El lenguaje deportivo en los libros de estilo fue el protagonista en las sesiones celebradas ayer en el Máster Universitario de Comunicación y Periodismo Deportivo, que se viene desarrollando un año más en el Campus de Villaviciosa de Odón de la Universidad Europea de Madrid (UEM) en colaboración con la Escuela de Estudios Universitarios Real Madrid.
Tuve el honor de ser el profesor elegido para impartir esta materia, que se incorpora así por primera vez a la programación docente de este prestigioso curso de posgrado, que ya cumple su cuarta edición bajo la dirección de la profesora Elena Gómez y el periodista y consultor Javier Reyero.
La clase que impartí a los 25 alumnos que integran la promoción del presente máster se estructuró en dos partes. En la primera, se repasó la historia de los libros de estilo periodísticos y sus principales manifestaciones dentro y fuera del ámbito hispanohablante, y se analizaron las menciones concretas al deporte como área de especialización periodística y lenguaje sectorial diferenciado dentro de estos textos. En una segunda sesión, se efectuó un diagnóstico sobre las fortalezas y debilidades de esta tipología periodística.
Estas fueron las conclusiones de ambas sesiones:
1) El periodismo deportivo en lengua española maneja actualmente un lenguaje propio y diferenciado, que sobresale por su creatividad y su capacidad de explorar todas las posibilidades expresivas del idioma ampliando su campo de acción hacia nuevas palabras y acepciones y poniéndolas al servicio de la información y el entretenimiento en sus mensajes.
2) Sin embargo, también adolece de importantes debilidades en una serie de aspectos, que, desde el punto de vista lingüístico, aparecen como manifiestamente mejorables y repercuten negativamente en la calidad de los contenidos que ofrece al público. Estas disfunciones son, sobre todo, el abuso de voces extranjeras y neologismos innecesarios, traslados semánticos erróneos, la incitación a la violencia a través de términos belicistas, la degeneración de formas coloquiales en vulgarismos, el empleo de tópicos y frases gastadas y el exceso de siglas y fórmulas abreviadas que dificultan la comprensión del mensaje.
3) Este deterioro de los contenidos deportivos invita a una importante y urgente reflexión académica, la cual tiene que ver con la gran responsabilidad social que tienen estos medios especializados a la hora de emitir sus informaciones. De hecho, han adquirido la condición de verdaderos protagonistas en las sociedades contemporáneas por su capacidad de proyectar los logros del deporte como factor de identificación cultural y de cohesión social de ciudades, regiones y países.
4) Este tipo de obras apenas existen en los medios especializados en deporte y en la mayor parte de los libros de estilo de medios generalistas en España e Hispanoamérica el lenguaje deportivo es una asignatura pendiente. Curiosamente, los medios de mayor impacto son de los que menos controlan sus contenidos.
5) Por tanto, resulta necesario que los medios de comunicación especializados en deporte y los profesionales que en ellos trabajan se autorregulen más y se doten y hagan uso de herramientas para hacer mejor su trabajo como son los libros de estilo. Porque la aplicación de este tipo de instrumentos les permitirá ofrecer a sus lectores un producto periodístico responsable y de calidad, y convertirse en un actor social que forme culturalmente y marque tendencias positivas en el decir y hacer de los ciudadanos.
Tuve el honor de ser el profesor elegido para impartir esta materia, que se incorpora así por primera vez a la programación docente de este prestigioso curso de posgrado, que ya cumple su cuarta edición bajo la dirección de la profesora Elena Gómez y el periodista y consultor Javier Reyero.
La clase que impartí a los 25 alumnos que integran la promoción del presente máster se estructuró en dos partes. En la primera, se repasó la historia de los libros de estilo periodísticos y sus principales manifestaciones dentro y fuera del ámbito hispanohablante, y se analizaron las menciones concretas al deporte como área de especialización periodística y lenguaje sectorial diferenciado dentro de estos textos. En una segunda sesión, se efectuó un diagnóstico sobre las fortalezas y debilidades de esta tipología periodística.
Estas fueron las conclusiones de ambas sesiones:
1) El periodismo deportivo en lengua española maneja actualmente un lenguaje propio y diferenciado, que sobresale por su creatividad y su capacidad de explorar todas las posibilidades expresivas del idioma ampliando su campo de acción hacia nuevas palabras y acepciones y poniéndolas al servicio de la información y el entretenimiento en sus mensajes.
2) Sin embargo, también adolece de importantes debilidades en una serie de aspectos, que, desde el punto de vista lingüístico, aparecen como manifiestamente mejorables y repercuten negativamente en la calidad de los contenidos que ofrece al público. Estas disfunciones son, sobre todo, el abuso de voces extranjeras y neologismos innecesarios, traslados semánticos erróneos, la incitación a la violencia a través de términos belicistas, la degeneración de formas coloquiales en vulgarismos, el empleo de tópicos y frases gastadas y el exceso de siglas y fórmulas abreviadas que dificultan la comprensión del mensaje.
3) Este deterioro de los contenidos deportivos invita a una importante y urgente reflexión académica, la cual tiene que ver con la gran responsabilidad social que tienen estos medios especializados a la hora de emitir sus informaciones. De hecho, han adquirido la condición de verdaderos protagonistas en las sociedades contemporáneas por su capacidad de proyectar los logros del deporte como factor de identificación cultural y de cohesión social de ciudades, regiones y países.
4) Este tipo de obras apenas existen en los medios especializados en deporte y en la mayor parte de los libros de estilo de medios generalistas en España e Hispanoamérica el lenguaje deportivo es una asignatura pendiente. Curiosamente, los medios de mayor impacto son de los que menos controlan sus contenidos.
5) Por tanto, resulta necesario que los medios de comunicación especializados en deporte y los profesionales que en ellos trabajan se autorregulen más y se doten y hagan uso de herramientas para hacer mejor su trabajo como son los libros de estilo. Porque la aplicación de este tipo de instrumentos les permitirá ofrecer a sus lectores un producto periodístico responsable y de calidad, y convertirse en un actor social que forme culturalmente y marque tendencias positivas en el decir y hacer de los ciudadanos.
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