miércoles, 25 de mayo de 2016

Sebastián Fest: "Suponer que la sección de Deportes es para divertirse mientras que lo serio está del otro lado es un tremendo error"

Fest (izda.) entrevista a Federer. Foto: fuebuena.com.ar
Es argentino, aunque se considera medio madrileño. Sebastián Fest es el prosecretario de Redacción del diario La Nación, donde llegó hace catorce meses tras una larga etapa de veinte años en el Servicio Internacional en Español de la agencia alemana Deutsche Presse Agentur (DPA). Allí fue desde 2000 jefe de Deportes y cubrió todos los Mundiales de fútbol y Juegos Olímpicos desde el año 1996. 

Gran especialista en tenis, es el autor de libros como Enredados (2009),  donde narra las desventuras del equipo argentino de la Copa Davis, o Sin red. La historia tras el duelo que cambió el tenis (2015), sobre la rivalidad entre Rafa Nadal y Roger Federer. También en 2013 escribió sobre Messi la obra titulada Ni rey ni d10s.

Dentro de la serie de entrevistas a periodistas olímpicos que estamos publicando en este blog con vistas a Río 2016, nos hemos puesto en contacto con él para conocer algo más de su trayectoria profesional, de su visión sobre la especialización periodística en Deportes, así como de la cobertura de los Juegos preparan en La Nación.

- ¿Hace poco hizo un año desde su llegada a La Nación como prosecretario de Redacción? ¿Qué balance puede hacer de esta nueva etapa y qué ha significado regresar a su país tras casi veinte años viviendo en España?
- Sí, ya pasaron catorce meses desde que volví y la verdad es que 2015 fue un año muy especial para regresar a mi país; el cambio político, hubo varias elecciones en el año,... me interesaba vivir eso desde dentro de un gran diario como es La Nación. Y también fue importante porque después de dieciocho años viviendo en España ahora en mi país en vez de mirarla desde dentro lo hago desde fuera, la sigo leyendo y viendo porque me sigue importando mucho. En estos catorce meses tuve la suerte de volver a España en dos ocasiones. Hacerlo es siempre es algo bastante emocionante para mí.

- ¿En qué medida cambia trabajar como periodista para una gran agencia internacional como DPA, donde usted trabajó veinte años, respecto a hacerlo para un diario como La Nación? ¿Constriñe más la libertad estilística del cronista?
- En las agencias de noticias, sobre todo en las internacionales, se trabaja con una técnica que hay que respetar porque es la manera de ser más eficientes a la hora de llegar a una audiencia mayor. En un diario, que es por definición nacional o tiene un foco local muy fuerte, hay determinadas cuestiones que no es preciso aclarar, como sí se hace en las agencias, dado que se consideran sabidas por el lector y, por tanto, hay más posibilidad de juegos estilísticos, de guiños y de juegos con el lenguaje con nombres y situaciones que una agencia de noticias no da.

- Usted una vez señaló que no cree que exista el periodismo deportivo, sino que "el periodismo es uno solo", donde se han de utilizar las mismas herramientas y técnicas independientemente de la temática. ¿Es esta idea la que trata de infundir en La Nación?
- Eso de que "no existe el periodismo deportivo" es algo que repito siempre que tengo la suerte de darle una charla a estudiantes de Periodismo o a gente que esté haciendo algún curso relacionado con esta materia tras haberse licenciado en la carrera. Creo que el periodismo es uno y que las técnicas son siempre las mismas, haga uno Economía, Política, Cultura o Deportes. Está demostrado que a los periodistas especializados en Deportes les resulta incluso más fácil encarar temas de Política o de Sociedad cuando una situación inesperada los pone en la obligación de hacerlo, porque tienen la costumbre de escribir con mucho color, con mucho dato, con mucho seguimiento de lo que está sucediendo en el mismo momento y con velocidad. Vemos que termina un partido de fútbol, por ejemplo, y hay que tener todo bastante resuelto. En general, en otras disciplinas ese deadline es más amplio. Por lo tanto, sí, creo que el periodismo es uno solo y eso nos hace bien a todos y les hace bien a los periodistas.


"Es mucho más fácil pasar del Deporte a la Política, a la Economía o a otras temáticas que al revés. El que cubre Deportes está acostumbrado a dominar muchos temas, muchos estímulos al mismo tiempo, y lo hace con bastante más tranquilidad cuando hace el camino inverso"

- No obstante,  al periodismo deportivo se le sigue considerando dentro y fuera de la profesión como una especialización de segundo nivel.
- Sí. Converso mucho con mis editores e intento compartir esa idea de que no tengamos entre comillas 'complejo de gueto' por hacer periodismo especializado en Deportes, que no somos periodistas deportivos, sino que somos periodistas. Creo que esto es bueno para la sección porque en algunos diarios -uno lo ha visto- se tiende a suponer que Deportes es para divertirse mientras que lo serio está del otro lado y eso es un tremendo error.

