Fernando Arrechea en Olimpia. |
Fernando Arrechea es una de las principales autoridades nacionales en la investigación sobre la historia del deporte y, muy especialmente, la historia del deporte olímpico. Nacido en Tarragona en 1972, este licenciado en Historia es autor de libros como 1900. La Primera Aventura Olímpica Española (2009) u Olímpicos españoles I. De los orígenes a 1936 (2011), y es miembro de la Sociedad Internacional de Historiadores Olímpicos (ISOH) y del Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español (CIHEFE), en cuya revista, Cuadernos de fútbol, publica habitualmente. Además, es autor del blog Olimpismo, un sitio creado en el año 2007 y que desde entonces se ha convertido en referencia para periodistas e investigadores. Como él mismo se encarga de advertir en la propia cabecera de este blog, se trata de un sitio "que todo el mundo visita, muchos plagian y casi nadie cita".
Periodismo Deportivo de Calidad se ha puesto en contacto con Arrechea para conocer algo más de su trayectoria investigadora y sus puntos de vista sobre la situación por la que atraviesan en España los estudios sobre temas olímpicos, así como la importancia que desde los medios de comunicación se les presta a otros deportes, todo aquello que no sea exclusivamente fútbol masculino. Aprovechando la próxima celebración de la Asamblea del Comité Olímpico Internacional (COI) el 7 de septiembre en Buenos Aires (Argentina), también hemos querido contar con su análisis sobre las opciones reales de la candidatura de Madrid para ser designada sede de los Juegos Olímpicos de 2020 y de lo que puede suponer su elección para el futuro del deporte español.
- Usted ha señalado en alguna ocasión que se adentró en el estudio historiográfico del deporte guiado por la curiosidad de hallar respuestas para preguntas a historias olímpicas que se habían contado con inexactitud o de forma incompleta. ¿Cómo empezó todo exactamente?
- Todo empezó en el verano de 2004 cuando el COI anunció cambios en el medallero de París 1900 y el reconocimiento de un oro en pelota vasca a Villota y Amézola. Me pareció fascinante que en 2004 pudiera reconocerse una medalla de 1900 y empecé a investigar sobre ello. Rápidamente me di cuenta de que no sabía apenas nada del tema ni a nadie parecía interesarle en exceso. Cansado de esperar respuestas a los interrogantes me puse a buscarlas y desde entonces me he ido involucrando más y más.
- Y se encontró en un ámbito de investigación donde todavía hay muchos datos por cerrar y muchas historias por contar, ¿no?
- Realmente sí. Hay muchos temas que no se habían investigado jamás de forma seria, como la participación española en los primeros Juegos Olímpicos. Constantemente se repetían los mismos errores copiando libros anteriores y prácticamente nadie acudía a las fuentes ni aportaba nada nuevo.
La supuesta medalla (“primera medalla olímpica española”, nada más y nada menos) de plata del marqués de Villaviciosa en París 1900 en tiro con arco es el mejor ejemplo de ello. Un disparate repetido durante casi 60 años, ya que ni fue una medalla olímpica ni fue en tiro con arco. Todo el que escribía algo sobre españoles en Juegos Olímpicos copiaba eso de un libro anterior y repetía lo mismo. Hasta familiares del marqués escribían cartas a los medios de comunicación diciendo “dejen de repetir eso, no es cierto”, pero daba igual. Como este ejemplo hay muchos más, pero este siempre me ha parecido el más divertido.
- ¿Por qué en España la historia del deporte en general, y la historia del olimpismo en particular, sigue siendo una disciplina que no goza del reconocimiento, del apoyo y de la organización de otros países europeos como Francia, Reino Unido o Alemania?
- Creo que es algo que está cambiando recientemente, parece que algunos periodistas con sensibilidad por la historia están haciendo una buena labor de divulgación. Paco Grande y su “Conexión Vintage” es el mejor ejemplo.
Otra cosa es el mundo universitario. Allí parece que la historia del deporte no acaba de encontrar su sitio, con contadas excepciones. Parece que si eres un historiador del deporte tienes que ser un freak, un historiador aficionado que se dedica a ello en los fines de semana. En otros países no es así, se respeta la historia del deporte y se le dedican recursos. Son países que respetan su historia y no distinguen entre historia de primera e historia de segunda.
Hace años en los Países Bajos lanzaron una campaña nacional en todos los medios de comunicación para localizar e identificar a un deportista neerlandés de los primeros JJOO al que los historiadores no habían podido identificar plenamente. Todo el mundo se ilusionó con la búsqueda. Algo así sería inimaginable en España.
