El diario La Voz del Interior es uno de los medios impresos más relevantes de Argentina. Se trata del periódico no capitalino (es decir, además de Clarín, La Nación, Perfil y el deportivo Olé) de mayor difusión y que cuenta con el sitio de internet más visitado del interior del país (28,6 páginas vistas y 1,4 visitantes únicos, según el último informe de Interactive Advertising Bureau de Argentina (IAB).
Además de los números, al diario que dirige Carlos Jornet le avalan más de cien años de periodismo que le han granjeado reconocimiento y consideración internacional. Buena parte de su prestigio reside en la rigurosidad e innovación de sus procedimientos a la hora de confeccionar una información, algo que se ha visto reflejado en su manual de estilo.
En este sentido, La Voz es un diario pionero en Argentina al elaborar en 1990 el primer libro de estilo del que se tiene constancia en el ámbito de la prensa de este país y uno de los primeros en el ámbito hispanoamericano. Este texto, que sería ampliamente actualizado en una segunda edición en el año 2006, denominada Manual de principios, valores y estilos, pasaría también a la historia como el primer libro de estilo concebido expresamente para la redacción periodística en internet ('Normas de Estilo de lavoz.com.ar y cordoba.net').
Mañana, 15 de marzo, La Voz del Interior cumple 107 años desde su fundación. Con motivo de esta efeméride, reproducimos aquí íntegramente la primera nota editorial de este rotativo, titulada 'La primera palabra', que constituye toda una declaración de intenciones -todavía hoy vigente- de un medio que se afana por hacer buen periodismo: lucha por la verdad, transparencia, compromiso con la sociedad a la que se dirige y, en definitiva, contribución a la consecución del bienestar colectivo.
LA PRIMERA PALABRA
(Nota editorial publicada en la primera edición del diario, el 15 de marzo de 1904)
Además de los números, al diario que dirige Carlos Jornet le avalan más de cien años de periodismo que le han granjeado reconocimiento y consideración internacional. Buena parte de su prestigio reside en la rigurosidad e innovación de sus procedimientos a la hora de confeccionar una información, algo que se ha visto reflejado en su manual de estilo.
En este sentido, La Voz es un diario pionero en Argentina al elaborar en 1990 el primer libro de estilo del que se tiene constancia en el ámbito de la prensa de este país y uno de los primeros en el ámbito hispanoamericano. Este texto, que sería ampliamente actualizado en una segunda edición en el año 2006, denominada Manual de principios, valores y estilos, pasaría también a la historia como el primer libro de estilo concebido expresamente para la redacción periodística en internet ('Normas de Estilo de lavoz.com.ar y cordoba.net').
Mañana, 15 de marzo, La Voz del Interior cumple 107 años desde su fundación. Con motivo de esta efeméride, reproducimos aquí íntegramente la primera nota editorial de este rotativo, titulada 'La primera palabra', que constituye toda una declaración de intenciones -todavía hoy vigente- de un medio que se afana por hacer buen periodismo: lucha por la verdad, transparencia, compromiso con la sociedad a la que se dirige y, en definitiva, contribución a la consecución del bienestar colectivo.
LA PRIMERA PALABRA
(Nota editorial publicada en la primera edición del diario, el 15 de marzo de 1904)
Entramos en la lucha y, siguiendo la práctica establecida, debemos decir cuáles son nuestras armas y qué propósitos perseguimos, para que, desde luego,pueda apreciarse el valor de la obra que nos proponemos realizar y el mérito del esfuerzo para conseguirla.
No nos detendremos en un análisis de lo que es o debe ser el periodismo, pues nadie duda que la prensa dice en forma elocuente el grado de cultura de los pueblos, como que juega un rol importantísimo en su adelanto, aportando a la obra común del progreso el producto de la diaria observación, indicando los males que amenazan el cuerpo social y enseñando los medios o procedimientos que mejor se avienen al fin de su existencia.
Y siendo esto así, entendemos que un diario que escriba en su bandera “justicia” y “verdad”, como síntesis de su programa y como lema para la lucha, disponiéndose a mantener en alto la pureza de estos principios, tiene derecho a aspirar a un puesto de honor entre los que bregan por el engrandecimiento de la patria.
No se nos oculta que el periodismo es un apostolado y que como tal impone grandes sacrificios, para hacer que primen los intereses permanentes de la colectividad sobre las aspiraciones o tendencias de círculos o de personas.
En materia política seremos independientes, en la más amplia acepción del concepto, pues no pertenecemos a partido alguno; y así no tendremos inconveniente en criticar los actos de esta naturaleza, pero sin apartarnos del terreno de los principios,cuando el gobierno o los partidos en lucha obren en contra de la ley o produzcan actos dignos de censura.
