Una de las más gratas noticias recibidas para cerrar el año ha sido la reciente publicación de Tendencias en el lenguaje deportivo actual, obra de Néstor Hernández Alonso, profesor de Lengua y Literatura y doctor por la Universidad de León. Este autor retoma una de sus principales líneas de investigación nueve años después de El lenguaje de las crónicas deportivas (Cátedra, 2003), con el propósito de analizar los cambios producidos desde entonces en el periodismo deportivo y su incidencia en el uso que de este lenguaje hacen los medios de comunicación y, a través de estos, también los ciudadanos.
A juicio de Hernández Alonso, la nueva dimensión global del deporte ha hecho que el lenguaje que se utiliza en este ámbito haya ido abandonando paulatinamente su carácter más técnico y avance hacia un tipo de lengua general para todos los deportes, más polisémica que argótica, y adaptada al más común de los hablantes. "Hemos pasado del aficionado-especialista, generalmente masculino, al aficionado global, de cualquier edad y sexo, a quien ya no interesa lo más específico del deporte (muchas veces no asiste a los estadios ni conoce a los deportistas), sino la espectacularidad de muchos acontecimientos deportivos, muy ligados a la publicidad, la moda, el patriotismo, etc.", afirma.
Entre otras transformaciones habidas en el discurso deportivo, el autor señala tres: la voluntad cada vez más decidida de los periodistas y los medios de garantizar la comprensión del mensaje por un lector amplio y heterogéneo prescindiendo si es preciso de retoricismos, expresiones rebuscadas y referencias literarias; la reducción creciente de los textos y la prevalencia de lo visual (tipografía, color y fotografías); y la acentuación de las diferencias entre las distintas modalidades tanto en las preferencias de los aficionados como en su presencia mediática (si bien lo primero en parte es consecuencia de lo segundo).
Para demostrar la nueva orientación emprendida por el lenguaje del deporte en los últimos años, Hernández rehúye de enfoques normativos o academicistas para realizar un estudio descriptivo del discurso periodístico deportivo habitual, ilustrándolo con ejemplos de informaciones publicadas o emitidas en medios deportivos y generalistas de prensa, radio y televisión entre octubre de 2009 y primeros meses de 2012. Como advierte el propio autor en las palabras preliminares: "Describimos el lenguaje y lo apoyamos en ejemplos comprobatorios. No son ejemplos rebuscados, escogidos ad hoc, sino habituales. Lo que en el trabajo aparece lo hace porque constantemente se puede encontrar en un texto deportivo. Solo de esta manera la verosimilitud está garantizada".
El volumen se organiza en 14 capítulos. Los primeros, dedicados a la evolución histórica del lenguaje deportivo; la importancia del deportista en las sociedades contemporáneas; patriotismo, nacionalismo y regionalismo; la presencia y el tratamiento del deporte en los medios de comunicación; y los géneros especializados en el periodismo deportivo; son contextualizadores. A partir de ahí, el estudio se centra en las características fundamentales del lenguaje del deporte: la selección del léxico (argótico, técnico, trasladado y ampliado); los neologismos, arcaísmos y locuciones; los rasgos lingüísticos y la tipografía de los titulares deportivos; los aspectos morfosintácticos; las estructuras argumentativas y de construcción del discurso; el lenguaje deportivo y la violencia; y la importancia del lenguaje corporal.
Este nuevo libro constituye una relevante y muy actualizada aportación al estudio del lenguaje deportivo y, sobre todo, confirma la trascendencia social del deporte y su lengua, que, tal como recuerda el autor, "influyen decisivamente en nuestros comportamientos y en nuestra manera de comunicarnos". Efectivamente, esto lo comprobamos a diario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario