Steve Wilson. Foto: Twitter. |
Steve Wilson fue premiado por The Associated Press, medio para el que trabaja desde hace casi 25 años, como el periodista deportivo del año en 2000 al destapar en primicia el escándalo de corrupción en torno a los Juegos Olímpicos de Invierno de Salt Lake City, donde personas de la candidatura estadounidense sobornaron a miembros del Comité Olímpico
Internacional (COI) con todo tipo de favores personales y familiares con el objetivo de asegurarse la designación de los Juegos de 2002. Aquello hizo tambalear los cimientos del movimiento olímpico, entonces dirigido por el español Juan Antonio Samaranch.
Desde entonces, Wilson ha seguido informando muy de cerca de todo lo que se gesta en las más altas esferas del COI y de las grandes federaciones deportivas internacionales, y es fuente obligada para cualquier informador que trate de conocer algo más sobre cómo funcionan de verdad las estructuras que mueven el deporte olímpico. Nacido en Washington y afincado en Londres como editor de Deportes en Europa y corresponsal olímpico de AP, este veterano periodista ha cubierto hasta la fecha 14 Juegos Olímpicos (7 de verano y 7 de invierno). Los primeros fueron en 1984 en Los Ángeles y sus decimoquintos serán en Río este verano.
Ante la proximidad del gran evento, hemos dialogado con Steve Wilson, quien, además de su reconocida labor de experto en AP, preside desde diciembre de 2014 la Asociación Mundial de Periodistas Olímpicos (OJA).
- ¿Cuántos periodistas son miembros de esta asociación y qué tipo de actividades promueven desde ella?
- La OJA cuenta actualmente con 146 miembros. El objetivo principal de esta asociación es representar a los periodistas que regularmente cubrimos las asambleas y actividades del Comité Olímpico Internacional. La asociación colabora con los dirigentes del COI en favorecer que los profesionales de la información hagan su trabajo en las mejores condiciones posibles. Anualmente publicamos un folleto con los datos de contacto de cada uno de los miembros, de comités olímpicos nacionales, federaciones deportivas internaciones, comités organizadores y otros organismos y personas clave dentro del movimiento olímpico. El año pasado celebramos una ceremonia durante la sesión que celebró el COI en Kuala Lumpur (Malasia) para distinguir a varios periodistas por su trayectoria profesional. Thomas Bach dio el discurso y concedió los galardones a Alain Lunzenfichter, David Miller y David Wallechinsky.
- Precisamente usted tomó el relevo al frente de la presidencia de la asociación de Alain Lunzenfichter, exredactor jefe de L'Équipe. ¿Qué supone suceder a alguien que ha sido y es una institución en el periodismo deportivo europeo?
- Conozco a Alain desde hace muchos años en los que hemos cubierto juntos reuniones del COI y Juegos Olímpicos. Además, hemos trabajado codo con codo en la OJA cuando yo era vicepresidente, por lo que la transición ha sido llevadera. A Alain le debemos muchísimo por haber sido quien creó esta asociación, con la que además sigue directamente implicado al ser el presidente honorario.
- Usted ha cubierto 14 Juegos Olímpicos desde 1984. ¿Cómo ha evolucionado el periodismo deportivo desde entonces?
- El cambio en estos años ha sido como de la noche al día. Llevaría escribir un libro para describir todo lo ocurrido. Pero le daré algunos ejemplos: internet como la conocemos hoy no existía en 1984, tampoco había ni Twitter ni Facebook ni redes sociales, muchos perioditas aún usaban máquinas de escribir, no había periodismo digital como tal,... Además, la industria de la prensa tradicional ha sido devastada como consecuencia tanto del auge de internet como de la contracción económica global; muchos periódicos cerraron para siempre y las plantillas de las redacciones se han visto reducidas. Así, cada vez se envían a menos periodistas a cubrir unos Juegos Olímpicos. El periodismo deportivo actual está muy enfocado a los contenidos pensados para lo móvil y para el vídeo especialmente. Las historias son más cortas. Al haber tantas personas accediendo a las noticias a través de los teléfonos y otros dispositivos, el contenido se dirige hacia esa audiencia digital. Los resultados y las crónicas han perdido interés. Los lectores quieren continuas actualizaciones y enfoques en un ciclo informativo ininterrumpido que dura las 24 horas.
