Foto: FNPI / El Universo. |
Desde su labor en el consultorio y a través de las múltiples conferencias y talleres en los que participa, Restrepo aconseja y guía a periodistas sobre cómo afrontar las situaciones que se dan a diario y en las que deben tomar decisiones éticas para proceder correctamente. Entiende que los códigos de ética y los libros de estilo están para usarse y aplicarse para que tengan verdadero sentido, que el periodismo ha de ejercerse con pasión y que este ha de exigir al profesional un esfuerzo permanente para perfeccionar sus conocimientos y sus técnicas; es un ejercicio de aprendizaje continuo.
Nos hemos puesto en contacto con él para conocer su visión de experto sobre los principales dilemas éticos que ha de encarar el periodista en la actualidad tras la irrupción de lo digital, y su opinión sobre el grado de la incidencia que puedan tener los nuevos entornos laborales y los nuevos ritmos de producción en la toma de decisiones éticas y en la calidad de los contenidos que los medios ofrecen al público.
- ¿Cómo surgió la idea de crear el Consultorio Ético en 2000 y con qué objetivos?
- Fue una idea de Jaime Abello, el director de la Fundación en vista de las preguntas que se multiplicaban en cada taller de ética de los que dictaba a periodistas de todo el continente. Recuerdo que entonces me dijo: hagamos algo parecido a los consultorios sentimentales que publican los periódicos.
- ¿Cómo ha evolucionado desde entonces el tipo de consultas que recibe acorde a las nuevas exigencias profesionales?
- La evolución ha sido de lo teórico a lo práctico y concreto. Que es la misma evolución que tiene el conocimiento de la ética. Al principio se la considera un asunto de teoría filosófica, abstracta, hasta que se comprende con Aristóteles que la ética es un saber práctico. Hoy casi todas las preguntas tienen que ver con los dilemas que la práctica del oficio les plantea a los periodistas. A través del consultorio se puede seguir la historia que los periodistas están viviendo en sus respectivos países.
- Como señala el proyecto Ética Segura de FNPI, aunque los viejos principios éticos siguen intactos, el nuevo entorno mediático plantea otros retos para su aplicación. ¿Cómo ha de llevarse a cabo esa trasposición de lo viejo a lo nuevo para que el periodismo siga teniendo vigencia?
-Siempre que haya humanos y esos humanos actúen, el periodismo tendrá vigencia. El periodismo no depende de los medios sino de la necesidad humana de conocer la historia que fluye.
Algo parecido hay que afirmar de la ética que siempre será la misma, solo que con distintas aplicaciones, como respuesta a la vocación interior del ser humano de buscar la excelencia. El día en que los humanos no quieran ser mejores, cuando consideren que han llegado a la máxima de sus capacidades, ese día la ética será innecesaria y se podrá considerar en estado de obsolescencia. Como se ve, la ética es mucho más que un código, unas normas o un manual de estilo. Estos son instrumentos siempre perfectibles.
- Después de la puesta en marcha de Ética Segura se han creado otras webs para profesionales de la comunicación en el ámbito iberoamericano, también centradas en cuestiones como la deontología profesional, la verificación o la investigación periodística. Da la sensación de que cunde la preocupación y la necesidad de seguir velando por estos grandes temas en un momento como el actual, ¿no le parece?
- Corren paralelamente dos corrientes: la del desarrollo ético y la de la búsqueda de la calidad humana y profesional. No se puede dar lo uno sin lo otro. A más ética, mayor calidad; a mayor exigencia de calidad, más urgencia de lo ético. Ética y calidad se exigen mutuamente. Esto explica que los esfuerzos y las iniciativas en materia ética se multipliquen.
- El desarrollo del entorno 2.0 y, muy especialmente, los blogs y las redes sociales han transformado la manera de trabajar del periodista. ¿Cómo está afectando este nuevo escenario a los procesos de captación, selección, jerarquización y tratamiento de las fuentes de información en los medios?