Y cabe observar aquí que no admitiremos discusiones sobre religión, ni polémicas en forma personal, como asimismo que no daremos cabida en nuestra hoja a asuntos de índole privada, salvo caso de que por su naturaleza especial exigieran una pública explicación.
Fomentaremos el desarrollo de la educación común en la provincia, procurando que se la coloque en su terreno propio, para que proporcione una enseñanza adecuada a la época y a las necesidades locales.
Serán temas de nuestra preferente atención la agricultura, la ganadería, la industria y el comercio en general, factores de nuestra economía y base inconmovible de nuestro engrandecimiento.
Pondremos a su servicio todas nuestras energías, trabajando por el mejoramiento de las autoridades judiciarias de la provincia y de las policías de campaña, porque se abran nuevas vías de comunicación y se mejoren las existentes, porque se establezca un sistema racional en la distribución de impuestos y contribuciones, por la abolición de los que existen inconstitucionalmente; en una palabra, porque se gobierne,según la conocida frase, “por el pueblo y para el pueblo”.
Para no abundar en detalles, condensaremos así nuestro pensamiento: todo acto contrario a la ley o la moral merecerá nuestra censura; y en cambio nuestro aplauso sonará franco y entusiasta cuando se trate de actos que signifiquen progreso, respeto por la ley o amor por la justicia.
LA VOZ DEL INTERIOR prestará, en consecuencia, su más decidido apoyo a todo lo que signifique una nota de cultura o una promesa de bienestar colectivo. Para terminar, nuestro saludo a la sociedad cordobesa y el testimonio de nuestra simpatía a la prensa de la república, y en especial a los colegas locales, valientemente empeñados en la obra civilizadora, deseando que nuestra propaganda sea un valioso contingente por el triunfo de las buenas ideas que sostienen.
No nos detendremos en un análisis de lo que es o debe ser el periodismo, pues nadie duda que la prensa dice en forma elocuente el grado de cultura de los pueblos, como que juega un rol importantísimo en su adelanto, aportando a la obra común del progreso el producto de la diaria observación, indicando los males que amenazan el cuerpo social y enseñando los medios o procedimientos que mejor se avienen al fin de su existencia.
Y siendo esto así, entendemos que un diario que escriba en su bandera “justicia” y “verdad”, como síntesis de su programa y como lema para la lucha, disponiéndose a mantener en alto la pureza de estos principios, tiene derecho a aspirar a un puesto de honor entre los que bregan por el engrandecimiento de la patria.
No se nos oculta que el periodismo es un apostolado y que como tal impone grandes sacrificios, para hacer que primen los intereses permanentes de la colectividad sobre las aspiraciones o tendencias de círculos o de personas.
En materia política seremos independientes, en la más amplia acepción del concepto, pues no pertenecemos a partido alguno; y así no tendremos inconveniente en criticar los actos de esta naturaleza, pero sin apartarnos del terreno de los principios,cuando el gobierno o los partidos en lucha obren en contra de la ley o produzcan actos dignos de censura.
Y cabe observar aquí que no admitiremos discusiones sobre religión, ni polémicas en forma personal, como asimismo que no daremos cabida en nuestra hoja a asuntos de índole privada, salvo caso de que por su naturaleza especial exigieran una pública explicación.
Fomentaremos el desarrollo de la educación común en la provincia, procurando que se la coloque en su terreno propio, para que proporcione una enseñanza adecuada a la época y a las necesidades locales.
Serán temas de nuestra preferente atención la agricultura, la ganadería, la industria y el comercio en general, factores de nuestra economía y base inconmovible de nuestro engrandecimiento.
Pondremos a su servicio todas nuestras energías, trabajando por el mejoramiento de las autoridades judiciarias de la provincia y de las policías de campaña, porque se abran nuevas vías de comunicación y se mejoren las existentes, porque se establezca un sistema racional en la distribución de impuestos y contribuciones, por la abolición de los que existen inconstitucionalmente; en una palabra, porque se gobierne,según la conocida frase, “por el pueblo y para el pueblo”.
Para no abundar en detalles, condensaremos así nuestro pensamiento: todo acto contrario a la ley o la moral merecerá nuestra censura; y en cambio nuestro aplauso sonará franco y entusiasta cuando se trate de actos que signifiquen progreso, respeto por la ley o amor por la justicia.
LA VOZ DEL INTERIOR prestará, en consecuencia, su más decidido apoyo a todo lo que signifique una nota de cultura o una promesa de bienestar colectivo. Para terminar, nuestro saludo a la sociedad cordobesa y el testimonio de nuestra simpatía a la prensa de la república, y en especial a los colegas locales, valientemente empeñados en la obra civilizadora, deseando que nuestra propaganda sea un valioso contingente por el triunfo de las buenas ideas que sostienen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario