lunes, 31 de enero de 2022

Artur Galocha: "Un infografista ha de saber contar una historia y el periodismo es la mejor forma para aprender a hacerlo"



Artur Galocha es uno de los principales embajadores de la infografía española en medios periodísticos internacionales. Desde diciembre de 2020 trabaja como reportero infográfico para The Washington Post en un potente equipo que capitanea el también español Chiqui Esteban. Y lo hace de momento desde su casa en Madrid de manera telemática, como lo sigue haciendo la mayor parte de la redacción del diario propiedad de Jeff Bezos, que desde antes del confinamiento no ha vuelto todavía a sus oficinas. 

Dentro del departamento de Gráficos, Galocha se ocupa principalmente de apoyar la creación de historias visuales para la sección de Deportes. Se trata de un puesto de nueva creación, sin precedentes en la historia de este periódico, y en el que este gallego titulado en Periodismo por la Universidad Complutense se ha reencontrado con un campo de especialización que conoce muy bien, tras su paso hace algunos años por el Corriere dello Sport en Italia o tras haber sido fundador y director de Arte de la revista futbolística Líbero.

Hemos conversado con él por videoconferencia en la antesala de los Juegos Olímpicos de Invierno, que se celebran en Pekín y sobre los cuales también hemos querido conocer las claves de la cobertura que prepara The Washington Post


- Usted ficha por el Post a finales de un año complicado para todos, 2020, después de haber  cubierto infográficamente la crisis del coronavirus para El País. Su llegada a este diario español, donde antes pasó por Tentaciones y Retina, ¿supuso el gran punto de inflexión en su carrera como infografista?

- Realmente si tuviese que destacar un punto de inflexión en mi vida profesional, ese fue Público [diario español con edición impresa entre 2007 y febrero de 2012]. Ahí aprendí a refinar mi estilo como infografista. Por un lado, tuvo que ver el hecho de que fuera un medio que le dio mucha importancia al diseño, era su forma ser, y por otra parte, porque ahí había un equipo de infografía muy potente, de unas seis personas. Hicimos cosas novedosas que nos hicieron ganar premios y tener el reconocimiento de este mundillo en aquel momento. 

Pero claro, El País fue también muy importante. Entré por Tentaciones, muy rompedor en los años noventa. Haber entrado por ahí fue un poco el culmen. Luego hice Retina, otra revista, y subí a la segunda planta de El País, cuya redacción para mí entonces era como un ser mitológico. Sobre todo fue importante volver a una redacción de un periódico, que no pisaba desde hacía tiempo. Ahí comencé en octubre de 2019 y ya en marzo de 2020 estábamos en nuestras casas. Fue muy extraño todo esa etapa última que pasé en El País.

- Estudió periodismo pero acabó dedicándose al diseño y la infografía. ¿Hasta qué punto el infografista ha de ser también periodista? Para manejar el envoltorio antes hay que conocer el contenido...

- Desde pequeño me gustaba el diseño. Mi padre era periodista y diseñador y fue él quien me engañó; me dijo si quería diseñar periódicos tenía que estudiar periodismo. Lo cierto es que cuando llegas a la carrera no ves diseño por ningún lado, al menos en mi época, no sé ahora, salvo alguna clase o alguna optativa. Pero sí aprendí a contar historias. En segundo o tercero descubrí la infografía y era el punto en el que lo que me gustaba, que era el diseño, y el periodismo, lo que estaba estudiando, se juntaban y podía sacarle partido a las dos cosas. 

Pero sí ese es un debate que se da mucho en la infografía, de si tiene que ser periodista o no. Tienes que saber contar una historia y quizá el periodismo sea la mejor forma para aprender a hacerlo. Pero hay de todo. He conocido muy buenos infografistas que vienen del mundo del diseño e incluso de bellas artes que aprendieron el periodismo a base de trabajar en un periódico. Y también otros que vienen de periodismo que aprendieron a manejar las herramientas y la cultura visual de la infografía y funcionan igual.

Lo que está claro es que la base de la infografía es el periodismo, es trabajar con datos y con hechos, con reporterismo que se hace antes de ir a la infografía. La fórmula es un 50-50 casi.


