Estas son las conclusiones de la mesa redonda 'El poder del lenguaje' celebrada hoy en Sevilla en el marco de las I Jornadas Universitarias sobre Deporte, Discapacidad y Comunicación, que se han desarrollado en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla (en la imagen, de izquierda a derecha, José Luis Rojas, el profesor Juan Luis Manfredi y la profesora Valle Carreras):
1) Los medios de comunicación deportivos pueden contribuir de manera eficaz a la integración social de personas con discapacidad incluyendo un mayor número de noticias sobre el deporte adaptado para darlo a conocer, con todas sus especialidades, y mejorar su imagen social. Para dotar de mayor visibilidad a los deportistas con discapacidad y educar a la audiencia será preciso:
- Naturalizar las noticias sobre deportistas con discapacidad, de forma que ingresen en la agenda habitual de los medios y en la cobertura de los espacios que se destinan al resto de las informaciones.
- Mostrar una imagen del deportista con discapacidad de la misma forma que al resto de los deportistas, colocándolas así en un plano de igualdad respecto al resto de ciudadanos.
- Presentar a los deportistas con discapacidad ni como personas dependientes o lastimosas, sino como ejemplos a seguir por sus capacidades más que por sus limitaciones. No han provocar compasión sino, en todo caso, respeto y admiración. Debe ser mostrados de forma atractiva como ejemplo de superación.
2) A la hora tratar estos contenidos, los medios de comunicación deberán hacer un uso respetuoso, claro y preciso de los términos lingüísticos y un empleo adecuado de las imágenes. Entre las recomendaciones que incluyen algunos libros de estilo periodísticos como los de la agencia Servimedia (2007), Canal Sur TV (2004) o RTVE (2010), destacan las siguientes:
- Habrá que tener especial cuidado con aquellos estereotipos que pueden resultar discriminatorios y términos con connotaciones peyorativas u ofensivas al referirnos a una persona con discapacidad. Son inadecuadas por peyorativas al implicar la negación de una o varias cualidades de la persona: disminuido, deficiente, incapacitado, subnormal, anormal, inválido, tarado, perturbado, mutilado, tullido, lisiado, loco, invidente, mongólico.
- Deberán considerarse cuidadosamente las palabras, especialmente los adjetivos que se vayan a emplear en una información. Una tendencia de los últimos años es la de no sustantivar los adjetivos calificativos: es preferible hablar de persona con discapacidad o persona discapacitada, persona sorda, persona ciega, persona con retraso mental, etcétera a etiquetar a los individuos como el discapacitado, el minusválido, el sordo, el ciego o el retardado.
- Es recomendable no utilizar verbos que conllevan una apreciación negativa de la discapacidad como padecer, sufrir, aquejar, etc. y emplear en su lugar presentar, tener o manifestar.
- Si bien el uso de eufemismos (personas con discapacidad visual en lugar de ciegos o personas con movilidad reducida en vez de cojos) es recomendable como expresiones sinónimas y evitar así repeticiones, lo políticamente correcto no es siempre lo más periodístico. En una información deberá llamarse a las cosas por su nombre, de forma que el mensaje sea de fácil comprensión y no se hiera nunca a las personas que son protagonista de la noticia. Sordo, ciego o cojo son palabras de uso común que no tiene carácter peyorativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario