sábado, 5 de noviembre de 2016

Beatriz Pereyra: "En Proceso la investigación que hacemos vende porque vivimos de las personas que quieren este tipo de periodismo"

La periodista Beatriz Pereyra.
Beatriz Pereyra representa una corriente del periodismo deportivo que actualmente escasea, el de investigación. Sus reportajes e historias publicados en la revista Proceso sobre dopaje, asignación irregular de dinero público, engaños y trampas en competiciones o casos de pederastia y abuso o acoso sexual en el deporte mexicano la han consagrado como un referente del mejor reporterismo de su país.

Periodista deportiva desde casi sus inicios como reportera de radio en el año 2000, Pereyra ha estado vinculada a Proceso desde 2001 en diversas etapas como colaboradora. Tras pasar por las redacciones de Canal 40, Televisa y Televisa Radio, formó parte de la plantilla de la revista desde 2006, siempre en la sección de Deportes. 

Hablamos con ella en un restaurante de Ciudad de México, muy cercano a su oficina de trabajo, para repasar su trayectoria profesional y conocer su visión sobre el estado actual del periodismo deportivo.

- ¿Cómo se ve en México a la mujer que hace periodismo deportivo?
- Ahora hay más en todos los medios, en escrito, internet, en televisión y radio; ya está muy generalizado, pero siento que hay una mala imagen creada. Hay muchachas en televisión que no necesariamente son periodistas, son muchachas bonitas que las utilizan para leer el Twitter o dar alguna información chusca. Algunas más arriesgadas supuestamente hacen notas, reportajes o entrevistas, pero no cumplen con los requisitos de los géneros periodísticos. Unas lo hacen mejor que otras, y algunas tienen oportunidad de discutir y estar a la par de los hombres, como Marion Reimers en Fox, un caso interesante. Las demás van llegando poco a poco a medios impresos y digitales, son jóvenes pero también las hay más veteranas como yo o Alejandra Benítez, que siempre ha cubierto fútbol para Reforma. Aunque son más mujeres las que se dedican a la nota diaria, sí siento que hay una visión de que "sí, son chicas bonitas las que hacen deportes en la televisión, no saben mucho pero ahí están y hay que verlas pero no poner demasiada atención a lo que dicen".

- Dejando a un lado a las presentadoras de televisión, ¿en qué medida el hecho de que haya más mujeres reporteras puede suponer que se cambie la manera de generar contenidos deportivos en los medios?
- No creo que hayan cambiado mucho los contenidos. No voy a dejar de reconocer que se han dado golpes interesantes al sacar sobre todo notas informativas del día, pero no es una cuestión de género, sino que más bien la información deportiva en México es plana, sabe a lo mismo.

- Se lo preguntaba porque el periodismo deportivo se sigue moviendo bajo un prisma androcéntrico, tanto desde el punto de vista de los que escriben como de aquellos para quienes supuestamente se escribe. Se asume que como el público es mayoritariamente masculino hay que seguir orientando los contenidos hacia esa mayoría, lo que hace que la mujer deportista sea invisible. No solo en México, en todo el mundo.
- Aquí las mujeres deportistas son quienes han dado en las últimas fechas los mejores resultados deportivos para el país. Ellas han estado más en los medios tras haber sido medallistas olímpicas, pero innegablemente aquí el deporte que tiene más fuerza es el fútbol y este en México no tiene Liga femenina. Además del fútbol, está el béisbol, que tampoco tiene Liga femenina. Luego en el deporte los hombres siguen siendo los que ocupan casi todo el espacio y estarán ahí, de tal forma que aunque una mujer logre un gran resultado en un deporte amateur, si la selección de futbol juega, la portada será para la selección nacional.