- Sin embargo, en las dos últimas décadas han proliferado los Centros de Estudios Olímpicos en distintas universidades españolas. ¿Acaso aquí no se ocupan de la investigación histórica?
- Algunos Centros de Estudios Olímpicos son demasiado recientes como para valorarlos. El más antiguo, el de la Universidad Autónoma de Barcelona, tiene un buen merecido prestigio internacional en estudios de marketing, impacto de los Juegos, medios de comunicación, etc. Esperemos que alguno de estos nuevos centros se quiera especializar en historia y lidere las investigaciones en estos campos. Los particulares que nos hemos dedicado a ello de forma independiente y autofinanciada lo agradeceríamos porque tenemos unas limitaciones de presupuesto y tiempo disponible evidentes, sería mejor para todos que instituciones con recursos tomaran ese relevo. Trabajo por hacer hay.
- Su colega portugués Francisco Pinheiro declaró en este blog que, a su entender, resulta imposible contar la historia del siglo XX sin que se hable de deporte, pero las asignaturas de Historia se siguen enseñando así, al igual que ocurre con los cursos de Educación Física, que dan poca importancia a la Historia. ¿No sería deseable un acercamiento mutuo, un mayor trabajo interdisciplinar?
- Sin duda, la historia del deporte debería ser tenida en cuenta en cualquier ensayo sobre la historia del siglo XX. Se tiene en cuenta la historia de los movimientos sociales, de la cultura, del arte, pero parece que la historia del deporte cuesta más. Da como vergüenza. Para hablar de la España de 1950 se considera significativo explicar que se estrenó una película determinada o que en la radio sonaba una copla de fulanita, pero explicar que la selección española de baloncesto jugó el Mundial en Argentina y los yugoslavos se negaron a jugar contra un “país fascista” o que la selección de fútbol en el Mundial de Brasil hizo un gran papel y eso fue usado por el régimen se considera frívolo y anecdótico. Una chorrada vamos.
- Mientras la historia del deporte como fenómeno social siga siendo una materia por explorar, minoritaria, ¿cabe hablar de cultura deportiva en un país?
- En mi opinión no. Cultura deportiva es amor por todos los deportes en el pasado, el presente y el futuro. En España hay amor por un único deporte (fútbol) y en su presente y futuro. No podemos pedir a nadie que sea un experto en todos los deportes pero sí que los respete, tampoco pido a nadie que conozca la historia del deporte español al dedillo pero sí que tenga curiosidad.
- Si la cultura deportiva es una cuestión estructural, quizá haya que empezar por la base, que está en los colegios, enseñando reglamentos, historia de competiciones y valores olímpicos. En la quinta Conferencia Internacional de Ministros de Cultura, Educación y Deporte de la Unesco se suscribió la Declaración de Berlín, que recoge ideas en este sentido.
- Es cierto, la Educación Física en los colegios puede aportar mucho en ese sentido. Pero la clave está en los medios de comunicación. Mientras sea más noticia el cambio de peinado de Neymar que una medalla española en tiro o un partido de la selección femenina de fútbol, el trabajo de la Unesco será infructuoso en países como el nuestro.
- Precisamente en su artículo 12, esta Declaración señala que el desarrollo de una política de Educación Física y Deporte atañe no solo a administraciones públicas, federaciones y otros estamentos deportivos, sino también a empresas privadas y a los medios de comunicación. También atañe a los periodistas deportivos.
- Exacto. Los periodistas deportivos tienen una enorme responsabilidad en ese terreno, pero la mayoría son futboleros, algunos incluso reconocen su desinterés por cualquier otro deporte. La excusa es la audiencia, ya lo sabemos. Pero TVE ya no tiene esa excusa y por eso disfrutamos de “Conexión Vintage”. También tienen mucho mérito los periodistas de empresas privadas (no diré nombres para no ponerles en un compromiso) que consiguen “colar” artículos históricos frente a la presión del mercado y de sus jefes que demandan temas mediáticos: el peinado de Neymar, la novia de fulanito, el tatuaje nuevo de zutanito…
-De hecho, el periodismo mantiene una cuenta pendiente con el deporte en su más variada y completa dimensión que solo salda durante el encendido del pebetero cada cuatro años. Pasadas esas semanas...
- Siempre recordaré un supuesto chiste que apareció en un diario deportivo nacional de cuyo nombre no quiero acordarme durante unos JJOO. Un señor le decía a otro: “hoy hay Juegos” y el otro respondía algo así como: “sí, el Madrid juega un torneo de verano y el Betis otro y el Athletic, etc.”
