El deporte muy a menudo ha de ser contado por el periodismo más allá del deporte para hacerlo más entendible. El crecimiento de los grandes eventos y de sus respectivos deportes, sus protagonistas y hacedores desde múltiples planos (empresarial, sociológico, cultural, jurídico o político) conforman una materia informativa imbricada y compleja que exige del profesional una mayor especialización para poder interpretar y analizar lo ocurrido.
Por ello desde hace años en muchos medios no estrictamente deportivos, e incluso especializados en otras áreas, se viene considerando el deporte como un campo informativo importante en sus respectivas agendas temáticas. Lo que rodea a las competiciones como negocio que mueve decenas de millones de euros suele centrar los contenidos de medios prioritariamente económicos como, por ejemplo, el británico The Financial Times, mientras que la trastienda política, ética y jurídica de la estructura de las federaciones y organismos deportivos habitualmente es un asunto sobre el que hacer periodismo de investigación en medios como el semanario de análisis político y social mexicano Proceso.
También el enfoque transversal e interdisciplinar del deporte y de su relación con los medios de comunicación ocupa un número cada vez más relevante de estudios que se efectúan desde el ámbito académico. Uno de los últimos trabajos que han abordado la complejidad del deporte mediatizado como fenómeno es Sport, media & mega-events, libro colectivo que reúne a veinticinco de los más prestigiosos profesores-investigadores del mundo sobre comunicación en el ámbito deportivo. La obra, publicada hace solo unos meses por la editorial Routledge, está coordinada por Andres C. Billings (University of Alabama) y Lawrence A. Wenner (Loyola Marymount University) y ofrece en diecisiete capítulos un completo estudio de la influencia de los contextos histórico, socio-cultural y político-económico de los grandes eventos deportivos en la sociedad contemporánea a través de los medios de comunicación.
Tal como señalan Billings y Wenner, estos grandes eventos, hoy globales, forman parte de la cultura común y de la memoria colectiva de ciudades, regiones o países. Además, indican que "no solo han definido sus respectivos deportes a lo largo de la historia, también ha solidificado una gran base de aficionados en torno a ellos y se han comportado históricamente como indicadores que han propiciado el orden, el significado y la relevancia al paisaje deportivo de cada momento".
El libro se detiene en las particularidades de las coberturas realizadas en los Juegos Olímpicos de verano y de invierno; en los Mundiales de fútbol, rugby y críquet; en el torneo de tenis de Wimbledon; el Masters de Augusta de golf; el Tour de Francia en ciclismo; el Gran Premio de Mónaco de Fórmula Uno; la Copa de Asia de fútbol; la Super Bowl de fútbol americano; las Series Mundiales de béisbol; la NCAA de baloncesto; y los X Games, competición de deportes extremos organizada por ESPN en Estados Unidos.
Estos megaeventos deportivos -agregan los coordinadores del libro- han logrado atraer la atención de los medios y han cautivado al público de formas que otras competiciones no han sido capaces de conseguir, trascendiendo así de lo ordinario, de la actividad deportiva diaria; por eso, son hoy influyentes socialmente y más importantes culturalmente, porque despiertan pasiones entre los fans, propician la interacción y vivencias comunes, y posibilitan que se compartan diferentes valores e identidades.
Billings y Wenner citan a Maurice Roche, que en su libro Megaevents and modernity: Olympics and expos in the growth of global culture (2000) señala la importancia actual de los grandes eventos deportivos desde cuatro perspectivas:
1) Lo personal (el gran evento como rito de iniciación, como experiencia trascendente en la vida de una persona)
2) Lo histórico-nacional (el gran evento como oportunidad para buscar y expresar la verdad nacional, el sentir de un país)
3) Lo histórico-cultural (el gran evento como adelanto de la alta cultura, reflejo del progreso cultural)
4) Lo sociológico (el gran evento que representa una serie de valores y preferencias sociales y económicas acorde a la cultura)
En su camino hacia la mediatización y la globalización progresiva, los eventos deportivos hoy más populares han superado diversas etapas hasta consagrarse como competiciones preeminentes, en las que el público deposita altas expectativas, ocupan gran parte de la planificación y dedicación del periodismo y genera narrativas propias; y como un espectáculo único tanto para deportistas como para espectadores porque ha trascendido lo que ha significado tradicionalmente el deporte: las marcas se mercantilizan y los productos mediáticos resultantes tienen fines económicos de alcance global.
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