La mayor parte de los deportes más universales se han desarrollado de forma paralela en diversos puntos del arco hispanohablante a lo largo del tiempo, aunque de una manera dispar desde un punto de vista tanto social como cultural. Este proceso evolutivo asimétrico ha provocado que actualmente coexistan varias alternativas terminológicas dentro del idioma para referirse a un mismo concepto deportivo y que, si hablamos de español internacional en un periodismo cada vez más global, haya que elegir la opción más natural y extendida dentro del mercado al que nos dirijamos.
Se trata, sin duda, de una cuestión compleja que medios internacionales como las grandes agencias informativas han de resolver con recomendaciones flexibles y articuladas siempre con sentido común dentro de sus respectivos libros de estilo. Esta complejidad es aún mayor si tenemos en cuenta que la mayoría de las modalidades siguen construyendo su vocabulario a partir de extranjerismos que no siempre proceden de una misma lengua; que existen variantes según la zona del español de la que hablemos debido a las zonas de influencia histórica de unos países (idiomas) sobre otros.
Este es el caso de las referencias periodísticas en lengua española al rugby, un deporte donde la mayoría de los términos que se manejan son extranjerismos. Estas voces foráneas, principalmente anglicismos, han seguido empleándose en los medios en su forma original debido a su concisión; definen a la perfección y en una sola palabra un concepto ya aceptado y consolidado en el uso entre jugadores, entrenadores y periodistas especializados, lo que realmente dificulta bastante la posibilidad de hallar una correspondencia en español que sea convincente y, al mismo tiempo, no comporte una pérdida parcial de significado.
Así, no suelen traducirse palabras como flanker, con que se denomina a cada uno de los dos jugadores que juegan con los números 6 y 7 y que forman parte de la tercera línea del equipo; maul (pronunciado [mol]), tipo de formación espontánea que se produce cuando el jugador que tiene la posesión del balón está siendo sujetado por uno o más jugadores del equipo contrario; o ruck [rak], agrupamiento entre jugadores de ambos equipos que están en contacto físico y de pie, empujándose para hacerse con la posesión de la pelota, que está en el suelo entre ellos (en este caso la equivalencia es melé abierta o melé espontánea).
Sin embargo, como ocurre en el resto de modalidades, también en el rugby la asunción de formas extranjeras convive con la adaptación de términos. Algunas traducciones afianzadas son, por ejemplo, ensayo (try), patada a seguir (chip), botepronto (drop), talonador (hooker), zona de marca (in-goal), parada de volea (mark), línea defensiva (back line), continuidad (continuity), transformación (conversion kick) o zaguero (fullback).
Mientras otros deportes han forjado su léxico casi exclusivamente a partir de la lengua del país inventor, el rugby también ha desarrollado su vocabulario en lengua española tomando como referencia el francés, una lengua cercana y muy influyente, sobre todo a raíz de la eclosión allí de este deporte desde mediados del siglo XX y de la cobertura periodística realizada con motivo de la participación de la selección nacional (les Bleus) en el hasta hace quince años llamado Torneo Cinco Naciones.
Lo cierto es que hoy día en España, casi al contrario de lo que ocurre en países de América del Sur donde la asunción de anglicismos es más habitual, se utiliza más melé (hispanización de mêlée) que scrum, de la misma forma que se prefiere avant a forward pass (pase adelantado), o se suele optar antes por la grafía francesa touche a la inglesa touch para hablar de saque de lateral o línea de puesta en juego.
De la misma manera, en español se ha tomado más como referencia el francés para forjar palabras y expresiones como juego a la mano (más cercano a jeu à la main que a handling), juego al pie (jeu au pied / kicking play), pilar (pillier / prop), placaje (placage / tackle) o medio de apertura (demi d'ouverture / fly-half).
Anglicismos y galicismos coexisten y constituyen así una parte esencial de la terminología del rugby, cuyo desarrollo ha motivado estudios específicos en diccionarios y glosarios. Entre ellos, destaca, con más de 200 entradas en cuatro idiomas (español, catalán, inglés y francés), el Diccionario de rugbi publicado por el TERMCAT en el año 1995 dentro de su colección de diccionarios deportivos y que fue actualizado en 2008.
Aquí mostramos una breve relación de diccionarios y glosarios para saber más sobre el vocabulario del rugby, los cuales serán de ayuda para seguir el Campeonato del Mundo que se disputará a partir del 18 de septiembre y durante casi un mes y medio en Inglaterra y País de Gales:
. Diccionario de rugbi. TERMCAT (2008)
. Rugby Union Glossary. ESPN
. Le lexique du rugby. Le Monde (2007)
. Glosario de rugby. Wikilengua. Fundéu
. El vocabulario del rugby. El País (2010)
. El diccionario del rugby: historia, reglas y vocabulario imprescindible I. Y II. Deporadictos (2015)
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