lunes, 25 de mayo de 2020

Jordi Bover: "En el TERMCAT tenemos uno de los repertorios más completos que existen de terminología deportiva, con el valor añadido de ser multilingüe"

Se acaban de cumplir diez años de la publicación del Diccionari general de l'esport, una obra monumental con 11.400 términos de 87 deportes diferentes en cuatro idiomas. Este diccionario es obra del Centre de Terminologia TERMCAT, institución pionera en España al abordar la importancia del deporte como fuente de producción léxica. Para ello contó con la colaboración de la Unión de Federaciones Deportivas de Cataluña.

Esta obra, que también cuenta con una versión disponible en línea, constituye una continuación de los diccionarios de los deportes olímpicos que editó el propio TERMCAT en 1992 con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona y que fue actualizando en su web (www.termcat.cat). Al igual que aquel conjunto de cuadernos editados para la cita olímpica, en este diccionario cada término (y su explicación) está en catalán, y aparece con sus correspondientes traducciones al español, al inglés y al francés.

Para conmemorar esta efeméride, nos hemos puesto en contacto con Jordi Bover, director del TERMCAT desde 2013, para conocer la evolución de este diccionario a lo largo de esta década y su importancia a la hora de profundizar el estudio del lenguaje del periodismo deportivo junto con otras obras de referencia en este ámbito como el Diccionario de términos deportivos (2003) de Recaredo Agulló y el Diccionario terminológico del deporte (2005), escrito por Jesús Castañón.

- ¿Qué ha supuesto el Diccionari general de l'esport para el estudio de la terminología deportiva y también para el TERMCAT?
- El Diccionari general de l’esport permitió concentrar en una sola obra todo el trabajo realizado anteriormente por TERMCAT en el ámbito deportivo, especialmente los 28 diccionarios multilingües elaborados con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992: un diccionario para cada uno de los deportes que compitieron aquel año. Aquel trabajo ha sido una referencia mundial, que han utilizado y adaptado los organizadores de los distintos juegos olímpicos posteriores. Además, el diccionario incluía las entradas de muchos otros diccionarios de deportes no olímpicos, como el Diccionari de la neu, con los deportes de invierno, o los diccionarios de deportes de motor (Diccionari de motociclisme y Diccionari d’automobilisme).
Armonizar las entradas homógrafas de los distintos deportes en una única entrada y actualizar la información de cada deporte fue un reto colosal: nunca antes habíamos trabajado con un volumen tan grande de términos, con tantos expertos implicados. Creo honestamente que es uno de los repertorios más completos y rigurosos que existen actualmente de terminología deportiva, con el valor añadido de su carácter multilingüe.

- Tras publicarse la obra en papel en 2010, ¿cómo se ha ido actualizando ese diccionario en su versión en línea? ¿Ha habido muchas incorporaciones de palabras en los últimos años?
- Desde 2010 la actualización de su contenido ha sido constante, tanto para incorporar nuevos deportes de extensa práctica en nuestro país, como el pádel o las carreras populares, como para actualizar la información o añadir novedades en los deportes ya incluidos, como el famoso VAR.
El resultado es que actualmente el diccionario contiene 433 términos más que en 2010.
Hay aún probablemente muchas entradas nuevas y obsolescencias que no hemos detectado, pero intentamos minimizarlas con un contacto directo con las distintas federaciones deportivas catalanas.

- Se lo pregunto porque el deporte se comporta como una realidad lingüística viva de enorme repercusión social que no para de evolucionar a través de sus reglamentos, pero también de los medios de comunicación. No sé si para ustedes, el periodismo también es o ha sido una fuente terminológica.
- Lógicamente estamos atentos a los neologismos que afloran en los medios de comunicación, especialmente a los vinculados a los deportes más mediáticos, para incluirlos en el diccionario. De todas maneras, somos reticentes a incorporar formas de uso más argótico o meramente estilístico, que pueden ser producto de una moda o no tener una definición precisa.

- ¿Qué criterios siguen en el TERMCAT para que una palabra o expresión pueda considerarse término en uno de sus diccionarios, en este caso en Deportes?
- Incorporamos términos procedentes de fuentes especializadas fiables, que vemos que tienen un uso consolidado, pero también neologismos que estén avalados por los especialistas en aquel deporte. Nos interesan las formas que tienen un significado diferente o más preciso en deporte que en lengua general. Nuestro cometido es también potenciar el uso de alternativas catalanas a los numerosos anglicismos que circulan en los distintos deportes. Si esperamos demasiado tiempo a proponer esta alternativa, suele ser demasiado tarde porque el uso del anglicismo está consolidado.


El diccionario en su edición en papel, en 2010.
"El periodista deportivo suele anteponer el uso del anglicismo, porque sabe que el público lo reconocerá con más facilidad y para demostrar su conocimiento especializado. Pero cuanto más lo utilice más se impondrá su uso y, al final, no sabremos si los textos están hechos en inglés o en nuestra lengua"







- Además de ese gran diccionario, ustedes han ido publicando diferentes diccionarios especializados en diferentes deportes, alrededor de una veintena en este tiempo. 
- Nuestra voluntad es poder ofrecer a nuestros usuarios la terminología de los distintos deportes que potencialmente pueden practicar, y siempre hay vacíos que cubrir, nuevas federaciones…  Los diccionarios de un deporte en particular cubren esta novedad y también la consulta de quienes buscan términos de un deporte concreto, aunque estos términos terminen incorporándose en el Diccionari general de l’esport. Recientemente hemos creado un portal específico de terminología deportiva, que facilita un acceso unificado a todos los contenidos deportivos que ofrecemos: diccionarios, infografías, artículos, criterios terminológicos, noticias, servicio de consultas, etc. Esperamos que esta iniciativa permita que los expertos se impliquen aún más en el crecimiento de esta terminología.

- ¿Qué complejidad técnica presenta el léxico deportivo para su estudio?
- El estudio del léxico deportivo es bastante agradecido porque la terminología básica procede de reglamentaciones que evitan al máximo las ambigüedades que se pueden dar en otros ámbitos. De todas maneras, cuando extendemos el estudio a otros temas de interpretación más diversa, como tácticas o sistemas de juego, la parcelación conceptual se complica. En estos campos ya no hay interpretaciones únicas ni términos universalmente aceptados.

- ¿Cree que el periodismo deportivo hace un buen uso de esa terminología?
- El periodista deportivo, aunque sea disciplinado en el uso de esta terminología, a menudo tiene que recorrer a sinónimos para dar un poco de variedad al texto. Piense solamente en las veces que en una retransmisión futbolística se debe hacer referencia a pelota o a portero. Es normal que aflore la creatividad: esférico, cancerbero…
Más problemático es el uso de anglicismos en detrimento de las alternativas genuinas que podamos proponer. El periodista suele anteponer el uso del anglicismo, tanto porque sabe que los lectores (u oyentes) lo reconocerán con más facilidad como para demostrar su conocimiento especializado. Pero es la pescadilla que se muerde la cola: cuanto más utilicen los anglicismos más se impondrá su uso y, al final, no sabremos si los textos (o las retransmisiones) están hechos en inglés o en nuestra lengua. Además, cuando el anglicismo no es aún muy conocido, su uso suele ser un obstáculo para la comprensión, porque el lector u oyente puede interpretar más fácilmente una palabra desconocida en nuestro idioma que una palabra desconocida en inglés.

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