lunes, 30 de enero de 2017

Javier Galán: "Si el buen periodismo no es rentable, apaga y vámonos; nuestra profesión no tiene sentido"

El profesor Javier Galán.
A quienes llegamos a la universidad para contribuir a la formación de periodistas nos mueve un compromiso de servicio público que es inherente a la profesión, una “vocación por lo correcto”, tal como el propio Joseph Pulitzer definió su inquietud por elevar la categoría del periodismo a través de la formación académica. Ese compromiso pasa por promover la reflexión e inculcar al futuro profesional una conciencia de la responsabilidad social que comporta su labor, así como por orientar al estudiante para conozca y maneje las mejores herramientas que estén a su alcance con vistas a dar el salto al mercado laboral con la mayor empleabilidad.

La enseñanza universitaria del periodismo no puede permanecer ajena al vertiginoso proceso de cambio por el que atraviesa el sector de los medios de comunicación, inmerso en una obligada reconversión posindustrial, la cual ha traído consigo la creación de nuevos perfiles profesionales y de nuevas tareas, nuevas necesidades y nuevos retos. Entre ellos, el abrirse paso a través del emprendimiento para montar su propio medio de comunicación.

Con el fin de satisfacer esto último, varios profesores acaban de publicar el libro Empresa informativa XXI. Planificación estratégica. En la obra, que coordina Javier Galán Gamero, profesor titular de Gestión de la Empresa Informativa y Periodismo Institucional en la Universidad Carlos III de Madrid, también participan Francisco Javier Caro González (Universidad de Sevilla), Juan Luis Manfredi Sánchez (Universidad Castilla-La Mancha) y Guadalupe Aguado Guadalupe (Universidad Carlos III).

El texto se estructura en 16 capítulos, que abordan la nueva configuración de la industria de las noticias, el concepto y la naturaleza de la empresa periodística, la oferta de las empresas periodísticas, aspectos clave del mercado informativo, el modelo de negocio, la cultura empresarial, la estructura y la organización empresarial, la dirección de operaciones, la comercialización del producto informativo, la planificación estratégica, los pasos para la constitución de una empresa, la financiación de proyectos periodísticos, la gestión eficaz de los recursos humanos, la responsabilidad social de las empresas informativas, la presentación de los trabajos emprendedores y el marco regulador de las empresas informativas.

Hemos conversado con el coordinador de este libro, Javier Galán, para conocer las claves de este relevante manual que aspira a situarse muy pronto como texto de referencia en la asignatura de Empresa Informativa de todas las facultades de Periodismo en España.

- ¿Por qué surge la idea de este libro? ¿Qué necesidad intenta cubrir?
- Ya desde hace unos años en el departamento de empresa informativa de la Universidad decidimos dar un cambio en el planteamiento de la asignatura: deberíamos explicar a los alumnos cuál es la situación y qué oportunidades se pueden encontrar en ella. Por eso empezamos a hablar de Empresa Informativa XXI.
Al mismo tiempo, mi colaboración en la APM (Asociación de la Prensa de Madrid), me ha puesto en contacto con muchos profesionales que queriendo emprender no saben cómo hacerlo. Piensan que lo más importante para montar un empresa en rellenar formularios y acudir al notario. O alquilar un local. Cuando lo principal es tener una idea que pueda desarrollarse en un proyecto. Esa es la necesidad que queremos cubrir. Con la lectura de este libro y haciendo los ejercicios que proponemos, cualquier periodista puede montar una empresa. Ya habrá tiempo de ir al notario y de rellenar los formularios. 

