martes, 15 de enero de 2013

Francisco Pinheiro: "Parece imposible que se cuente la historia del siglo XX sin hablar de deporte, pero se sigue enseñando así"

El portugués Francisco Pinheiro es uno de los más consumados expertos europeos en el estudio de la historia de la prensa deportiva. Autor de varios libros sobre Historia, Deporte y Medios de Comunicación, entre los que se encuentra História da Imprensa Desportiva em Portugal (2011), este doctor en Historia pertenece al Centro de Estudos Interdisciplinares do Século XX de la Universidad de Coimbra y es investigador asociado del Instituto de Historia Contemporánea de la Universidad Nova de Lisboa.

Aprovechando la próxima celebración en la Universidad de Coimbra de las 'II Jornadas sobre Comunicación y Deporte' que él mismo organiza, Periodismo Deportivo de Calidad se ha puesto en contacto con Pinheiro para conocer cuáles serán los aspectos que se debatirán en ese foro científico y las principales las líneas de investigación que están en marcha o están aún por hacer en este campo tanto en Portugal como en el resto de Europa y en América.

- Las jornadas tratarán el próximo 25 de febrero en Coimbra el papel de los medios de comunicación en la construcción del héroe deportivo en las sociedades contemporáneas ¿Acaso existirían esos héroes si no hubiera medios de comunicación? 
– Sí, claro, seguirían existiendo, pero no serían héroes a una escala global. Los medios de comunicación trajeron la globalización, fenómeno que aportó una dimensión completamente diferente al deporte. En las últimas décadas, los grandes héroes deportivos dejaron su dimensión de héroes regionales o nacionales para tener una dimensión internacional, global. Messi es un héroe, ejemplo y modelo deportivo tanto para un niño en Barcelona, en el conjunto de España, en Argentina como en cualquier rincón del mundo en el que hay una televisión. Lo mismo ocurre con otros grandes ídolos de muchos otros deportes.

- De hecho, los medios siempre han aprovechado el poder catalizador del deporte para reforzar vínculos afectivos y de identificación cultural entre los habitantes de cada ciudad, región o país. Por ello, periodismo, deporte y nacionalismo han estado casi siempre unidos ¿no?
- La dimensión nacionalista en el deporte estuvo muy presente en la primera mitad del siglo XX con los fascismos europeos, y lo mismo sucedió con los regímenes comunistas, en la segunda mitad del siglo. Con la construcción de una sociedad más global, que se acentuó a finales de los años 90 del siglo pasado, los tradicionales nacionalismos se diluyeron un poco en toda Europa, cuya dimensión y cohesión política (con la creación de la Comunidad Económica Europea, luego Unión Europea) ayudó a atenuar las dimensiones nacionalistas en todos los aspectos de la vida social europea.

En el deporte, las rivalidades continúan muy presentes, pero ahora solo son rivalidades deportivas, ya no asumen dimensiones casi de 'batallas' por la hegemonía y superioridad de un pueblo en contra de otro. Siempre que se disputa, por ejemplo, un Portugal-España en fútbol, la prensa portuguesa recupera muchos imaginarios de un pasado de batallas por la independencia de los portugueses, pero sin un cariz real; es solamente simbólico, un imaginario histórico que ayuda a contextualizar la gran rivalidad entre los dos países (rivalidad más portuguesa que de los españoles…). Lo mismo sucede con el España-Francia, o con el Estados Unidos-Rusia o con el China-Japón, y podría dar muchos otros ejemplos. La actual crisis está acentuando estas cuestiones, sobre todo relativamente a Alemania y a los países que sufren una intervención económica, los del sur de Europa.

A través del deporte se transportan todos los males sociales y todas las preocupaciones humanas. Por eso es bueno que se observe detenidamente este proceso de nacionalismos en el deporte, para no volver a caer en los males de un pasado fascista no muy lejano. Y la prensa tiene, sin duda, un papel pedagógico importante, no debiendo caer en el tradicional discurso nacionalista, demasiado simplista y poco esclarecedor, pero muchas meces más vendible.