"El periodismo deportivo ahora está muy enfocado a lo móvil. Las historias son más cortas y las crónicas han perdido interés. Los lectores quieren continuas actualizaciones y enfoques en un ciclo informativo ininterrumpido de 24 horas"
- A pesar de estos grandes cambios, hay cosas que siguen igual, como el hecho de que los deportes olímpicos sigan sin tener presencia habitual en la agenda mediática salvo los 16 'días de gloria' cada cuatro años. Quizá para que los medios prestasen más atención al olimpismo se necesita también de una mayor promoción de la cultura deportiva a la población desde la base, por parte de escuelas, organismos deportivos y administraciones.
- Es verdad que muchos medios apenas dedican espacio a los deportes olímpicos más allá del periodo de celebración de los Juegos. Es complicado para las modalidades olímpicas competir con los grandes deportes profesionales, sobre todo el fútbol en la mayor parte del mundo y la NFL, el béisbol y el baloncesto en Estados Unidos. Sería genial si los Juegos y a los deportes olímpicos recibieran una atención especial en los centros educativos. Eso definitivamente ayudaría a promover las diferentes modalidades y a darles un perfil mayor del que tienen. Precisamente uno de los objetivos prioritarios que persigue el nuevo Canal Olímpico del COI es ese: difundir los valores olímpicos y los deportes que conforman el programa de los Juegos a una audiencia joven y global a lo largo de todo el año. Veremos si este proyecto tiene éxito.
- ¿Con qué momentos de los vividos como periodista en unos Juegos Olímpicos se queda?
- He disfrutado de una infinidad de momentos, es muy difícil escoger siquiera uno. Diría que fue muy especial la experiencia vivida en 1994 en Lillehammer. Fue un momento mágico, quizá por la puesta en escena y el ambiente que se creó para albergar unos Juegos de Invierno. Las condiciones meteorológicas, la gente, el encanto del lugar, el colorido; todo se unió para crear un momento especial en el tiempo. En cuanto a momentos deportivos, ser testigo de las victorias de Usain Bolt en los 100 y 200 metros en Pekín y Londres fue algo realmente memorable.
- A medida que nos aproximamos a Río, parece que la oscuridad envuelve cada vez más la previa del gran evento. ¿Cómo afectarán al desarrollo de los Juegos los escándalos de corrupción y dopaje que están surgiendo en grandes federaciones deportivas internacionales?
- Ciertamente, los escándalos de la FIFA y la IAAF han copado el paisaje deportivo internacional en los últimos meses. El caso de la IAAF puede afectar a los Juegos de Río de forma directa, ya que los atletas de Rusia podrían no participar (si bien existe la posibilidad decente de que la prohibición se haya levantado para entonces). Por supuesto, el dopaje sigue siendo el asunto prioritario para el COI y los Juegos. Mucha gente sospecha que las prácticas de dopaje se encuentran extendidas en todos los deportes, incluso dentro de los mismos Juegos Olímpicos. Estos escándalos han manchado la imagen de los órganos rectores del deporte en general y, guste o no, el COI y otros organismos deportivos son vistos bajo el mismo prisma que la FIFA y la IAAF por el gran público. Será muy difícil desprenderse de esa imagen.
- Al menos el dopaje es algo que el COI puede tratar de erradicar, pero ¿qué hay de todos los problemas por los que atraviesa Brasil?
- Los Juegos de Río se están organizando en un país que se enfrenta a graves crisis económica, política y de salud. Quizá nunca antes los Juegos Olímpicos se hayan celebrado en un lugar con semejantes problemas financieros. Brasil atraviesa por su peor recesión en el último siglo, la inflación supera el 10 por cierto, el desempleo es alto. La presidenta Dilma Rousseff afronta procedimientos judiciales para ser destituida y su popularidad ha descendido hasta un 10 por ciento. El país hace frente a un gigantesco caso de corrupción donde está implicada la petrolera que controla el Gobierno, Petrobras. Y ahora el virus zika se propaga rápidamente y despierta inquietudes por lo que pueda afectar también a los Juegos. El Comité Organizador se ha visto obligado a recortar el presupuesto y algunas federaciones, en especial la de remo, están descontentas. Pese a todo, en general los recintos deportivos y las condiciones deberían estar bien.