- El caso de Proceso es singular porque, pese a tratarse de una revista fundamentalmente política, en ella siempre el deporte ha estado ahí, con una sección propia, desde su fundación hace 40 años. También en México ocurre con el diario financiero El Economista, que cuenta con una sección fija de información deportiva. ¿La presencia del deporte en todo tipo de publicaciones es una cuestión de cultura periodística nacional?
- En Proceso lo hacen porque los deportes, al igual que política o economía, es un tema de interés general y además están permeados por la cultura, la economía, por los temas sociales y políticos. Entonces se le tiene que dar el mismo tratamiento que cualquier otro tema de la revista. Es interesante ver que en los deportes hay mucho más que los resultados deportivos y ahí están historias que se pueden encontrar en la economía y en las finanzas, en la política o en temas sociales, como la explicación de la manera en que un club puede construirse o puede ganar o puede perder, o por qué en un país hay problemas de sedentarismo y obesidad, violencia y crímenes; por ejemplo, cómo en las favelas se han promovido iniciativas para sacar a niños de la pobreza gracias al deporte o en Colombia  se ha tratado de disminuir la violencia en el país a través del deporte también. Además, el deporte puede ser un gran generador de dinero -por ejemplo, ahora México aspira a organizar un Mundial, por ahí van a pasar la secretaría de Hacienda, a quien designe el presidente de la República como ministro del Deporte-. La información de deportes lo concentra todo.

- Ese enfoque multidisciplinar que se le otorga al deporte desde medios generalistas no suele ser el que se adopta en los medios puramente deportivos.
- Esto tiene que ver con la especialización. Los deportes son vistos generalmente como la parte bonita y agradable de las noticias. Quienes hacen deportes tienen anunciantes que se quieren relacionar con eso, con casos de éxitos y personas que son modelos a seguir, pero cuando destapas una coladera y se sacan lodos y podredumbre, las marcas no se quieren ver relacionadas con eso. Cuando hablamos de podredumbre en el deporte hablamos de dopaje, de discriminación (que existe cuando a las mujeres les pagas menos que a los hombres), los casos de pederastia y de abuso y acoso sexual en el deporte (un problema tan grave como el dopaje pero que está por ahí muy oculto), cuando sabes que las marcas obligan a un futbolista a jugar un Mundial aunque esté enfermo porque ya pagaron tantos millones o que un equipo tiene que hacer trampa para ganar porque ya hay apuestas de por medio; todas esas son cosas con las que las marcas e incluso los propios deportistas no se quieren ver involucrados. Y sí, el deporte es algo bonito, lo que tú ves en la cancha, los partidos, las anotaciones, es magnífico, es inspirador, te hace soñar, de devuelve a la infancia; pero cuando vas a la parte de abajo y ves el iceberg, esa parte del deporte no es agradable y a los reporteros les cuesta contarla. Los periódicos saben que pueden perder dinero si lo hacen.



"Los deportes son vistos como la parte bonita y agradable de las noticias. Pero cuando se destapa la podredumbre que hay abajo (dopaje, discriminación o abuso sexual), a los reporteros les cuesta contarla y los periódicos saben que pueden perder dinero si lo hacen"

- ¿Es más que los reporteros no se atreven a llegar ahí o más bien se debe a que desde arriba se les dice "esto no interesa que se investigue"?
- Algunos no quieren llegar, no es que no se atrevan, sino que no les importa, son muy fanáticos y solo quieren ver el lado bonito; otros sí quieren llegar, encuentran cosas y llegan a sus medios pero le dicen "tú esto no lo vas a publicar".

- ¿Se han dado casos de ese tipo, no?
- Sí, y se lo puedo decir porque a mí me ha tocado que muchos compañeros me han llamado a la puerta para pasarme una información que quisieron publicar en sus medios y no les dejaron. Agradezco que ellos pensaran en mí y en un medio como Proceso para hacerlo. En México no va a haber un medio como Proceso que te dé tantas facilidades para publicar. Por ello, me dicen: "toma, que tú sí puedes y no te van a correr, no te metes en problemas si lo publicas".

- Usted, que debe cumplir con un mínimo a la semana en la revista de papel, ¿ha de trabajar con varias historias a la vez para que le dé tiempo a investigar bien todo aquello que ha de publicar?
- A veces son dos notas, pero lo mínimo que me piden que sea un reportaje o una investigación en cada número de la revista. Esto implica que tenga que estar trabajando en varios temas al mismo tiempo, de tal suerte que vaya aterrizando uno a la semana y que a veces haga unos productos mejores que otros; hay unos que de plano no mes gustan nada y que los hago porque me permiten cumplir con mi obligación y otros que me han gustado mucho y me han permitido quedar muy satisfecha con esa producción.

