El considerado como longform multimedia fundacional, de agosto de 2012.
En momentos de incertidumbre y austeridad dentro de la industria mediática la innovación resulta más arriesgada y costosa, lo que hace que se frenen tendencias narrativas que en los últimos años han sido sobresalientes dentro del panorama periodístico digital.
Entre esas nuevas fórmulas narrativas que despuntaron en la última década pero que se han venido apagando poco a poco, se encuentra el longform multimedia, una modalidad de reportaje visual de larga extensión, normalmente de autor y que combina vídeos, fotos, audios y gráficos de manera interactiva que se abren y se cierran a medida que se avanza en la lectura haciendo 'scroll'.
Al igual que ha ocurrido con otras muchas innovaciones narrativas recientes, el longform multimedia no solo vio la luz en el ámbito deportivo, sino que fue en este donde más se ha desarrollado y desde donde más se ha influido para que medios generalistas lo hayan adoptado para contar historias de otras temáticas.
Descubrimiento en 2012 y rápida eclosión
Primero ESPN, dentro de su serie 'Outside The Lines', publicó en agosto de 2012 el reportaje 'The Long, Strange Trip of Dock Ellis', pieza multimedia sobre una figura del béisbol norteamericano y basada en la narrativa scroll. En diciembre de ese mismo año, The New York Times relanzó definitivamente el género con el proyecto multimedia 'Snow Fall: The Avalanche at Tunnel Creek', la historia trágica de un grupo de dieciséis esquiadores expertos atrapados en un alud en las montañas Cascade en el estado de Washington a partir de un texto de John Branch.
Estos dos trabajos mostraron al mundo cómo la experimentación narrativa podía enriquecer aún más una gran historia, cómo se podía ofrecer al lector nuevas experiencias de lectura y atrapar su interés independientemente de la longitud del texto, y cómo los medios periodísticos podían potenciar su marca asociándola a contenidos de calidad en los albores de un camino que luego se ha demostrado definitivo hacia modelos de negocio por suscripción.
Y todo esto motivó en apenas unos meses una rápida eclosión el longform multimedia en varios medios digitales, que sobre todo lo emplearon para contar historias cautivadoras, recrear hazañas deportivas y recuperar curiosidades y héroes olvidados. En 2013 la apuesta por el longform fue evidente en The New York Times o The Washington Post, que probaron el formato desde sus potentes departamentos de gráficos y otros decidieron crear sitios específicos para alojar este tipo de reportajes.
Así lo hicieron:
. SBNation
. ESPN
Esta corriente narrativa tendría también sus primeros ecos en España a través del lanzamiento de El Enganche, medio deportivo especializado en fútbol internacional que fue pionero dentro del ámbito deportivo nacional en el empleo de este tipo reportajes y en la implantación de un modelo de pago por suscripción.
2016: comienza el estancamiento
A finales de 2015 llegó la noticia del repentino cierre de Grantland, web perteneciente al conglomerado de ESPN que había apostado desde su creación en 2011 por el periodismo deportivo narrativo y había cultivado con éxito el longform multimedia con el sello de autor, como los firmados por uno de sus periodistas estrella, Brian Phillips. Este acabaría siendo el primero de muchos reveses para el devenir de este género narrativo.
Las dudas que plantea a muchos medios, entre ellos los deportivos, la viabilidad económica de determinados nuevos formatos digitales, que aun así no dejan de explorarse, fueron aminorando paulatinamente la producción de proyectos costosos a la espera de hallar respuestas financieras convincentes.
Quizá esto explique que SBNation abandonara el sitio que creó para alojar este tipo de reportajes a principios de 2016 (el último publicado data de febrero de ese año. O que Sports Illustrated pasase a producir longform con menos frecuencia que antes. O que L'Équipe se empezara a plantear la posibilidad de convertir en un portal diferenciado por suscripción a su sección más vanguardista, L'Équipe Explore, un producto caviar que llega a costar hasta 15.000 euros la pieza. Una vez pasada la etapa de experimentación inicial, ahora se buscaba la forma de rentabilizar este tipo de trabajos.
