El desarrollo incuestionable del periodismo deportivo en los últimos años va estrechamente ligado a la evolución de los medios de comunicación que versan sobre esta materia.
Efectivamente, la prensa, la radio y, sobre todo, la televisión han contribuido de forma decisiva al fomento y popularización (aunque en diferentes grados) de las diferentes disciplinas deportivas. Al mismo tiempo, los éxitos de deportistas y equipos que representan los colores nacionales en competiciones internacionales suelen comportar a los medios jugosas audiencias a los medios que cuentan con los derechos, cada vez más cotizados, de retransmisión de estos eventos.
El deporte y el periodismo, o más bien, el deporte y los medios de comunicación, se retroalimentan, se complementan y suman hasta convertirse en la actualidad en el producto estrella de las principales empresas periodísticas multimedia, en el más demandado y consumido por los ciudadanos.
Esta es la principal conclusión que ofrece el libro Ideal democrático y bienestar personal. Encuesta sobre los hábitos deportivos en España 2010, publicado hace tan solo unos meses por el Consejo Superior de Deportes (CSD) y por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y del que ahora también está disponible una versión en línea.
El estudio, que coordinan los profesores Manuel García Ferrando y Ramón Llopis, pone de manifiesto la singularidad y la relevancia del deporte para la población desde múltiples puntos de vista, tanto el deporte espectáculo como el federado y el recreativo, las disciplinas más practicadas y su frecuencia, las edades de comienzo de la práctica, otras motivaciones como los beneficios para la salud, la aventura o el disfrute de la naturaleza, así como la percepción social del fenómeno.
De esta forma, se recaba la opinión y valoración de la importancia de la educación física y el deporte en sus diferentes vertientes, la imagen que proyectan las administraciones públicas en este campo, las instalaciones deportivas existentes y las prestaciones que ofrecen, los logros del deporte español, el grado de extensión del dopaje en los ámbitos profesional y aficionado, la práctica deportiva femenina y el deporte como elemento clave de integración intercultural.
Junto con todo ello, esta obra dedica un capítulo al deporte como consumo y espectáculo de masas, en el que, de manera específica, se subraya la "la progresiva transformación del deporte como uno de los principales contenidos mediáticos". Según recogen los autores, la televisión sigue siendo el medio preferido de la población para disfrutar de los espectáculos deportivos con un porcentaje del 37%.
Efectivamente, el deporte, por su enorme capacidad para atraer seguidores, se ha convertido en un elemento clave para el negocio televisivo al servir de reclamo publicitario, pero al mismo tiempo se constituye como un producto que otorga a la cadena que lo ofrece prestigio y notoriedad, y, por tanto, capacidad para fidelizar usuarios.
De hecho, según el Análisis Televisivo 2011 publicado por Barlovento Comunicación, en el ránking de los espacios más vistos, hay un predominio claro del género deportivo por encima de cualquier otro, concretamente las retransmisiones de partidos de fútbol (partidos de la selección, Champions League y Liga Española).
Este hecho es determinante, ya que la programación de las cadenas se configura a partir de estos encuentros, que se emiten normalmente en las franjas horarias de máxima audiencia (lo más visto del pasado año corresponde al encuentro de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones entre el FC Barcelona y el Real Madrid, con 14.114.000 espectadores y un 66,9% de cuota).
Por otra parte, la Encuesta sobre los hábitos deportivos en España indaga en el perfil sociodemográfico de la población que consume con regularidad los distintos tipos de productos deportivos en televisión. A este respecto, si bien el porcentaje de hombres que ven partidos de fútbol casi triplica al de mujeres (59% frente al 23%), esta diferencia se recorta algo cuando se trata de otros deportes (53% por 20%).
La incorporación de la mujer al mundo del deporte es un hecho imparable que, pese a que todavía no se hace lo suficientemente visible en los medios de comunicación, a buen seguro traerá consigo una modificación en los hábitos de consumo de este tipo de contenidos.
El periodismo deportivo, inapelablemente, deberá prestar mayor espacio del que dedica actualmente a los logros cosechados por mujeres deportistas para ofrecer un producto que esté cada vez más acorde a la realidad y a los intereses de lectoras, oyentes, internautas y telespectadoras.
