El periodismo deportivo pierde una oportunidad de convertirse en una área especializada cuando desatiende la mayoría de las modalidades que existen, cuando no contextualiza las declaraciones de los protagonistas, cuando no maneja ni explica los datos estadísticos convenientemente, cuando no realiza un tratamiento más plural de las fuentes ni investiga, cuando en su plantilla no existe un conocimiento más generalizado del reglamento, de la historia o de la terminología de disciplinas sobre las que solo informa de manera ocasional y de las que no hace un seguimiento. Cuando no cultiva cultura deportiva ni forma en valores.
La especialización en periodismo es algo más, mucho más, que una cuestión se segmentación temática de los contenidos que se ve luego plasmada en secciones o en medios diferenciados. Como señalaba en este blog el director de las publicaciones de Economía Digital y de diariogol.com, Xavier Salvador, "decir que un periodismo está especializado en Deportes cuando todo lo que hace es ofrecer información que yo llamo de 'minuto y resultado' es mucho decir". Efectivamente, sigue habiendo muchos campos de la información deportiva que son muy interesantes y que están completamente descuidados. Y toda esta realidad mediática tiene que ver directamente con el grado de capacitación y de entrenamiento que han recibido los profesionales que se dedican a esta parcela informativa.
La formación, como paso previo y necesario para la profesionalización del ejercicio periodístico es lo que, en definitiva, diferencia en este ámbito al periodista especializado del mero aficionado y lo que puede evitar que en muchos casos un periodista deportivo con pocos años de experiencia realice una cobertura de una competición más propia de un fan que de un verdadero profesional; que no sepa interpretar las hojas de estadísticas, que no atribuya correctamente la información, que utilice un lenguaje cargado de clichés o que sea incapaz de hallar un enfoque diferenciador al reportaje o la clave del partido al titular y redactar una crónica. Muy pocos periodistas deportivos cuando llegan a la redacción de un medio han recibido un adiestramiento adecuado que favorezca la especialización.
La formación, como paso previo y necesario para la profesionalización del ejercicio periodístico es lo que, en definitiva, diferencia en este ámbito al periodista especializado del mero aficionado y lo que puede evitar que en muchos casos un periodista deportivo con pocos años de experiencia realice una cobertura de una competición más propia de un fan que de un verdadero profesional; que no sepa interpretar las hojas de estadísticas, que no atribuya correctamente la información, que utilice un lenguaje cargado de clichés o que sea incapaz de hallar un enfoque diferenciador al reportaje o la clave del partido al titular y redactar una crónica. Muy pocos periodistas deportivos cuando llegan a la redacción de un medio han recibido un adiestramiento adecuado que favorezca la especialización.
Así lo destaca Joe Gisondi, profesor de la Eastern Illinois University en su obra Field Guide to Covering Sports, un manual publicado en 2011 y dirigido especialmente a redactores deportivos que empiezan y a estudiantes universitarios que estén interesados en este campo informativo. Este autor se nutre de la experiencia propia y de la de más de 90 periodistas deportivos y entrenadores de Estados Unidos que ofrecen consejos prácticos para poder acometer la cobertura de una veintena de modalidades: automovilismo, béisbol, baloncesto, bolos, atletismo campo a través, atletismo en pista, hockey hierba, fútbol, fútbol americano, golf, hockey sobre hielo, lacrosse, remo, rugby, sóftbol, natación y saltos de natación, tenis, triatlón, voleibol y lucha.
En cada uno de estos capítulos, se explican paso a paso los aspectos esenciales que hay que saber a la hora de afrontar la cobertura de un evento, como leer estadísticas de una competición y anotar resultados en un ficha técnica, comprender las reglas de un deporte que es un absoluto desconocido, o emplear con corrección el léxico especializado incluyendo un glosario de los términos más comunes en cada modalidad. Igualmente, se proveen recomendaciones de escritura (la construcción de titulares y leads, la organización de los párrafos, la contextualización de la información o la forma de usar las declaraciones textuales), técnicas para sacar el máximo partido a una entrevista y para hacer reporterismo, o consejos para aportar contenidos diferenciados en un blog de deportes.
There´s no cheering in the press box
Joe Gisondi reivindica el trabajo del periodismo deportivo como una profesión que debe ejercerse con responsabilidad y respeto al público al que se dirige y que ha de despojarse de conductas reprobables, como el tomar partido por un equipo o deportista de forma manifiesta. A este respecto, recuerda esa vieja máxima de los periodistas deportivos norteamericanos de 'There´s no cheering in the press box' (los periodistas no vitorean cuando trabajan en la tribuna de prensa), un lema que señala una clara línea divisoria entre lo que define el comportamiento de un periodista y el de un simple aficionado.
Precisamente entre los anexos que recoge este libro, figura uno de los principales códigos éticos de la profesión, las Ethical Guidelines de The Associated Press Sports Editors (APSE), entidad que aglutina a profesionales de la agencia y de la mayor parte de medios impresos de Estados Unidos. Esta asociación, que promueve desde 1970 el profesionalismo y los principios éticos del periodismo deportivo, recoge en su código los siguientes aspectos clave referidos a la conducta que los redactores han de mantener en el ejercicio de su trabajo diario:
1. No aceptar viajes, comidas o alojamiento pagados por ligas, clubes u organizadores de eventos. El periódico es el que ha de cubrir los gastos de sus trabajadores.
2. Rechazar regalos o descuentos que tengan un valor significativo, así como entradas gratis (para acceder a los recintos deportivos ya están las credenciales).
3. Evitar conflictos de intereses entre la actividad puramente periodística y otras propias del mundo del deporte como oficiales anotadores de puntos en un partido.
Asimismo, este texto incluye pautas sobre el tratamiento de las fuentes informativas:
1. Solo con carácter excepcional se utilizarán fuentes no atribuibles y en cualquier caso será exigible la verificación de la información.
2. La información se basará en fuentes primarias. Si el reportero utiliza notas que no sean propias, deberá hacerlo saber a los lectores y deberá citar la procedencia de las mismas.
Gisondi señala con este libro que la especialización es un camino de largo recorrido, fruto también de la inquietud que ha de conducir a todo periodista a no dejar de aprender y mejorar en su trabajo. Para ampliar conocimientos también invita al lector a conocer su blog sportsfieldguide.com y recomienda la lectura de historias deportivas de calidad que sean inspiradoras, como las que se incluyen en cada edición anual de la colección Best American Sports Writing o de la serie New York Times Sports Reader.
Gisondi señala con este libro que la especialización es un camino de largo recorrido, fruto también de la inquietud que ha de conducir a todo periodista a no dejar de aprender y mejorar en su trabajo. Para ampliar conocimientos también invita al lector a conocer su blog sportsfieldguide.com y recomienda la lectura de historias deportivas de calidad que sean inspiradoras, como las que se incluyen en cada edición anual de la colección Best American Sports Writing o de la serie New York Times Sports Reader.
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