Me pareció muy ofensivo pero con el tiempo lo asimilé. Era sinceridad. Expresaban lo que opinaban realmente. Un Torneo de Verano de fútbol era más importante que los Juegos Olímpicos. Pues muy bien, pero luego que no reclamen medallas ni hagan ningún tipo de reproche. Todos a mirar el Ramón de Carranza o el Teresa Herrera.
- ¿En qué medida este hándicap de cultura deportiva en España puede restar opciones a Madrid en la elección por parte del COI de la sede para los JJ.OO.de 2020, sobre todo frente a Japón, una sociedad con mayor tradición deportiva?
- Sinceramente no creo que sea decisivo, los señores y señoras del COI están por otras cosas. Pero eso no quiere decir que la candidatura de Madrid 2020 no debiera trabajar más esos aspectos históricos, culturales y sentimentales. No costaría nada y podría suponer algún voto en Buenos Aires. Se recuerda la candidatura de 1972 pero no se habla de Francisco Alcántara, un periodista que en 1906 ya hablaba de construir un estadio y otras instalaciones para JJOO en la planicie de San Isidro. Tampoco se recuerda a un madrileño como Fernando Sanz (hijo no reconocido de Alfonso XII) que se fue a París y ganó la plata en ciclismo en 1900. Son historias que a algunos miembros del COI les gusta oír. Repito que en ningún caso sería algo decisivo, pero trabajar estos temas tendría un coste cero y podría suponer algún voto. Barcelona 92 lo hizo especialmente bien.
- En cualquier caso, da la sensación de que ninguna de las tres candidaturas resulta del todo convincente para los evaluadores del COI. ¿Se atreve a hacer un pronóstico?
- En alguna ocasión he acertado los ganadores de estas carreras y eso me ha dado fama de “experto”. Pero lo cierto es que también he cometido errores, por ejemplo no creía que el COI se fuera a atrever a dar los JJOO 2016 a una candidatura a la que habían evaluado tan negativamente como Río de Janeiro. Me equivoqué. Realmente no soy ningún experto, solo alguien que sigue estos temas con mucho interés y procura estar bien informado.
Espero y deseo que gane Madrid. Su estrategia de no cometer grandes errores, seguir un camino tranquilo y coherente y esperar errores y problemas de los demás puede ser suficiente pese a la crisis económica. A Tarragona le sirvió para ganar los Juegos Mediterráneos 2017 de forma increíble cuando parecía imposible. Pero todas las rivales fueron cayendo por problemas internos. Madrid 2020 puede ser una historia similar.
-¿Qué es lo que se juega realmente España en esa elección del 7 septiembre? En opinión de Ángel Vázquez (Pasaporte Olímpico), una derrota de Madrid podría suponer no solo la pérdida de toda una generación de deportistas, sino incluso parte del trabajo labrado a nivel organizativo y de formación desde los JJ.OO. de Barcelona 92.
- Eso es complejo. ¿Realmente la evolución del deporte español debe depender de tener JJOO cada 30 años? Recuerda a la expansión urbanística de Barcelona a golpe de eventos (Exposiciones Universales, Juegos Olímpicos). Me gustaría que el deporte español (las federaciones, los clubs) pudiera encontrar sus vías de financiación sin depender de excusas como ser sede olímpica y sin depender de los Presupuestos Generales del Estado o de otras administraciones.
Excelente entrevista José Luis; y qué decir de tal ilustre entrevistado, una de las referencias del Olimpismo en España.
ResponderEliminarYo también pienso que el desarrollo del deporte español, de sus clubs, federaciones, infraestructuras, etc. no debiera depender de la celebración de unos JJOO, pero sí es cierto que la concesión de tal evento potencia, desde el punto de vista sociológico, la cultura deportiva. Un mayor conocimiento e implicación de la sociedad en un evento como los JJOO, universaliza los deportes olímpicos, su tradición, su historia, sus reglas, etc. y esto es clave en un país como el nuestro para superar esa enfermedad crónica española llamada "futbolitis".
Un saludo y enhorabuena por la entrevista! Hay que seguir apostando por la #cultura deportiva!!
Muchas gracias, José. La cultura deportiva debe ser una apuesta de todos, de manera muy especial de los periodistas. Por eso, este blog y esta entrevista. Seguimos. Un saludo
EliminarTodos podemos poner nuestro granito de arena no entrando en las noticias de futbol de los medios digitales por ejemplo
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