- ¿Y qué puede hacerse incluso desde dentro del periodismo deportivo para cambiar esa visión que se tiene de él? La receta puede ser elevar la calidad de los contenidos.
- Bueno, como decía antes, no creo que el periodismo de Deportes sea una especialización de segundo nivel, pero sí es cierto que muchos lo ven con esa especie de superioridad de que lo serio y el periodismo complejo y profundo están en Política, en Economía o Cultura y no en Deportes, porque es la escuela secundaria. Bueno, no es así, porque si partimos de la base de qué le importa a la gente, está clarísimo que el deporte interesa muchísimo, es de las secciones que más tráfico genera y en términos de audiencia, que hoy podemos medir de forma muy diferente al papel. Entonces esto nunca puede ser un asunto de segundo nivel sino de primer nivel.
Obviamente, está en nuestras manos, en los periodistas especializados en Deportes, ver cómo nos paramos frente a ese fenómeno, si somos periodistas con todas las de la ley y preguntamos, escribimos y analizamos con independencia, con distancia, con la certeza y la convicción de que lo que importa es el lector y no el protagonista, ahí nos va a ir bien; si empezamos a hacer componendas, que también se hacen en otras secciones, por supuesto, y escribimos con temor, nos contamos entre nosotros lo que está pasando pero no se lo contamos al lector, tratamos a los personajes del deporte con familiaridad, cercanía, permanentemente con apodos, nombres de pila, hasta confundirnos con ellos y, en definitiva, nos convertimos en lo que muchas en veces es la televisión más que la prensa escrita, ahí vamos a tener un problema y quizá seamos no una especialización de segundo sino de tercer nivel.

- ¿Está el periodismo deportivo excesivamente centrado en un solo deporte como el fútbol?
- El fútbol es innegablemente el deporte más popular del mundo y eso es algo que hay que tener en cuenta; si importa tanto a tanta gente, no podemos ignorarlo. El fútbol es también un gran negocio y el periodismo está cada vez más permeable al negocio, por lo que es inevitable que el fútbol ocupe un lugar preponderante, a veces excesivamente preponderante, en la cobertura.
De acuerdo con mi experiencia en DPA, tengo la certeza de que hay mucha gente a la que no le gusta el fútbol y sí otros temas, como también hay muchos a los que les gusta tanto el fútbol como otros deportes. Y nuestra función es contentar a todos y contar historias maravillosas, fantásticas o duras que suceden también en modalidades que no son fútbol. En La Nación tenemos la satisfacción de darle siempre un espacio importante y de dedicarle la tapa del suplemento a temas polideportivos o de política deportiva y no a partidos de fútbol. Es una línea que tenemos y que, sin duda, mantendremos.

- ¿Cómo se prepara un medio como La Nación para la cobertura de los próximos Juegos Olímpicos?
- En Río 2016 tendremos ocho periodistas escribiendo, fotografiando, haciendo videos y demás; eso es una cantidad muy importante para un diario, es la mayor cantidad de enviados especiales que haya tenido nunca La Nación en unos Juegos Olímpicos. Por tanto, nos estamos preparando muy bien para esta cobertura. Además, es una ventaja trabajar en un diario como este, que cuenta con una redacción y unos medios inviables en redacciones muchos lugares del mundo; es una redacción de primerísima línea en cuanto a instalaciones, medios y personal y a calidad de los que ahí trabajan. Así, preparar unos Juegos Olímpicos o la Copa América, o cuando nos toque preparar un Mundial, es un placer.

- Cuando se trata de un evento extraordinario como son los JJ.OO., lo habitual es que los medios no se basten solo con periodistas deportivos, sino que además tengan que recurrir a profesionales de otras secciones para poder cubrir tantas competiciones en tantas sedes distintas. ¿Cualquiera puede cubrir un gran evento deportivo? ¿Qué cualidades se precisa para ello?
- Cualquiera no puede cubrir un gran evento deportivo. Como decía antes, es mucho más fácil pasar del Deporte a la Política, a la Economía o a otras temáticas que al revés. Cuando alguien de Política o Economía de repente se encuentra haciendo Deportes se asusta ante la cantidad de asuntos que tiene que tener en cuenta y volcar en el texto. El que cubre Deportes está acostumbrado a dominar muchos temas, muchos estímulos al mismo tiempo, y lo hace con bastante más tranquilidad cuando hace el camino inverso.
En la cobertura de unos Juegos Olímpicos o de cualquier otro gran evento hay que estar muy atento a lo que el acontecimiento genera en cuanto a vibración, a pequeños detalles que son imperceptibles y sobre todo a esas claves que la televisión no muestra. La televisión muestra muchísimo más que antes pero al enfocarse en algo concreto deja de contar cosas y, además, por cuestiones de negocio hay cosas que a veces directamente decide no enfocar. Ahí tenemos que estar los diarios también.

- Se lo preguntaba porque la cobertura de grandes acontecimientos, sobre todo polideportivos, requiere de periodistas con un alto grado de conocimientos técnicos sobre las diferentes disciplinas olímpicas, de las que, además, habitualmente no se informa. Usted, especialista en tenis, sabe a qué me refiero.
-  Es algo complejo en los Juegos porque vamos a tener 28 deportes en este caso. Mi colega y amigo Víctor Pochat, que trabaja como director de pantalla en ESPN y es un gran experto olímpico, está por sacar un libro explicando los 28 deportes olímpicos, algo que a todos nos va a venir fantástico durante los Juegos.

- En su caso, que ha cubierto todos los Juegos desde 1996, ¿qué significa como periodista informar de una cita olímpica? ¿Qué tiene de diferente y especial respecto a cualquier otro gran evento deportivo?
- Es cierto. Cubrí todos los Juegos desde Atlanta. Para mí, en términos de cobertura periodística especializada en Deportes, es lo máximo. Son semanas que disfruto muchísimo porque hay historias por todos lados; uno tiene los deportes más conocidos del mundo y también los más extraños como el pentatlón moderno, ahí están todos y todos los países del mundo. Esto no se da en un Mundial de fútbol, que es una gran situación, fantástica, pero con una vibración y un contenido completamente diferentes. Estar en los Juegos Olímpicos es vivir durante unas semanas con la sensación de que uno tiene el planeta en sus manos, el planeta real y el planeta deportivo, y que puede ver eso de primera mano y contárselo a una cantidad de gente inmensa que está interesada y en muchos caso descubre por primera vez deportes o situaciones que desconocía.

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