"Los departamentos de infografía de los grandes periódicos han evolucionado. Ya no son un sector servicios sino una parte fundamental en la creación de contenidos"


- Contar historias, jerarquización, seleccionar y saber dar más importancia a unos datos que a otros... ¿Cómo se lleva todo a una historia contada a través de una infografía?

- Lo fundamental a la hora de empezar es tener una tesis a partir de los datos que vayas recopilando, que pueden llevarte incluso a otra diferente (a veces el redactor te llega con datos pero hay que saber extraer de ahí posibles lecturas...). La información te va marcando por dónde va la historia. Eso por un lado. Por otro, está la evolución de los departamentos de infografía, que han cambiado mucho desde que yo empecé. El departamento ya no es un sector servicios sino una parte fundamental en la creación de contenidos. Esto ya se ve en muchos medios, como el Washington Post o El País. Al ser creador de contenido, el infografista también tiene más mano para ver por dónde llevar la historia, como empezar, desarrollarla y sacar una conclusión; controlas la estructura y la narración.

Hay infografías en las que te sueltan los datos sin una narración y le dan al lector la libertad para consultar la información. Pero en mi caso, las infografías que trato de hacer consisten en ir guiando al lector; en plantearle una historia y, partir de ahí, le voy poniendo elementos para contársela. A veces son los datos que te vas encontrando o la propia historia lo que te va marcando ese camino a seguir en el trabajo infográfico.

- Acaba de referirse a esa nueva manera de trabajar en las redacciones donde los departamentos gráficos o de periodismo visual se mueven de manera horizontal prestando atención y apoyo a todas las secciones y áreas informativas... La transversalidad es clave para entender la labor de los departamentos de infografía, ¿no?

- Sí, así lo hacemos en el Post, donde es un lujo trabajar en un departamento de gráficos con tantas personas. Esto nos permite distribuirnos y dedicarnos a tareas según las diferentes secciones del periódico. Yo, por ejemplo, soy la única persona que se dedica a Deportes (porque no tenían antes de que llegase yo), otros cuatro se dedican a Política, otros cuatro o cinco a Internacional, e incluso todos ellos dentro de cada sección tienen sus beats [superespecializaciones]. Así los infografistas se reúnen y trabajan mano a mano con los redactores de cada sección, pero también pueden crear su propio contenido firmado por una o dos personas del equipo de gráficos. Una de las cosas que más me gusta del departamento de infografía es que acabas conociendo a toda la redacción, porque, aunque estés especializado, al final siempre puedes hacer algo con una sección diferente cuando surge la necesidad.

A mí me pasó cuando llegué a este periódico. Yo venía de hacer mucha infografía de coronavirus y de Ciencia en El País y pensé al llegar ¡uf! no sé si me cansaré de hacer infografía de Deportes, pero aquí puedes hacer otras cosas a la vez, ya sea porque tengas iniciativa en otro tema o porque haga falta echar una mano en otra área del periódico. Así, he colaborado en otro tipo de historias, a pesar de que mi ocupación principal es Deportes. Eso sí, cuando se acercan eventos deportivos importantes, voy a tope con ello, como ahora que estoy centrado en los Juegos Olímpicos de Invierno o en la Super Bowl. 


La evolución del juego en la NFL, análisis infográfico de Galocha. Enero de 2022.


- Esa perspectiva que adquieren al trabajar con varias secciones de la redacción a la vez les permite en un momento dado traer contexto e interrelaciones entre diferentes áreas, como por ejemplo ciencia y deporte, o política, economía e historia, y llevar todo eso a una infografía en la que estés trabajando.

- Sí, vas aprendiendo cosas y soluciones también. El otro día tuvimos una charla sobre creatividad, que es muy importante para nosotros. Aunque es verdad que o no siempre tienes tiempo para ser creativo o simplemente no tienes la inspiración ese día para ello. Lo que obtienes de este aprendizaje al trabajar con otros en el periódico son herramientas con las que encontrar soluciones informativas para tu día a día, que en periodismo significa soluciones rápidas para diferentes temas y enfoques. Así aprendes diferentes formas de narrar y de enfocar la información, desde lo más serio a lo más ligero. Al final, cada cosa que haces es una nueva experiencia que metes en la mochila, es un recurso que luego tienes ahí guardado cuando vas a trabajar y lo sacas cuando hace falta.