- ¿Y qué hay del futuro de los Juegos?
- El futuro de los Juegos dependerá en gran medida de los presupuestos de las ciudades para acoger unos Juegos y de cómo estas sean capaces de vender el proyecto a los ciudadanos. Los organizadores tendrán que convencer a políticos y contribuyentes de que los Juegos no son un riesgo financiero sino una inversión que merece la pena. La debacle de la carrera de las candidaturas a 2022 ha demostrado cuánto trabajo les queda por delante al COI y al movimiento olímpico para garantizar que los Juegos tengan un futuro estable. Si las candidaturas quedan a merced de referéndums, muy pocas, por no decir ninguna, prosperarán.
- ¿Cuántos periodistas son miembros de esta asociación y qué tipo de actividades promueven desde ella?
- La OJA cuenta actualmente con 146 miembros. El objetivo principal de esta asociación es representar a los periodistas que regularmente cubrimos las asambleas y actividades del Comité Olímpico Internacional. La asociación colabora con los dirigentes del COI en favorecer que los profesionales de la información hagan su trabajo en las mejores condiciones posibles. Anualmente publicamos un folleto con los datos de contacto de cada uno de los miembros, de comités olímpicos nacionales, federaciones deportivas internaciones, comités organizadores y otros organismos y personas clave dentro del movimiento olímpico. El año pasado celebramos una ceremonia durante la sesión que celebró el COI en Kuala Lumpur (Malasia) para distinguir a varios periodistas por su trayectoria profesional. Thomas Bach dio el discurso y concedió los galardones a Alain Lunzenfichter, David Miller y David Wallechinsky.
- Precisamente usted tomó el relevo al frente de la presidencia de la asociación de Alain Lunzenfichter, exredactor jefe de L'Équipe. ¿Qué supone suceder a alguien que ha sido y es una institución en el periodismo deportivo europeo?
- Conozco a Alain desde hace muchos años en los que hemos cubierto juntos reuniones del COI y Juegos Olímpicos. Además, hemos trabajado codo con codo en la OJA cuando yo era vicepresidente, por lo que la transición ha sido llevadera. A Alain le debemos muchísimo por haber sido quien creó esta asociación, con la que además sigue directamente implicado al ser el presidente honorario.
- Usted ha cubierto 14 Juegos Olímpicos desde 1984. ¿Cómo ha evolucionado el periodismo deportivo desde entonces?
- El cambio en estos años ha sido como de la noche al día. Llevaría escribir un libro para describir todo lo ocurrido. Pero le daré algunos ejemplos: internet como la conocemos hoy no existía en 1984, tampoco había ni Twitter ni Facebook ni redes sociales, muchos perioditas aún usaban máquinas de escribir, no había periodismo digital como tal,... Además, la industria de la prensa tradicional ha sido devastada como consecuencia tanto del auge de internet como de la contracción económica global; muchos periódicos cerraron para siempre y las plantillas de las redacciones se han visto reducidas. Así, cada vez se envían a menos periodistas a cubrir unos Juegos Olímpicos. El periodismo deportivo actual está muy enfocado a los contenidos pensados para lo móvil y para el vídeo especialmente. Las historias son más cortas. Al haber tantas personas accediendo a las noticias a través de los teléfonos y otros dispositivos, el contenido se dirige hacia esa audiencia digital. Los resultados y las crónicas han perdido interés. Los lectores quieren continuas actualizaciones y enfoques en un ciclo informativo ininterrumpido que dura las 24 horas.
"El periodismo deportivo ahora está muy enfocado a lo móvil. Las historias son más cortas y las crónicas han perdido interés. Los lectores quieren continuas actualizaciones y enfoques en un ciclo informativo ininterrumpido de 24 horas"
- A pesar de estos grandes cambios, hay cosas que siguen igual, como el hecho de que los deportes olímpicos sigan sin tener presencia habitual en la agenda mediática salvo los 16 'días de gloria' cada cuatro años. Quizá para que los medios prestasen más atención al olimpismo se necesita también de una mayor promoción de la cultura deportiva a la población desde la base, por parte de escuelas, organismos deportivos y administraciones.