- Me imagino que el condicionamiento del cierre, de tener que entregar algo, no le habrá impedido aguantar más tiempo una historia a la que se podía sacar más jugo.
- Lo que trato de hacer es aplicar los principios básicos del periodismo, que ahora están un poco extraviados, de hacer un trabajo riguroso. Yo no opino, porque son reportajes. Lo que trato de poner es evidencias a las palabras, busco testimonios de personas que no se conocen entre sí y trato de blindar hasta donde sea posible mi trabajo, para que después quienes me lean piensen que lo que dice esta mujer es cierto, está bien reporteado, es sólido, tiene rigor. En cualquier caso, unas piezas me salen mejor que otras. Porque tengo que entregar y también que cumplir con mis piezas diarias en internet y para la agencia de noticias que tiene la revista. Estas son notas de producción propia con un tratamiento diferente al de la revista.

- ¿El periodismo de investigación vende?
- En Proceso sí vende. La revista vive de los suscriptores. Tiene poca publicidad gubernamental (hay un bloqueo porque al Gobierno, da igual qué partido mande, no le gusta de lo que informa Proceso) y tampoco los anunciantes privados quieren hacerlo, a veces porque el Gobierno les dice que si lo hacen, se convierten en su 'enemigo'; otras veces porque no quieren asociar su marca a la publicación de muertes, crímenes y cosas feas. Y sí, hacemos investigación y vende porque vivimos de las personas que quieren este tipo de periodismo.

- ¿Qué reportajes de los que ha publicado le dejaron más satisfecha o le marcaron más su carrera profesional hasta hoy?

1. El del dopaje en la Liga de béisbol mexicana.
En esta Liga en México antes no había controles antidopaje. Y a mí se me ocurrió saber cómo estaba esta cuestión tras leer en Sports Illustrated una entrevista a un pelotero que confesó que se dopaba y que esta era una práctica extendida en las Grandes Ligas. Entonces las Grandes Ligas empezaron a hacer controles antidopaje. Y aquí en México era curioso porque no había controles pero los jugadores profesionales eran los que alimentaban las selecciones de béisbol. Y cada vez que había Centroamericanos, Panamericanos,... siempre salía algún pelotero de México dopado. Lo seguían haciendo en campeonatos amateur donde sí había controles y pensé que parecía no importarles, incluso perder una medalla. Entonces empecé a investigar y me encontré con que había jugadores y directivos que se enojaban, unos me daban más información que otra y al final logré sacar los resultados de las pruebas que les empezaron a hacer, y publiqué entrevistas con peloteros que explicaban cómo se dopaban, que sustancias se metían, de los más viejos a lo más jóvenes; creían que si no se dopaban no rendían. Conté cómo existía una cultura del dopaje en el béisbol mexicano y cómo osaron experimentar hasta que la Liga fijó unas reglas muy claras de cómo hacer controles antidopaje.  

2. La asignación de recursos de la CONADE para infraestructuras deportivas a municipios
Cómo pude demostrar que durante la etapa de Bernardo de la Garza como director de la CONADE (Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte del Gobierno mexicano), que fue exitosa  y bajo cuya gestión se ganaron siete medallas olímpicas en Londres, la asignación de los recursos públicos de 3.000 millones de pesos anuales para infraestructura deportiva eran obras para los municipios que venían etiquetados, pero que en la CONADE se encargaron de enseñarles el camino que tenían seguir, qué empresas tenían que contratar y demostramos que por esas obras hubo sobreprecio y se pidieron moches (comisiones ilegales) por lo menos del 10%. Y ese dinero iba a parar a las bolsas de los servidores públicos, que obviamente lo negaron. Además, hubo muchas obras que nunca se llegaron a hacer, otras muchas que se hicieron y nunca se utilizaron, elefantes blancos que costaron 100-150 millones de pesos. La cosa era ejercer el dinero para que otros pudieran robar.