- Sin embargo, en todo este proceso de construcción mediática del mito deportivo se producen asimetrías. Ni ocurre en todos los deportes ni a todos los deportistas.
- La construcción del héroe deportivo sufre muchas asimetrías, claramente, y la prensa ha contribuido mucho a que eso sea así. Recordemos a Zidane. El último recuerdo con el que nos quedamos de él fue dándole un cabezazo al italiano Materazzi. Sus goles, que valieron a Francia una Eurocopa y un Mundial de fútbol, sus jugadas fantásticas, sus temporadas magníficas con el Real Madrid (ganando la Copa de Europa),... todo se apaga en un momento. ¿Aquel cabezazo define a este gran futbolista? No, claro que no, pero fue lo que quedó en la memoria colectiva. La velocidad con la que todo funciona hoy en día no nos deja pensar en lo importante, ni distinguir muchas veces lo realmente fundamental de lo accesorio. Y esto nos está dominando y tornando más pobres culturalmente.

- También construyen más héroes que heroínas.
Es la hegemonía del discurso masculino sobre el femenino en el deporte. El siglo XX fue dominado por el deporte masculino, por los héroes en el masculino, con pocas excepciones femeninas. Y hablando de Europa, por ejemplo, esto sucedió sobre todo en el Sur, tradicionalmente más machista que el Norte. Hoy en día la dimensión femenina empieza a estar más presente en los medios de comunicación, pero aún en una escala reducida (el tenis es un buen ejemplo, en el que se igualaron los premios de juego en los Abiertos, con buenas audiencias televisivas en los partidos femeninos). Lo mismo sucede con el deporte para minusválidos, que son parientes muy pobres del gran deporte masculino y juvenil, siempre muy heroico.

- Más allá de los Juegos Olímpicos, que sirven para pulsar el grado de cohesión y sentimiento de unidad nacional de los países cada cuatro años, el deporte-espectáculo sigue limitándose al fútbol y poco más. ¿Es la futbolización del deporte y de la comunicación deportiva un fenómeno imparable? Esto a veces se ve como algo negativo.
– La futbolización del deporte y de la comunicación deportiva tiene aspectos positivos, no solo negativos. ¿Qué culpa tiene el fútbol de ser el deporte más popular? ¿O la prensa deportiva por ser más apelativa para los lectores que la económica o la política? ¿Eso es malo? No creo. Y no es solo un fenómeno del sur de Europa, como muchos, sobre todo los intelectuales del Sur, pretenden hacer creer. Por ejemplo, en Portugal en 2011, de los 20 programas televisivos más vistos 17 fueron sobre fútbol. Y no veo que esto sea perjudicial para nadie. Si nos comparamos con Dinamarca, no es tan distinto; la diferencia está en que encontramos partidos de balonmano, hockey sobre hielo o competiciones de invierno entre los programas más vistos, pero el fútbol también domina.

Siempre que hay algo dominador, como es el fútbol, las voces minoritarias le apuntan todo lo que es negativo, pero hay que respetar los gustos y preferencias de las personas. Como dicen los argentinos para definir su pasión por el fútbol, "quien no lo siente no lo entiende", y así es para casi todo en la vida. Además, no podemos dejar de lado las grandes competiciones de ciclismo (Tour, Giro y Vuelta), tenis (Abiertos) o automovilismo (grandes premios), solo para dar algunos ejemplos de grandes momentos del deporte-espectáculo.
 