- Se demandan nuevas estructuras empresariales para un tiempo posindustrial nuevo. Parece una ecuación lógica, pero ¿reaccionaron tarde o no supieron reaccionar ante este 'tsunami' las principales empresas periodísticas de este país?
- En mi opinión, las grandes empresas están jugando a la defensiva: recortemos los gastos para mantener el negocio. Y les falta empaparse del nuevo sistema de juego, del nuevo modelo comunicacional. No se puede estar esperando a que los ingresos publicitarios retornen; no pueden estar aguardando a que millones de lectores se reincorporen al papel. ¡Que no! Que eso no va volver a suceder.
Se lo digo a los alumnos. Ellos son quienes tienen que configurar la nueva industria de las noticias. Porque ellos no tienen que estudiar cómo son los flujos por los que circula la información, ellos los practican. Cada curso me quedo asombrado de los proyectos que presentan: ni me los podría imaginar. ¿Por qué no se los llevan de becarios, pagándoles, al departamento de desarrollo e innovación, si es que tienen, para que aporten ideas?  

- ¿En qué medida ha tenido que ver en estos anacronismos el hecho de que los directivos de grandes medios pertenezcan a una generación analógica?
- Quizá las grandes empresas no han sabido amoldarse el nuevo esquema comunicacional. Pero también hay que señalar que muchos periodistas sí han sabido reaccionar y han constituido empresas que funcionan estupendamente. En ese aspecto España es un referente a nivel europeo. Tenemos tres o cuatro referentes a nivel nacional, pero hay multitud en nichos territoriales, temáticos, de servicio,… . ¿Por qué las empresas donde trabajaban esos periodistas no han sabido aprovecharlos? 
¿Que lo que hacen los jóvenes y los tan jóvenes? Encendemos el móvil y nos llegan cosas. Unas interesantes, otras divertidas, otras infames, otras perversas, otras malignas,… Nos llegan, no se buscan. Hace años los niños voceros de los diarios salían a las plazas y a las calles. Ahora hay que hacer lo mismo pero en plan virtual. Estoy completamente convencido de que esos niños eran los que sabían dónde se vendían los periódicos y no el jefe de distribución. 

- Uno de los grandes retos profesionales del periodismo actual es saber emprender. Muchos periodistas lanzan nuevos medios por necesidad más que por vocación de emprendedores. ¿Cómo se puede paliar desde las facultades la carencia formativa que el periodista tiene a la hora de pensar cómo montar su empresa informativa?
- Meternos en líos de dineros y de impresos no se nos da bien a los periodistas. Somos capaces de ir a una guerra antes de acercarnos a una ventanilla. Pero emprendedores lo somos por naturaleza. Elaborar cualquier información es un proyecto emprendedor: tienes que pensar las ideas, obtener los recursos y presentársela al jefe de la mejor manera posible para que la publique. Puro emprendimiento.
Si se confunde emprendimiento con alquileres, formularios, cuentas y notarios al periodista nos da repeluco emprender. En nuestra asignatura, y con este libro, queremos enseñarles a que tengan ideas, a que sepan desarrollarlas y a que encuentren maneras de rentabilizarlas, pero si les empiezas con gastos e ingresos, mal vamos. Hay que enseñarles que para montar un empresa no es imprescindible tener un local, pero si es imprescindible tener una buena idea.



"Las grandes empresas están jugando a la defensiva: recortemos los gastos para mantener el negocio. Y les falta empaparse del nuevo sistema de juego, del nuevo modelo comunicacional"

"En los nuevos medios deportivos veo dos peculiaridades: que en ellos prima más el entusiasmo que el modelo de negocio y que, cuanto más pequeños son, de mayor rentabilidad gozan"  




- Lo hemos visto en España: el gran problema que encuentran muchos nuevos medios es lograr la financiación para poder mantenerse en el tiempo. El problema no es por tanto hacer buen periodismo, sino que esto puede que no sea suficiente sin un modelo de negocio sólido y fiable. 
- Si el buen periodismo no es rentable, apaga y vámonos; nuestra profesión no tiene sentido. Pero yo soy de la opinión que el buen periodismo siempre se ha vendido y siempre se venderá. Puede ser que no se venda por que desconozcan las claves del nuevo mercado. A Bezos le está costando el rentabilizar The Washington Post. Pero, como nos decía Martin Baron hace poco en Madrid, más importante que la reestructuración tecnológica es la recuperación de la credibilidad de los medios.
En estos momentos de reestructuración de la industria de las noticias es muy difícil encontrar un modelo de negocio sólido y estable. Ahora el riesgo el mucho mayor que en otras épocas. Pero lo que sí se pueden asegurar y lograr los periodistas es ofertar una información sólida, verdadera, con responsabilidad social, interesante para la sociedad, defensora de los intereses sociales,… Y, si esa información no tiene mercado, hay que cerrar el quiosco cuanto antes. Si acaso, montarse un chiringuito.