-La tecnología digital ha modificado la actitud del humano ante las dos categorías kantianas del espacio y el tiempo. Esto que parecía una especulación filosófica influye más de lo que pensamos en los comportamientos y en los criterios humanos. Por eso los deberes éticos resultantes de nuestra condición de seres localizados y fechados tienden a ser desconocidos cuando se reducen el espacio y el tiempo. El conocimiento de los hechos es uno si, suprimido el tiempo por la inmediatez, quedan reducidos a una versión de los sentidos; son otros, si descartada la inmediatez e incorporado el factor tiempo, se les somete a la reflexión y al análisis. A partir de este ejemplo se pueden percibir las condiciones del nuevo escenario. La misma reflexión se puede hacer en relación con el espacio. No es la misma urgencia de los deberes éticos para con el otro cuando se lo tiene delante, cara a cara, que si lo sabes distante. La tecnología digital al multiplicar los prójimos (los próximos) modifica la relación con ellos. El número de los próximos, limitado a los que espacialmente eran cercanos, se ha vuelto incontable porque la tecnología ha hecho posible entrar en contacto con un universo humano cada vez más amplio; y con todos ellos se mantienen los deberes que nos impone la relación con el otro.
- ¿El ritmo frenético de Twitter impide al periodista ser ecuánine en el tratamiento de la información y justo con las fuentes? Se lo pregunto porque cada vez hay más periodismo de una sola fuente y a veces ni siquiera se atribuye la noticia de forma correcta.
- El twitter es un ejemplo cabal de los efectos de suprimir el espacio y el tiempo.El resultado es una expresión instintiva, sin tiempo para la reflexión y el pensamiento y sin espacio para expresarlo porque los 140 caracteres son una prisión demasiado estrecha para el pensamiento, que, de por sí, rechaza todo límite, por su propia naturaleza.
- ¿Cuál es la responsabilidad ética de la persona que retuitea? Cuando el rumor o la falsa noticia se hace viral, se hace imparable. Además, pocas veces se rectifica.
- Es la misma responsabilidad de quien emite cualquier información. Solo cambia el mecanismo. La calumnia, la mentira, el error generan responsabilidades cualquiera sea el medio que se utilice para difundirlos Cuanto más poderoso sea el medio, mayor es la responsabilidad. Puesto que los términos de una calumnia, o los efectos de un error se multiplican por la poderosa naturaleza del medio, es tanto mayor el deber de reparar el daño.
"La responsabilidad ética de la persona que retuitea es la misma de quien emite cualquier información. Solo cambia el mecanismo"
"La responsabilidad ética de la persona que retuitea es la misma de quien emite cualquier información. Solo cambia el mecanismo"
- ¿Es ético que los medios resalten los errores de la competencia?
-Cuando se trata de impedir o disminuir el daño hecho por una información de la competencia, es un deber mostrar el error y proporcionar la información correcta.
Cuando esa crítica contribuye a una mejoría de los medios por la enseñanza que deja, es sano hacerlo.
Cuando se trata de un truco comercial para ganar audiencia y autoridad, es una innoble manera de competir.
- Usted ha señalado que "el tiempo se convierte en un problema ético cuando se prefiere lo rápido a lo correcto”. ¿En qué medida está perjudicando toda esta aceleración de los procesos por ser el primero en dar la noticia a la calidad de los contenidos periodísticos?
- Ese problema ya había comenzado antes de la aparición de lo digital, con la carrera comercial para dar la noticia primero y antes que la competencia. Fue la idolatría por la “exclusiva”, o “la chiva” como se la llamó en Colombia. Esa carrera dio buenos resultados comerciales: se vendieron más periódicos, o se captó una mayor sintonía; pero malacostumbró a los receptores porque aprendieron a mirar solamente la superficie de los hechos y prescindieron de la mirada inteligente, la que va más allá de lo sensible en busca de los porqués, los para qués, los cómos, los mismos quiénes y qués de los hechos. Y cuando uno solo conoce la piel de los hechos, pierde la posibilidad de ejercer un control sobre ellos; deja de ser sujeto de la historia y se queda en objeto de ella, consumidor pasivo de información y a un paso de ser víctima de lo que pasa.
"La carrera por la exclusiva dio buenos resultados comerciales, pero malacostumbró a los receptores porque aprendieron a mirar solamente la superficie de los hechos y prescindieron de la mirada inteligente"
- Y en medio de toda esta vorágine informativa, ¿dónde quedan los libros de estilo? Parece que muchos se han olvidado de que existen.
- Lo mismo que los códigos de ética y las tecnologías, son lo que sean quienes los usan.
- El Gobierno de México ultima una nueva Ley por la que será obligatorio que las cadenas de radio y televisión de este país cuenten con una Defensoría de la Audiencia. ¿Hacen falta más medidas correctoras como esta para salvaguardar la credibilidad del periodismo?
- Más que la credibilidad del periodismo, lo que esas instituciones buscan es defender a las audiencias. La credibilidad del periodismo no la preservan las leyes, en eso el periodista y los propios miedos tienen una responsabilidad indelegable.
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