- En su caso, el cambio fue pasar de hacer esos temas más serios, infografías sobre coronavirus en pleno confinamiento para El País a de pronto recibir la llamada del Washington Post para trabajar en Deportes. ¿Cómo fue el proceso para reorientar de pronto esa manera de hacer infografías?

- Fue un proceso largo. Eché la solicitud para alguno de los 15 puestos que ofertaron en el departamento de gráficos. Aquello fue en junio y hasta noviembre no se resolvió. En principio lo solicité para un puesto más relacionado con el diseño, pero ellos decidieron al ver mi currículum que encajaba más en Deportes, ya que es algo que venía haciendo, en Líbero o Corriere dello Sport. Es un área en la que me siento cómodo y fue un buen encaje entrar así. De todas formas, al final estoy en un puesto que está en contacto permanente con el diseño. Los infografistas, cuando nos ponemos a hacer una página, somos también redactores y diseñadores. Nos hemos convertido en una especie de hombre orquesta, que está muy guay.


"Los infografistas, cuando nos ponemos a hacer una página, somos también redactores y diseñadores. Nos hemos convertido en una especie de hombre orquesta"


- Si su periódico de pronto fichó a 15 personas para gráficos es que este ha de ser un departamento muy grande. ¿Cuántos son en total y cómo se organizan para repartirse el trabajo, además de hacerlo por áreas, como comentaba antes?

- Somos treinta y pocos, que está muy bien. Al ser un equipo tan grande, los temas y las funciones están más repartidos. Dentro del departamento hay varios editores, uno por cada una de las principales secciones del periódico (Política, Economía, etc), y dentro de ellas estamos nosotros, los reporteros. Trabajamos en secciones dentro de la sección de Gráficos. En mi caso yo dependo del editor de Noticias, que es algo que crearon hace poco también y donde hacemos temas transversales relacionado con la actualidad, pensados y creados por nosotros y que acompañen a las piezas principales. 

Hay una reunión semanal para coordinar el trabajo y otras dos de brainstorming, en las que contamos en qué estamos trabajando. Ellos hacen para que las relaciones entre unos y otros sean dinámicas y hablemos unos con otros. Está todo muy compartimentado pero con la libertad de salirse en un momento dado. Trabajar así es un lujo porque puedes centrarte en un tema en el que puedes estar trabajando una semana o dos semanas como mínimo, en vez de ir a tope, a salto de mata, que es lo que suele ocurrir cuando en un departamento de infografía hay poca gente.


El récord de triples de Curry, historia infográfica de Galocha. Diciembre de 2021.


- ¿Qué tipo de cobertura de Deportes se ha encontrado en el Washington Post a diferencia de lo que conocía hasta ahora?

- Nunca me lo había planteado. En Corriere dello Sport sí noté el cambio de enfoque al ser solo un periódico de deportes respecto a cómo se hace en uno generalista. En uno más generalista, donde el público no es tan especializado, tratas de buscar la historia no solo dando datos al lector. El cambio lo noté más ahí que de El País al Post. Porque no son ESPN y lo saben, entonces no tratan de llegar a las breaking news, sino más bien análisis a posteriori. Así el año pasado en la NFL hicimos análisis de jugadas, un trabajo con mayor perspectiva ya que sabes que la gente ha visto el partido o se ha leído la crónica. Es un cambio en la manera de trabajar a nivel general.

- La deportiva es una temática muy conocida por el gran público, lo que ha de obligarle a desmenuzar los temas muy bien para ofrecer algo distinto al lector. Ahí está el reto, ¿no?

- Sí y ese reto es muy complicado. Tienes que estar al tanto de la actualidad y manejar los datos pero para no quedarte en lo superficial, no basta con organizar esos datos para visualizarlos de esta u otra manera sino buscar esa vuelta de tuerca, ese puntito diferenciador para hacerlo aún más interesante. Tienes que tener una percha muy potente. Pero no es fácil, porque puedes tener la idea, una tesis más o menos general, pero a veces has de investigar yendo más allá de los datos, para darle forma y que al final puedas contar una buena historia. Mientras llegas a eso, vas dando palos de ciego hasta que encuentras el camino, y en ese proceso de creación de una historia infográfica ese es sin duda el peor momento. Tienes que plantearte el porqué contamos esto y qué es lo que tiene que sea especial. Es lo que siempre tratas de buscar, que sea especial ya sea por el tema, por las conclusiones o por cómo te acerques a él, técnica o estructuralmente.