- Janine Warner señaló recientemente en una entrevista que "diversificar ingresos da la independencia para hacer el periodismo que la mayoría de periodistas quiere hacer". ¿Qué le parece esta idea teniendo en cuenta que todavía muchos nuevos medios siguen mirando a la publicidad como principal vía de financiación?
- Diversificar los ingresos, ahora que se puede, es una obviedad. Pero hay que tener en cuenta que los medios siempre se han financiado por la aportación de sus clientes y por las aportaciones de los anunciantes. En algunos momentos y países, por las subvenciones de los Estados. Y esas van a seguir siendo las fuentes importantes de ingresos. Un error que han cometido muchos conglomerados mediáticos es buscar financiación en otros negocios y, a la postre, les ha hecho quebrar.
De lo que se trata es de buscar maneras en que los clientes paguen más y con más frecuencia. Y si tus clientes lo que te compran es información, eso es lo que tienes que ofrecerles: ¡ni cacerolas, ni vídeos virales! Si los anunciantes lo que te compran es calidad de impacto, es lo que tienes que ofrecerles: lectores que lean y club de amigos, ¡ni click, ni visitas!
Y la tercera parte. No me parece mal propuesta de Julia Cagé: los medios no pueden ser tratados como una empresa cualquiera. Hacen posible un derecho fundamental del ciudadano, ofertan un bien público, y por tanto, tienen que tener un tratamiento especial por parte del Estado, sin que eso pueda convertirse en un fondo de reptiles.

- Y luego está la marca periodística personal, que a su alrededor es capaz de crear comunidades en blogs, webs y redes sociales. ¿Cuán decisiva puede llegar a ser la notoriedad de una marca personal para hacer que un nuevo emprendimiento periodístico tenga éxito?
- Está claro que la notoriedad es una herramienta que, al menos. en el lanzamiento, puede jugar un papel importante en el lanzamiento de un medio. Ahora bien, hemos visto cómo gestores extraordinarios de sus comunidades virtuales, han fracasado como gestores de un medio. Y también hemos visto cómo gestores extraordinarios de su imagen on line, gestionan estupendamente un medio digital. Y modos digitales de éxito que no tienen a ninguna marca personal de relumbrón detrás de ellos. En mi opinión es importante, pero no imprescindible. Peor si es imprescindible para el periodista, personalmente.

- Por último, ¿qué le parece cómo se está emprendiendo en España en el ámbito de la información deportiva? ¿Observa alguna particularidad o algo que le llame la atención respecto a otras áreas? Son más de 70 nuevos medios deportivos desde la llegada de la crisis en 2008.
- Desde siempre el periodismo deportivo en España ha sido muy brioso en todos los medios. Los diarios en papel fueron de los primeros en zambullirse en la web, en las redes sociales,… Por eso no es de extrañar que, también en el emprendimiento en nuevos medios, haya demostrado ese brío, especialmente en medios muy locales y en medios muy especializados. Porque cualquier deporte por muy “pequeño” que sea tiene muchos aficionados, estableciendo muchos nichos de mercado.
Dos peculiaridades que pienso que tienen estos medios es que prima más el entusiasmo que el modelo de negocio y que, cuanto más pequeños son, de mayor rentabilidad gozan. Los grandes eventos deportivos ya están cubiertos, pero los pequeños no. Y ahí hay hueco, y habiendo hueco…

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