- Estamos hablando de deporte, pero este es un universo amplio y diverso, y de hecho siguen existiendo diferentes criterios para delimitarlo conceptualmente. Ni siquiera los diccionarios ni algunos autores se ponen de acuerdo ¿Es esta una tarea mucho más complicada de lo que pueda parecer a simple vista? ¿Con qué definición de deporte se queda?
– Esa es una cuestión de difícil respuesta, muy difícil. Separar lo que es deporte de lo que no lo es es muy, muy complicado (y aquí estoy citando a un autor polaco, Liponski, que en su L’Encyclopédie des Sports, de 2005, presento más de tres mil deportes). ¿La tauromaquia sería deporte? ¿Y la danza? ¿O el ajedrez? Depende de cada autor y de cada escuela historiográfica. Y hay definiciones para todos los gustos. En mi caso personal, me gustan las definiciones conciliatorias y no las que crean escisiones. Me gusta mucho el trabajo del francés George Herbert, que trabajó mucho este campo de la definición de lo que es deporte y educación física. A finales de la década de 1940, en el libro La educación física contra el deporte, Herbert escribió que "deporte es todo el género de ejercicio o actividad física que tenga como objetivo la realización de una marca y cuya ejecución asiente sobre todo en una idea de lucha contra un elemento definido: una distancia, un animal, un adversario y, por extensión, nosotros mismos".   

- Las jornadas serán también el preámbulo del 'II Congreso específico de Historia y Deporte' que celebrarán en Lisboa en mayo y que estará dedicado al deporte en el espacio iberoamericano. ¿Qué diferencias más notorias existen entre los estudios realizados sobre Deporte en Europa y América?
– La idea del tema es promover la investigación sobre historia y deporte en el espacio iberoamericano, en lengua portuguesa y española. Los portugueses acabamos por estar relativamente cerca de los brasileños y los españoles de la América Latina, pero en general en Portugal y España vivimos de espaldas los unos de los otros en términos de investigación sobre deporte como en casi todo, política incluida. Es necesario promover una aproximación entre nosotros y con los países del sur de América, y el deporte es una herramienta poderosa. Hay una larga tradición de investigación sobre historia y deporte en diversos países de Europa (Francia creó su Sociedad Francesa de Historia del Deporte en los años 80, promoviendo cada dos años un gran congreso), Inglaterra tiene también su sociedad, lo mismo sucede en varios países de Europa, o Norteamérica (ellos tienen su sociedad de historia del deporte desde 1972). Es un campo de investigación muy importante. Nos parece a todos imposible que se cuente la historia del siglo XX sin que se hable de deporte, pero las asignaturas de Historia se siguen enseñando así, al igual que ocurre con los cursos de Educación Física, que dan poca importancia a la historia.

- ¿Queda mucho por hacer en la investigación sobre Historia del Deporte y Comunicación y Deporte? ¿Hacia dónde se encaminarán las futuras líneas de trabajo en esta materia?
– Esa es una de las grandes atracciones de este campo de investigación. Queda mucho por hacer. En el caso portugués creamos el Grupo História e Deporto, apoyado en dos centros de investigación sobre historia contemporánea: Instituto de História Contemporânea (Universidade Nova de Lisboa) e el Centro de Estudos Interdisciplinares do Século XX (Universidade de Coimbra) para promover la investigación en este campo, teniendo como base la organización de dos congresos anuales: Congresso História e Desporto y las Jornadas de Comunicacão e Desporto. Además, en 2012 avanzamos con una colección editorial, Coleção História e Desporto, en sociedad con una importante editora portuguesa en el campo de las Ciencias Sociales (Edições Afrontamento) y publicamos cuatro libros durante el primer año. Para 2013 tenemos ya más cuatro libros en desarrollo, uno de ellos en sociedad con investigadores brasileños para señalar el centenario de las relaciones luso-brasileñas en el fútbol. 

Los centenarios evocativos serán una línea importante en este campo, así como el refuerzo de la investigación sobre el deporte y fascismo, sin olvidar la recuperación histórica de la memoria de cada deporte y de los deportistas-héroes (los estudios biográficos seguirán siendo muy relevantes). Pero a fin de cuentas, lo más importante es que cada investigador elija un campo de investigación que le guste, que le apasione, sea en que área sea. Eso trae siempre cosas positivas para la investigación y para el investigador.  

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