La celebración de un evento deportivo de calado global, como son los Juegos Olímpicos y los Paralímpicos de este año en Río, suele ser también una gran oportunidad para actualizar los estudios del lenguaje de la alta competición a partir del análisis de su evolución en los últimos años. Así lo ha entendido el profesor y doctor en Filología Jesús Castañón en su último trabajo recién editado, Guía del Lenguaje deportivo 2016, que constituye una reflexión personal muy documentada sobre las variantes del español en el deporte en España y América después de 35 años de investigación la comunicación deportiva y su lenguaje, un periodo en el que ha publicado 15 monografías y 12 capítulos de libros y se ha convertido en un referente internacional desde su página, idiomaydeporte.com, que coordina desde 1999.
Como él mismo señala en la introducción, este texto, que no pretende ser "ni una guía de redacción periodística ni un trabajo exhaustivo" de investigación, "es un tributo personal al idioma español en el deporte" y a sus aportaciones al crecimiento de la lengua en general. Para ello, Castañón repasa una bibliografía especializada sobre lengua y literatura españolas de tema deportivo con 72 obras publicadas hace 25 y 50 años, la cual "presenta la constante preocupación de ocho países de habla hispana por el lenguaje deportivo en vísperas de la celebración de los Juegos Olímpicos en México y Barcelona", según señala a este blog el autor, quien traza así dos etapas diferenciadas en la evolución de las investigación sobre el lenguaje deportivo: "En 1966, los estudiosos centraban su interés en la historia de la palabra deporte, el tratamiento que debían recibir los extranjerismos en el ámbito público y el lenguaje periodístico. En 1991, a esta tradicional preocupación se unirían estudios sobre neologismos, hispanoamericanismos, trabajos de investigación universitaria, obras multilingües de terminología de todos los deportes olímpicos y lenguajes para la documentación y la información deportiva".
Asimismo, pone de manifiesto la creciente importancia adquirida por este lenguaje, que se ha convertido en un recurso muy eficaz para el periodismo más allá incluso de las páginas deportivas: "En la actualidad, el lenguaje deportivo ha dado continuidad a lo reflejado en las etapas anteriores y ha aportado un lenguaje periodístico variado y una creciente producción artística y cultural. Por su capacidad de innovación, comprensión y seriedad en el servicio, al mejorar la vida de la gente o ayudar a sobrellevarla con esperanza, ha colaborado en la renovación de la lengua general llevando numerosos términos deportivos a la lengua coloquial, se ha convertido en recurso de redacción de los medios de información general y ha registrado el uso de sus términos en la empresa, la política, la teología o el turismo".
A partir de este recorrido bibliográfico del pasado a la actualidad, la guía contiene una importante muestra de las correspondencias entre palabras deportivas en español de uno y otro lado del Atlántico relativas sobre todo a las modalidades y disciplinas que conforman los programas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río. La guía se propone dar a conocer y respetar la amplitud del idioma español del deporte desde el reconocimiento y divulgación de su diversidad. Así, incluye 313 americanismos léxicos con su equivalente en español peninsular o una breve explicación, entre los que figuran, por ejemplo, andarível (cuerda) o salto de garrocha (pértiga) en atletismo, canastero (anotador) en baloncesto, pedalismo por ciclismo, clavado (salto de trampolín), polo acuático (waterpolo), jocketta (amazona) en hípica, cuidapalos o golero (portero) en fútbol, canotaje (piragüismo), zapallazo (golpeo fuerte a la bola) en tenis o velerista (regatista) en vela. Igualmente, recoge expresiones de carácter general como auspiciador (patrocinador), campeonar (ganar un campeonato), clasificatoria (eliminatoria), cotejo (competición), pantaloneta (calzón o pantalón corto), porrista (animadora), puntear (liderar la clasificación), repechaje (repesca) o varonil (masculino).
Aunque muchos de estos vocablos aún siguen siendo poco utilizados en España, la presencia de los americanismos en el lenguaje deportivo peninsular ha sido creciente en los últimos años, especialmente en el ámbito del fútbol. "En España, la prensa escrita y la radio contaron entre sus impulsores con periodistas de América que aportaron fórmulas de entonación expresiva y presentación, narraciones con un ritmo especial para crear emociones… que han tenido gran éxito. En el léxico, se intensificó la adopción de formas surgidas en América a mediados del siglo XX y en los años setenta del mismo siglo y la segunda mitad del primer decenio del siglo XXI para renovar formatos. En 1992, en el congreso El idioma español en el deporte, Matías Prats Cañete ya destacó la intensa y buena relación en el ámbito del lenguaje periodístico del deporte a ambos lados del Atlántico y la gran capacidad creativa de la comunicación deportiva de América", recuerda Castañón.
Junto con las expresiones deportivas procedentes de los países americanos, la guía se detiene también en el reto que supone para el lenguaje deportivo abordan los neologismos que designan nuevas realidades. A este respecto, señala 91 nuevas voces referidas a nuevos deportes como golfbol, jumpball, pádelbol, pinfuvote; y, sobre todo, actividades dirigidas que se desarrollan en los gimnasios para el bienestar, la calidad de vida y la estética, como cardio box, crossfit, aerojazz, body pump o powerfitness. Además, propone nueve términos de deporte y robótica adelantándose a lo que puedan deparar lingüísticamente el Cybathlon o Juegos Biónicos, competición para personas con discapacidad que organiza en su primera edición en octubre de este año el Centro Nacional Suizo de Competencia en Investigaciones Robóticas. Finalmente, se aporta un listado de 323 fuentes de consulta que han tenido en cuenta las aportaciones de ambos lados del Atlántico y del hispanismo en el mundo.
Con esta obra, Jesús Castañón incide en cómo la celebración de grandes acontecimientos deportivos como los Juegos "suele extender su influencia en el entorno a todos los niveles", incluido el lingüístico, y en este sentido apunta como fecha relevante en el calendario de los próximos años los Juegos de la Juventud que se celebrarán en Buenos Aires en 2018. "En este caso se da la circunstancia de que estos Juegos cumplen la función de extender la alta competición a la edad adolescente. Será un período interesante para analizar las novedades que surjan sobre su relato en castellano".
Más allá de cuál pueda ser el siguiente paso en la investigación en este campo, Jesús Castañón resalta que los grandes avances en la conformación de una terminología de todos los deportes y en
su traducción al español han sido posibles gracias a instituciones deportivas como el Comité
Olímpico Internacional o el INEF, entidades lingüísticas como el Centro
de Terminología de Cataluña (TERMCAT) y medios de comunicación, a través de sus libros de estilo, como la
Agencia EFE (desde el Departamento de Español Urgente y la Fundación del
Español Urgente BBVA), The Associated Press o los diarios Marca y Mundo
Deportivo, entre otros… Por todo ello, "merecen su reconocimiento y también dar ánimos a
la gente que desee seguir ampliando esa labor a más deportes".
Tal vez muchos términos empleados en América tengan un uso muy localizado, por lo que confunden más que aportan.
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