De esta forma, la edición digital del diario francés pasó a experimentar más con otros formatos que con el longform, como webdocs, videorreportajes inmersivos o líneas de tiempo con datos dispuestas en un scroll horizontal.
Incluso otro medio innovador como Bleacher Report a través de su Mag, donde siempre ha expuesto lo mejor de su periodismo narrativo, desechó casi desde el principio el parallax y el 'scrollytelling' en su continua fase de experimentación para llegar más y mejor a las audiencias, y pasaría a priorizar más contenidos audiovisuales y creatividad para redes sociales.
Cierres de medios y la caída definitiva del formato
Aunque ESPN, ya sin Grantland, intentó relanzar las historias largas creando a mediados de 2016 Doubletruck, página que aglutinaría todos sus reportajes longform e interactivos, la producción ya había comenzando a desacelerarse. En esta página el último reportaje largo es de noviembre de 2018.
En Sports Illustrated, entretanto, se abandona definitivamente su sitio Longform, donde el último trabajo que ahí aparece, sobre la evolución de jugadores extranjeros en la NBA, data de enero de 2018. La prestigiosa revista estadounidense ya había comenzado a desangrarse. Ese mismo mes había dejado de publicarse semanalmente en papel y pasó a ser quincenal.
Luego vendrían sucesivos despidos hasta que en junio de 2019 se anunció la venta de la cabecera a la 'startup' TheMaven, más interesada en el marketing que en el periodismo de calidad. Así acabaron marchándose de SI algunos de sus periodistas más rutilantes, como Chris Ballard, uno de los grandes cultivadores del longform en la revista.
Mientras tanto, ESPN The Magazine, la revista cuya versión digital era el medio que más había apostado por el longform multimedia, desapareció en septiembre de 2019. ESPN se deshacía del papel, se apartaba del periodismo narrativo y pasaba a volcar su apuesta en el streaming digital, en el entretenimiento y en ambiciosas producciones audiovisuales.
A todo esto se le sumó, también en 2019, el cierre de Deadspin, sitio deportivo irreverente que durante muchos años ofreció una visión del deporte en su contexto político y social y que de pronto asistió a una ola de renuncias de editores y reporteros, por no estar de acuerdo con el mandato 'stick to sports' de sus nuevos propietarios. Con la desaparición de Deadspin, también se fue un medio que destacó en la producción de grandes reportajes longform, como este sobre el fútbol en Ciudad Juárez.
The Athletic, el último refugio
Y así llegamos a la situación actual, en la que el longform multimedia, tal como se concibió en sus orígenes, hace ahora casi ocho años, ha pasado de ser tendencia a ocupar un lugar residual dentro de las narrativas digitales en deportes.
Todo esto se ha dio viendo reflejado en los últimos tiempos en:
1) Los sitios contenedores de historias de largo formato, como Longform y la cuenta francesa de curación especializada en Twitter Long Format, donde se hace evidente que cada vez hay menos trabajos longform multimedia, mientras abundan textos largos sin más y una apuesta por el formato largo en podcast.
2) La recopilación anual que elabora Glenn Stout en su volumen The Best American Sports Writing, que cada vez ha ido incluyendo menos textos publicados en el formato longform digital interactivo.
Aparte de apariciones esporádicas en medios de referencia, como en España El País o el diario Marca, como una estrategia de innovación de largo recorrido, el último gran refugio del longform es The Athletic, el medio deportivo más disruptivo del momento.
Este digital despliega desde diciembre de 2017 su sitio The Athletic Ink, donde aloja todos sus reportajes largos. La mayoría son texto y fotos, muy alejados de la apuesta narrativa de ESPN y 'Snowfall', pero al menos permiten pensar en que el formato pueda relanzarse y revivir parte de ese esplendor reciente.
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