Efectivamente, la prensa, la radio y, sobre todo, la televisión han contribuido de forma decisiva al fomento y popularización (aunque en diferentes grados) de las diferentes disciplinas deportivas. Al mismo tiempo, los éxitos de deportistas y equipos que representan los colores nacionales en competiciones internacionales suelen comportar a los medios jugosas audiencias a los medios que cuentan con los derechos, cada vez más cotizados, de retransmisión de estos eventos.
El deporte y el periodismo, o más bien, el deporte y los medios de comunicación, se retroalimentan, se complementan y suman hasta convertirse en la actualidad en el producto estrella de las principales empresas periodísticas multimedia, en el más demandado y consumido por los ciudadanos.
Esta es la principal conclusión que ofrece el libro Ideal democrático y bienestar personal. Encuesta sobre los hábitos deportivos en España 2010, publicado hace tan solo unos meses por el Consejo Superior de Deportes (CSD) y por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y del que ahora también está disponible una versión en línea.
El estudio, que coordinan los profesores Manuel García Ferrando y Ramón Llopis, pone de manifiesto la singularidad y la relevancia del deporte para la población desde múltiples puntos de vista, tanto el deporte espectáculo como el federado y el recreativo, las disciplinas más practicadas y su frecuencia, las edades de comienzo de la práctica, otras motivaciones como los beneficios para la salud, la aventura o el disfrute de la naturaleza, así como la percepción social del fenómeno.
De esta forma, se recaba la opinión y valoración de la importancia de la educación física y el deporte en sus diferentes vertientes, la imagen que proyectan las administraciones públicas en este campo, las instalaciones deportivas existentes y las prestaciones que ofrecen, los logros del deporte español, el grado de extensión del dopaje en los ámbitos profesional y aficionado, la práctica deportiva femenina y el deporte como elemento clave de integración intercultural.
Junto con todo ello, esta obra dedica un capítulo al deporte como consumo y espectáculo de masas, en el que, de manera específica, se subraya la "la progresiva transformación del deporte como uno de los principales contenidos mediáticos". Según recogen los autores, la televisión sigue siendo el medio preferido de la población para disfrutar de los espectáculos deportivos con un porcentaje del 37%.
Efectivamente, el deporte, por su enorme capacidad para atraer seguidores, se ha convertido en un elemento clave para el negocio televisivo al servir de reclamo publicitario, pero al mismo tiempo se constituye como un producto que otorga a la cadena que lo ofrece prestigio y notoriedad, y, por tanto, capacidad para fidelizar usuarios.
De hecho, según el Análisis Televisivo 2011 publicado por Barlovento Comunicación, en el ránking de los espacios más vistos, hay un predominio claro del género deportivo por encima de cualquier otro, concretamente las retransmisiones de partidos de fútbol (partidos de la selección, Champions League y Liga Española).
Este hecho es determinante, ya que la programación de las cadenas se configura a partir de estos encuentros, que se emiten normalmente en las franjas horarias de máxima audiencia (lo más visto del pasado año corresponde al encuentro de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones entre el FC Barcelona y el Real Madrid, con 14.114.000 espectadores y un 66,9% de cuota).
Por otra parte, la Encuesta sobre los hábitos deportivos en España indaga en el perfil sociodemográfico de la población que consume con regularidad los distintos tipos de productos deportivos en televisión. A este respecto, si bien el porcentaje de hombres que ven partidos de fútbol casi triplica al de mujeres (59% frente al 23%), esta diferencia se recorta algo cuando se trata de otros deportes (53% por 20%).
La incorporación de la mujer al mundo del deporte es un hecho imparable que, pese a que todavía no se hace lo suficientemente visible en los medios de comunicación, a buen seguro traerá consigo una modificación en los hábitos de consumo de este tipo de contenidos.
El periodismo deportivo, inapelablemente, deberá prestar mayor espacio del que dedica actualmente a los logros cosechados por mujeres deportistas para ofrecer un producto que esté cada vez más acorde a la realidad y a los intereses de lectoras, oyentes, internautas y telespectadoras.
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