- Ahora que llega la gran cita olímpica, ¿cómo se prepara infográficamente esa previa de los Juegos Olímpicos de invierno, que en Estados Unidos sí tiene mucha repercusión?

- Aquí lo bueno es que se planifica mucho y con antelación. De hecho ahora tenemos reuniones para hablar del Mundial de fútbol, que es en noviembre. Así empezamos a hablar de ello y a juntar ideas. El año pasado ocurrió igual con los JJ.OO. de Tokio, que si fueron en julio, empezamos a hablar de ello en diciembre, además de que, como se habían pospuesto por la pandemia, ya había trabajo hecho desde 2019.

Así tenemos una reunión semanal en la que participan todas las personas de la redacción que de una forma u otra va realizar tareas relacionadas con los Juegos, desde los creativos, hasta los ingenieros pasando por los redactores... reuniones de cincuenta personas y ahí cada uno va diciendo los avances que ha tenido en esa semana, y así vas poniendo todo en común con los demás. Luego, aparte si estás dentro un proyecto o tema importante, tienes una reunión específica o dos sobre ello, además de una reunión semanal con el equipo de diseño y gráficos. 

Así para los JJ.OO. de invierno, aunque son menos importantes que los de verano, también seguimos esta forma de trabajar con diferentes reuniones semanales que sirven para preparar la cobertura. Va habiendo un seguimiento de mucho tiempo antes para ir generando contenido, y siempre hay unas 'balas' especiales, que es donde pones más esfuerzo (en Tokio lo hicimos con un interactivo sobre los tres deportes nuevos, escalada, surf y skate), y luego van historias más pequeñas. Y ahora iremos con un par de temas potentes que irán en la previa de los Juegos de Pekín


"En el Post lo bueno es que se planifica mucho y con antelación. Este mes ya hemos empezado a preparar el Mundial de fútbol, que es en noviembre"


- El hecho de que los deportes de invierno sean menos conocidos para el gran público a diferencia de otros más populares ¿le exige como infografista un trabajo añadido, quizá a la hora de explicar cosas?

- Pues creo que no. Cuanto menos sabe la gente, más fácil es. Recuerdo con una serie de trabajos que hicimos en Público sobre los Juegos Olímpicos de invierno. Claro, hablamos del público español, que quizá no tenga una base de lo que es el bobsleigh o sobre cómo funciona el esquí el alpino. Y ahí podías partir de cero y cada día explicábamos un deporte. Así resulta divertido y más fácil porque lo cuentas desde cero. Sin embargo, el problema que ahora me encuentro cuando trato de trabajar algo para los Juegos Olímpicos de Invierno es que aquí en EE.UU. no puedes explicarlos porque ya los conocen, y entonces de nuevo tienes que buscar ese punto diferencial: qué explico aquí que no se haya hecho antes o se conozca menos, y que sea importante. Eso es lo que más trabajo exige.

- Usted es uno de los últimos embajadores de la infografía española trabajando en medios internacionales. ¿Por qué se ha producido este fenómeno de creación y fuga de talentos creativos a otros países, más allá de que en esos medios de otros países pueda haber más recursos dedicados a los departamentos de gráficos?

- Por un lado, viene de la tradición que hay en España, donde se llevan celebrando los premios Malofiej desde hace muchos años y ahí se creó una comunidad. También se debe a que hay periódicos que apuestan por la infografía desde la década de los noventa, como ocurrió con La Voz de Galicia (por ahí pasaron Alberto Cairo o Chiqui Esteban, entre otros). Pero también tiene que ver la crisis de 2008 y lo que vino después en 2012 para la prensa española, donde justamente se recortó por por los departamentos de infografía. Parecía que de pronto importaba menos y mucha gente, al ver que no había una apuesta clara en periódicos españoles por la infografía pero que sí la había fuera, decidió marcharse. 

Ahora se está cuidando más la infografía que antes en España, aunque todavía en algunos medios internacionales se tiene más tiempo para pensar, para probar y para fallar. Las páginas más vistas en la historia de El País y del Post son infografías. Tiene sentido que apuesten por eso.

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