- Es verdad que muchos medios apenas dedican espacio a los deportes olímpicos más allá del periodo de celebración de los Juegos. Es complicado para las modalidades olímpicas competir con los grandes deportes profesionales, sobre todo el fútbol en la mayor parte del mundo y la NFL, el béisbol y el baloncesto en Estados Unidos. Sería genial si los Juegos y a los deportes olímpicos recibieran una atención especial en los centros educativos. Eso definitivamente ayudaría a promover las diferentes modalidades y a darles un perfil mayor del que tienen. Precisamente uno de los objetivos prioritarios que persigue el nuevo Canal Olímpico del COI es ese: difundir los valores olímpicos y los deportes que conforman el programa de los Juegos a una audiencia joven y global a lo largo de todo el año. Veremos si este proyecto tiene éxito.
- ¿Con qué momentos de los vividos como periodista en unos Juegos Olímpicos se queda?
- He disfrutado de una infinidad de momentos, es muy difícil escoger siquiera uno. Diría que fue muy especial la experiencia vivida en 1994 en Lillehammer. Fue un momento mágico, quizá por la puesta en escena y el ambiente que se creó para albergar unos Juegos de Invierno. Las condiciones meteorológicas, la gente, el encanto del lugar, el colorido; todo se unió para crear un momento especial en el tiempo. En cuanto a momentos deportivos, ser testigo de las victorias de Usain Bolt en los 100 y 200 metros en Pekín y Londres fue algo realmente memorable.
- A medida que nos aproximamos a Río, parece que la oscuridad envuelve cada vez más la previa del gran evento. ¿Cómo afectarán al desarrollo de los Juegos los escándalos de corrupción y dopaje que están surgiendo en grandes federaciones deportivas internacionales?
- Ciertamente, los escándalos de la FIFA y la IAAF han copado el paisaje deportivo internacional en los últimos meses. El caso de la IAAF puede afectar a los Juegos de Río de forma directa, ya que los atletas de Rusia podrían no participar (si bien existe la posibilidad decente de que la prohibición se haya levantado para entonces). Por supuesto, el dopaje sigue siendo el asunto prioritario para el COI y los Juegos. Mucha gente sospecha que las prácticas de dopaje se encuentran extendidas en todos los deportes, incluso dentro de los mismos Juegos Olímpicos. Estos escándalos han manchado la imagen de los órganos rectores del deporte en general y, guste o no, el COI y otros organismos deportivos son vistos bajo el mismo prisma que la FIFA y la IAAF por el gran público. Será muy difícil desprenderse de esa imagen.
- Al menos el dopaje es algo que el COI puede tratar de erradicar, pero ¿qué hay de todos los problemas por los que atraviesa Brasil?
- Los Juegos de Río se están organizando en un país que se enfrenta a graves crisis económica, política y de salud. Quizá nunca antes los Juegos Olímpicos se hayan celebrado en un lugar con semejantes problemas financieros. Brasil atraviesa por su peor recesión en el último siglo, la inflación supera el 10 por cierto, el desempleo es alto. La presidenta Dilma Rousseff afronta procedimientos judiciales para ser destituida y su popularidad ha descendido hasta un 10 por ciento. El país hace frente a un gigantesco caso de corrupción donde está implicada la petrolera que controla el Gobierno, Petrobras. Y ahora el virus zika se propaga rápidamente y despierta inquietudes por lo que pueda afectar también a los Juegos. El Comité Organizador se ha visto obligado a recortar el presupuesto y algunas federaciones, en especial la de remo, están descontentas. Pese a todo, en general los recintos deportivos y las condiciones deberían estar bien.
- ¿Y qué hay del futuro de los Juegos?
- El futuro de los Juegos dependerá en gran medida de los presupuestos de las ciudades para acoger unos Juegos y de cómo estas sean capaces de vender el proyecto a los ciudadanos. Los organizadores tendrán que convencer a políticos y contribuyentes de que los Juegos no son un riesgo financiero sino una inversión que merece la pena. La debacle de la carrera de las candidaturas a 2022 ha demostrado cuánto trabajo les queda por delante al COI y al movimiento olímpico para garantizar que los Juegos tengan un futuro estable. Si las candidaturas quedan a merced de referéndums, muy pocas, por no decir ninguna, prosperarán.
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