Parking the bus, novedad en el Libro de Estilo de AP 2015. Captura de pantalla de la cuenta de Twitter. |
El español cada vez exporta más palabras deportivas al inglés, sobre todo en fútbol. Al igual que en el lenguaje de medios deportivos en lengua castellana es habitual el uso de extranjerismos, consecuencia tanto de un proceso histórico como de la propia praxis periodística, nuestro idioma también contribuye al enriquecimiento léxico de otras lenguas gracias a los medios de comunicación, que facilitan su difusión a través de la cobertura de las competiciones futbolísticas internacionales.
Convertido más allá de la jerga o de un lenguaje sectorial en un código universal, el lenguaje del fútbol trasciende fronteras porque se acuña y se propaga en los medios de comunicación al mismo ritmo con que se produce el trasiego de futbolistas y entrenadores de una Liga a otra. Tal como ponen de manifiesto los periodistas británicos David Woodhouse y John Leigh en su libro Football Lexicon, el lenguaje del fútbol no pertenece a un solo idioma.
Así, de la misma forma que en las crónicas en español es muy habitual leer referencias como hat trick, killer o transfer, el lenguaje futbolístico en lengua inglesa también se nutre de voces foráneas, vocablos y frases típicas originalmente proferidas por futbolistas o técnicos extranjeros en ruedas de prensa, entrevistas o declaraciones pospartido y que posteriormente fueron reproducidas o readaptadas a su lengua por periodistas.
Recientemente hemos sabido que la última actualización del Libro de Estilo de Associated Press recoge, entre sus novedades en el capítulo de Deportes, la entrada parking the bus, con la siguiente definición: "frase usada para describir cómo un equipo acumula jugadores en defensa para aguantar una victoria o un empate". Curiosamente, se trata de la misma expresión que en la década de los ochenta del siglo pasado inventó el entrenador español José María Maguregui; el autobús defensivo, como una variante del catenaccio, se convirtió para él en la mejor táctica para no perder e incluso ganar un partido. Cabe preguntarse, no obstante, por el recorrido de esta frase hasta llegar al inglés. Al parecer, la expresión se puso de moda en la prensa británica después de que en 2004 el entonces entrenador del Chelsea, José Mourinho, la emplease para describir el juego del Tottenham, con quien empató a cero en un partido de la Premier League disputado en Stamford Bridge.
Además de aprovechar las aportaciones léxicas de jugadores y entrenadores de otros países, los periodistas anglosajones toman referencias provenientes de nuestra lengua para enriquecer sus textos, especialmente por el gusto de lo exótico y para dar una pincelada de color cuando un equipo local o nacional disputa una eliminatoria contra uno español o cuando se trata de diferenciar el particular estilo de juego de uno respecto al otro. Quizá en este sentido la expresión española que más se ha universalizado en los últimos años es tiki-taka (escrito así en vez de tiquitaca, forma más común en español), que a finales de 2014 quedó recogido en la edición digital del Diccionario de Oxford con la siguiente definición: "estilo de juego consistente en asegurar pases cortos y en enfatizar la retención de la posesión del balón".
Resulta paradójico que esta expresión, acuñada en España y popularizada por el periodista Andrés Montes para describir el juego preciosista del F.C. Barcelona y de la selección española, haya llegado antes a un diccionario extranjero que al propio Diccionario de la lengua española, que pese a haber incorporado nuevas palabras deportivas, sigue sin dar cabida a otras como esta, que tienen un uso consolidado desde hace años tanto en el periodismo como entre la población. Quizá sea cuestión de tiempo. Mientras tanto, ya figura en el Libro de Estilo Marca.
En ese proceso de búsqueda constante del hallazgo sorprendente y de la nota de color para singularizar y hacer más atractivas las crónicas, el periodismo deportivo anglosajón también ha importado voces de países en lengua española para describir situaciones, jugadas y acontecimientos. De esta forma, han llegado al diccionario Merriam-Webster palabras como aficionado (en este caso, no exclusivamente deportiva), y a glosarios o diccionarios terminológicos términos como El Clásico (en referencia no solo al Madrid-Barça sino también a otros partidos de máxima rivalidad en América Latina), galactico (sin tilde), rabona, ultras, mexican wave o anti-football (término peyorativo para designar un estilo de juego ultradefensivo)
De esta forma, la terminología futbolística resultante en inglés guarda bastantes semejanzas con el español, sobre todo en cuanto al uso de metáforas y frases hechas, al igual que ocurre con otros idiomas, como es el caso del italiano. El periodismo de diferentes países comparte así clichés mundialmente conocidos como group of death, frase que fue utilizada por primera vez por los periodistas mexicanos con motivo del Mundial de fútbol que albergó su país en 1970 para referise al grupo en el que quedaron encuadradas la favorita -Brasil-, la campeona -Inglaterra-, además de dos potencias europeas del momento con Checoslovaquia y Rumanía. Desde entonces, no hay sorteo de una gran competición internacional de fútbol que no depare un grupo de la muerte.
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