La Corporación Radio Televisión Española (CRTVE) se suma a otros medios de comunicación nacionales e internacionales en dar conocer al público sus normas de procedimiento contenidas en su Manual de Estilo, editado en 2010. Este texto, que puede consultarse íntegramente en la red, se encamina a unificar el estilo de la programación en todos sus géneros y formatos, y sistematizar las formas de trabajo de los profesionales de la televisión, la radio y los medios interactivos de la corporación.
De acuerdo a los Principios Básicos de la Programación, documento de siete páginas aprobado en junio de 2007 por el Consejo de Administración de CRTVE, el Manual de Estilo aboga por presentar una oferta programática destinada al entretenimiento de calidad para todos los ciudadanos.
Así, el texto insta a los profesionales de la corporación pública a ofrecer a los espectadores "un ocio activo, crítico, imaginativo, culto, enriquecedor y divertido" y sostiene que "el entretenimiento en RTVE debe huir de la vulgaridad y la banalidad y cultivar contenidos de calidad capaces de interesar a la gran mayoría, hechos con rigor profesional, creatividad y buen gusto".
A estos parámetros de calidad deberán ajustarse también los contenidos de las retransmisiones y programas deportivos. A este respecto, el manual apuesta por que los periodistas deportivos contribuyan con su trabajo a la difusión de los valores del deporte y promueve la práctica deportiva de los ciudadanos y a la cohesión social de la colectividad.
Igualmente, aboga por que los contenidos deportivos mantengan un equilibrio entre las preferencias mayoritarias de la audiencia y las modalidades minoritarias y aquellas practicadas por personas con discapacidad para que todas ellas tengan presencia; y promover el juego limpio y resaltar los aspectos lúdicos sobre los pasionales y contribuir al mantenimiento de un clima de competitividad sin violencia.
Por último, este libro de estilo señala que los profesionales de RTVE deben "mostrarse totalmente imparciales en lo referido a gustos y/o adhesiones a un equipo o a un deportista determinado", salvo en aquellos supuestos en los que un equipo o un deportista represente a España en una competición internacional. En cualquier caso, haya que ensalzar los logros patrios o no llegado el momento, los comentarios que viertan los periodistas deportivos deberán fundamentarse, a ser posible, en datos y hechos objetivamente contrastados.
De acuerdo a los Principios Básicos de la Programación, documento de siete páginas aprobado en junio de 2007 por el Consejo de Administración de CRTVE, el Manual de Estilo aboga por presentar una oferta programática destinada al entretenimiento de calidad para todos los ciudadanos.
Así, el texto insta a los profesionales de la corporación pública a ofrecer a los espectadores "un ocio activo, crítico, imaginativo, culto, enriquecedor y divertido" y sostiene que "el entretenimiento en RTVE debe huir de la vulgaridad y la banalidad y cultivar contenidos de calidad capaces de interesar a la gran mayoría, hechos con rigor profesional, creatividad y buen gusto".
A estos parámetros de calidad deberán ajustarse también los contenidos de las retransmisiones y programas deportivos. A este respecto, el manual apuesta por que los periodistas deportivos contribuyan con su trabajo a la difusión de los valores del deporte y promueve la práctica deportiva de los ciudadanos y a la cohesión social de la colectividad.
Igualmente, aboga por que los contenidos deportivos mantengan un equilibrio entre las preferencias mayoritarias de la audiencia y las modalidades minoritarias y aquellas practicadas por personas con discapacidad para que todas ellas tengan presencia; y promover el juego limpio y resaltar los aspectos lúdicos sobre los pasionales y contribuir al mantenimiento de un clima de competitividad sin violencia.
Por último, este libro de estilo señala que los profesionales de RTVE deben "mostrarse totalmente imparciales en lo referido a gustos y/o adhesiones a un equipo o a un deportista determinado", salvo en aquellos supuestos en los que un equipo o un deportista represente a España en una competición internacional. En cualquier caso, haya que ensalzar los logros patrios o no llegado el momento, los comentarios que viertan los periodistas deportivos deberán fundamentarse, a ser posible, en datos y hechos objetivamente contrastados.
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