La reivindicación no es nueva, viene de lejos: si cada vez hay más mujeres que practican deporte, que lo ven y lo consumen, ¿por qué los medios deportivos las dejan fuera? El deporte femenino no alcanza el 10% de las noticias deportivas de la televisión, que dedica tres cuartas partes de su información al fútbol masculino, según el último informe presentado en fechas recientes por el Consejo Audiovisual de Andalucía. Los datos refrendan, punto porcentual arriba punto porcentual abajo, las conclusiones de multitud de estudios promovidos por administraciones públicas y asociaciones profesionales en los últimos años dentro y fuera de España. Todos ellos coinciden en lo esencial: el ámbito de la información deportiva sigue siendo excluyente con la mujer profesional del deporte y sigue construyendo un discurso desde un prisma androcéntrico, como si solo fueran hombres los que hacen, siguen y consumen deporte y escriben sobre él.
Como señala la profesora Susana Guerrero, "el problema es que se sigue presentando el deporte femenino como una situación excepcional". Esto es, la lógica masculina del deporte y del periodismo deportivo en general impiden que aún a día de hoy, y a pesar de los logros obtenidos, que socialmente se normalicen las situaciones de las mujeres en el deporte, tanto las deportistas, que apenas se visibilizan y a menudo se cosifican; como las propias periodistas deportivas, que siguen siendo una minoría en la mayor parte de las redacciones especializadas y que, cuando están, en muchos casos, sobre todo en televisión, desempeñan tareas de apoyo más residuales o anecdóticas. En muchos países las presentadoras, comentaristas o redactoras aún deben demostrar que 'saben' de deportes.
La tendencia de ciertos contenidos de infoentretenimiento o, más bien, puro entretenimiento sobre deportes tampoco ayuda a corregir esta desigualdad. La banalización y la espectacularización de espacios y programas deportivos en todo tipo de plataformas, especialmente las audiovisuales y digitales; y la prevalencia del fútbol por exceso a costa de sacrificar noticias para ofrecer más morbo, chismes de redes sociales o anécdotas ajenas al deporte y que por encima de todo aplican el criterio comercial de cuanto más share o más clics mejor, arrinconan aún más los logros profesionales de las mujeres deportistas y transmiten la sensación de que los medios ni quieren ni buscan a la aficionada, a la espectadora.
Muchos de los estudios sobre el discurso del periodismo deportivo desde una perspectiva de género se centran en el uso del lenguaje. Aquí se señala habitualmente la continua cosificación de la mujer deportista, que en ocasiones se convierte en un reclamo físico. El discurso periodístico se plaga de una adjetivación superflua, entendida esta como aquella referida a atributos que nada tienen que ver con la profesionalidad o el desarrollo de la actividad de la mujer deportista sino más bien a aspectos de su físico o vida personal o familiar. Incluso otras mujeres que no compiten, como novias o familiares de deportistas (futbolistas) llegan a copar más protagonismo. De nuevo, un periodismo deportivo que no informa de deporte. A este respecto, según el Observatorio de Género de los JJ.OO. de Río, pilotado por la plataforma Un Pastiche, "solo el 22% de las noticias publicadas en relación a los Juegos Olímpicos 2016 hacen referencia a las mujeres" y "su protagonismo suele ser de objetivación sexual: se pone atención en su físico o en su vestimenta".
Una formación necesaria
En una apuesta por formar en periodismo deportivo desde una perspectiva de género, la Universidad Carlos III pone en marcha la segunda edición del curso en línea 'Periodismo Deportivo: el tratamiento informativo de las mujeres en el deporte', un título propio que lidera la profesora Clara Sainz de Baranda y en el que participamos profesores universitarios y profesionales del ámbito del derecho y el deporte. Estos son los objetivos del curso:
1. Profundizar en los principios de no discriminación e igualdad de oportunidades de las mujeres en los medios de comunicación y en los sistemas de información.
2. Analizar conjuntamente buenas prácticas para la mejora de la imagen social de las mujeres en las informaciones deportivas y en la sociedad.
3. Profundizar en la relación y vinculación de la información deportiva y el sexo de sus protagonistas. En el curso se analizarán tres papeles de la mujer en la prensa deportiva española: la mujer como creadora de la información -como periodista-, la mujer como fuente y la mujer como protagonista de la información.
4. Utilizar las posibilidades que ofrece el deporte como vehículo de formación de las personas y como transmisor de valores, con el fin de superar prejuicios y estereotipos que impiden a las mujeres y a los hombres desarrollarse según sus expectativas personales y su potencial individual.
5. Introducir el Principio de Igualdad de Oportunidades como una máxima de calidad en la información deportiva.
6. Incluir la perspectiva de género en la educación de periodistas y comunicadores potenciando un lenguaje inclusivo en las informaciones de carácter deportivo.
7. Promocionar a las mujeres en el deporte de competición, favoreciendo su reconocimiento deportivo y social en los medios de comunicación.
8. Asegurar la formación con perspectiva de género de los y las profesionales de la información, de acuerdo con las exigencias que establece la normativa legal vigente para diferentes niveles: universitario y cursos de formación permanente.
9. Reflejar en los medios de comunicación una imagen positiva de las mujeres en el deporte, diversificada, exenta de estereotipos de género y como modelos de éxito personal, profesional y social.
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