3. Los corredores kenianos en México 
Los kenianos cada semana participan en todo tipo de carreras populares de larga distancia y siempre ganan. Descubrí que en la mayoría de las carreras no se hacen controles antidopaje; ahí corre quien quiere y como quiere. Pero hay bolsas de dinero a repartir. Entonces no te da que estos corredores estén participando de manera limpia. Hay uno en específico, que se llama Hillary Kimaiyo, que no ha dejado de ganar y ha hecho mucho dinero. Le entrevisté y me contaba que se entrena solo, que come poco, que no tiene entrenador ni nutricionista ni fisioterapeuta. Se le han hecho varios controles pero se ha demostrado que el Laboratorio de México no es muy fiable porque buscan EPO en orina. Esto, según he investigado, dependiendo del tiempo de consumo de una sustancia no se encuentra en la orina, sino en la sangre, pero en México no se hacen todavía esos controles de sangre. Por tanto, mostramos cómo hay atletas que ganan y ganan sin que se compruebe aquí realmente si están limpios. Además, muchos han competido en otros países, donde han dado positivo y se les ha suspendido, pero aquí han seguido compitiendo (a veces tampoco la Federación Keniana lo ha notificado) con el beneplácito de la Federación Mexicana, a quien por ahora no le interesa hacer controles por sorpresa.

4. Los atletas paralímpicos mexicanos que mienten
Fue una serie de varios reportajes donde logré documentar con evidencias que varios paralímpicos mexicanos, algunos de los cuales han sido multimedallistas olímpicos o mundiales, mintieron sobre sus lesiones. Y mandé esas pruebas al Comité Paralímpico Internacional diciéndole que esos atletas no podían competir en las categorías en las que competían, que estaba más sanos de cómo se presentaban. Varios de ellos fueron reclasificados en distintas disciplinas. Mostramos que en el deporte existe el 'fair play' y que, si haces trampa, no puedes participar.

- Me imagino que con todo este trabajo se habrá ganado muchas enemistades que habrán tratado de obstaculizar o contrarrestar su información.
- Sí, me las he ganado; sé que no me quieren, pero eso es una evidencia de que hago bien mi trabajo, porque como periodista sé que mi labor no es hacer amigos, sino cuestionar y ser un contrapeso de los poderosos. Las veces que me han enviado cartas para desmentir lo que he publicado nadie ha podido presentar evidencias de que lo que yo decía no era cierto. En general, siento que no me quieren pero que respetan mi trabajo. Cuando me ven, la mayoría me habla, me saluda. Tengo muchos reportajes y muchas investigaciones que hablan de que el sistema deportivo mexicano tiene muchas fallas. Me gustaría que mis reportajes sirvieran para que ellos vieran que hay un tema por atender y arreglar, porque ellos quieren que el deporte esté bien y que el país gane, que de México se hable no por escándalos sino porque ha prosperado deportivamente. Pero aquí el dinero se usa muy mal, no es que no haya dinero para el deporte sino que no se gasta como se debería. Y si eso les molesta que lo diga, pues qué pena, porque para eso me pagan.

- ¿Veremos en un futuro algún libro tuyo sobre la situación más que mejorable, por lo que usted describe, del deporte mexicano?
- No sé. Creo que primero debo seguir capacitándome. Tengo que aprender todavía muchas herramientas del periodismo de investigación, que cada vez es más riguroso y exigente, donde los trabajos que se hacen son cada vez más en colaboración, entre medios y periodistas de distintos países. Creo que estoy todavía en una fase de formación.

- No es habitual escuchar a un periodista con tantos años de experiencia decir que aún se encuentra en fase de formación.
- El periodismo es una profesión en la que mientras más viejo eres puedes ser mejor, pero también mientras más viejo eres tienes que aprender más, porque aparecen cosas nuevas. Esto es como el médico, si no te estás renovando continuamente, te vas a estancar, y un día lo que hagas ya no sirve porque los que te consumían ya murieron, ya no están.

No hay comentarios:

Publicar un comentario