'Informe Robinson' cerró ayer un ciclo después de 13 años de vida, ligadas a su creador, Michael Robinson, fallecido el pasado mes de abril. Todo el equipo de redactores y realizadores que trabajaron con él desde la primera emisión del espacio, allá por octubre de 2007, hizo posible anoche el último informe, llamado "Good, better, best", con el que rindieron un emotivo homenaje al legado profesional y personal del entrañable futbolista y comunicador inglés.
Y aunque Movistar + ha anunciado una nueva temporada del programa, que pasará a denominarse 'Informe +', esta última emisión puede considerarse el final de un ciclo, en el que algunos de los colaboradores y amigos que crecieron profesionalmente a su lado, dejarán de estar en el programa para dejar el paso a otros, manteniendo siempre ese estilo de contar historias con el que Robinson creó escuela.
Una de esas personas que estuvo con él desde los inicios de este programa y le acompañó hasta el final fue Luis Fermoso, que ha sido subdirector de 'Informe Robinson', donde firmó memorables guiones y realizó entrevistas inolvidables. Hemos conversado con Fermoso para conocer algo más de Michael y de lo que ha supuesto para él y otros compañeros haber compuesto la pieza-homenaje que se emitió ayer.
- Con "Good, better, best" han puesto fin a un trayecto profesional y personal y han rendido homenaje a su amigo y compañero de tantos años. ¿Qué sensaciones le deja todo esto?
- Son mil sensaciones todas juntas. Hay un punto de fin de ciclo de una cosa muy bonita. Somos un equipo pequeño de cinco redactores y cuatro realizadores y todos 'hemos vuelto a casa' en el sentido metafórico de la expresión al hacer este reportaje; todos hemos hecho nuestra parte y ha sido muy emotivo que todo el equipo pudiera trabajar ese material tan sensible tras 13 años juntos. También ha sido duro, qué duda cabe, pero Michael ha estado en las mejores manos, en manos de su familia, de su otra familia aparte de la biológica. Así el legado que nos dejó lo contamos quienes más cerca estuvimos de él profesionalmente.
- Han contado la trayectoria deportiva y personal de alguien que usted ha calificado como "irrepetible".
- Se dan una serie de circunstancias con Michael que no van a volver a pasar: un futbolista de Blackpool que quiere triunfar en el todopoderoso Liverpool, que tiene inquietudes culturales que le depositan de pronto en Pamplona, que sin tener ni 'papa' de español se convierte en líder de la comunicación en este país..., y luego está esa forma de comunicar y de manejar un lenguaje propio. Recuerdo lo que él me decía en la última entrevista que le hice, ya cuando peleaba contra el cáncer: "¿Qué posibilidades tenía un inglés de Blackpool de triunfar en el mundo de la comunicación en España sin saber ni español, un 1%? ¿Pues cómo no voy a pelear ahora ese uno por ciento para curarme?".
Yo estaba en la Universidad (estudié Sociología en la Universidad de Salamanca y luego haría el Máster de Periodismo de El País) y Michael ya era una estrella de la comunicación. Tuve la gran suerte de que un año después ya estaba trabajando a su lado. Aprendí con él y a nivel periodístico me ha marcado; para mí ha sido el referente. Se puede decir que el libro de estilo de Michael Robinson lo tenemos tatuado en nuestro ADN los periodistas deportivos de Movistar +.
- ¿Cuáles fueron sus mejores enseñanzas? ¿Con cuáles se queda?
- Me quedo con tres sobre todo: primero, con el respeto a la audiencia, el tratarla de manera sosegada, sin estridencias; segundo, la capacidad para analizar los ángulos de cada cosa (cuando le proponías un tema o una historia siempre te ponía la linterna en un rincón donde no se te había ocurrido mirar, como lo hizo en 'El Día Después'); y tercero, ese punto de sembrar siempre la duda al periodista: si no tienes por qué aportar, si la imagen ya cuenta la historia por sí sola, el periodista ha de apartarse, saber dar ese paso atrás tan necesario para dejar que todo fluya con naturalidad. Son lecciones que hacen pensar mucho si miramos el periodismo que se hace hoy día. Desde luego, me quedo con esa mirada inteligente, con esa educación, con ese sosiego a la hora de afrontar las cosas.
