, cómo el mundo de la vela en general, y el de la vela ligera en particular, es amplio y diverso al contar con multitud de clases, categorías, embarcaciones y modalidades de regatas que, en algunos casos, se guían por aspectos reglamentarios diferentes. Todo ello comporta un universo léxico especializado que exige del periodismo un mayor conocimiento para poder afrontar con garantías suficientes la cobertura de eventos internacionales como los próximos Juegos Olímpicos.
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