- Desde luego acaba de resumir en unas líneas el libro de estilo Robinson al que antes se refería.
- Sí, se puede resumir así.
- ¿Alguna de sus frases o reflexiones que más le llegaron, o que más le han servido?
- "El miedo al fracaso como motor", ese miedo a no hacerlo bien, que es lo que hace que dediques más horas para hacerlo lo mejor posible. Es con la que más me identifico y la que más me ha servido. Luego está esa actitud de ofrecerte y darlo todo en todo momento, esa forma de entregarse y de poner pasión en cada tarea. Y luego, el cómo se tomó la vida: para él todos los días eran viernes por la tarde. Esa alegría que siempre mostraba provocaba una envidia muy sana.
- El director de Contenidos de Movistar+, Álex Martínez Roig, destacó la aportación de Michael Robinson como ejemplo de "periodismo de larga distancia, trabajado, emocional y de calidad". El hecho de que llegase alguien del fútbol para hacer buen periodismo y enseñar a hacerlo da mucho que pensar, ¿no?
- Pues sí, lo es si pensamos en ese "periodismo de calidad" viniendo de alguien que no era periodista, pero que se ha comportado como el mejor, como alguien que, sin duda, había nacido para comunicar. No sé si a lo mejor había nacido para ser futbolista, teniendo en cuenta que en su tiempo libre no veía fútbol y le gustaba más leer libros o cocinar, pero está claro que nació para comunicar. Sin serlo marcó un camino en el periodismo deportivo de este país, el cual tiene que ver con la forma de entender la vida desde el sosiego y la emoción, y que se plasmaba luego en esa manera tan peculiar de contar visualmente las historias.
- El libro de estilo de 'Informe Robinson' consistió en utilizar el deporte como la mejor excusa posible para contar grandes historias. Sé que después de tantos programas la pregunta no es fácil, pero si tuviera que elegir, ¿con qué historias se quedaría?
- Me quedaría con estas cuatro:
1. Empezaría por el primer programa y dentro él "Generación Casillas", que reunió a los compañeros de Iker en el Real Madrid C, de Tercera División, y nos enseñó el camino de cómo se puede contar una historias sobre deporte pero donde el deporte no es imprescindible.
2. Luego "Lágrimas por Londres", sobre Carolina Rodríguez, gimnasta de padres sordomudos en su lucha por llegar a los JJ.OO. de 2012, que fue el verdadero pistoletazo de salida a una manera de contar a través del poder de las imágenes y los silencios.
3. Entre los más mediáticos hay dos. Uno, el rescate del montañero Iñaki Ochoa de Olza en el Annapurna, y que Pep Guardiola lo puso antes de un partido de Liga ante el Málaga en el Camp Nou para motivar a sus jugadores.
4. Y, claro, está "Cuando fuimos campeones del mundo", la historia deportiva jamás contada a nivel de sentimientos, con testimonios de todos los jugadores de la selección española de fútbol que ganó el Mundial en Sudáfrica.
- Ahora que se abre una nueva etapa del programa bajo la denominación de 'Informe +', ¿ha llegado para usted el momento de hacer otras cosas?
- De alguna manera ya he venido haciendo otras cosas en los dos últimos años, si bien todas ellas tienen que ver con esa misma manera de contar historias en televisión. El nuevo programa seguirá y, aunque echaremos de menos esas siluetas de Michael y sus entradillas, mantendrá esa línea ya trazada por él. En mi caso, es un punto de fin de trayecto, aunque sigo en Movistar + con otros proyectos. El próximo, el estreno el próximo 27 de noviembre de "Colgar las alas", la serie documental de seis capítulos sobre la vida de Iker Casillas desde la noticia de su infarto y en la que he trabajado como redactor y guionista.
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