lunes, 9 de noviembre de 2015

Antonio Alcoba: "Si la opinión se coloca por encima de la noticia y hechos que se conocen no se pueden publicar, el periodismo deja de ser periodismo"

Alcoba, entrevistado por alumnos. Foto: @UPSAMasterCID.
El profesor Antonio Alcoba López es el precursor de la enseñanza del Periodismo Deportivo como área de especialización en las universidades de España. Autor en 2005 de uno de los manuales de referencia y de más de una veintena de libros sobre esta materia, impartió la asignatura durante 19 años en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense y actualmente, ya jubilado, participa como ponente en el Máster en Comunicación e Información Deportiva de la Universidad Pontificia de Salamanca.

Hemos dialogado con él para conocer su visión sobre el periodismo deportivo que se hace actualmente en España, la evolución que ha experimentado hacia los nuevos formatos digitales y sobre la oferta académica que existe en las universidades de este país en un campo que parece despertar un creciente interés.

- ¿Cómo calificaría el estado actual de la profesión?
- Desde finales del pasado siglo he considerado que el periodismo en general, y el deportivo en particular, han se han degradado por diversas causas que, por sí solas o en su conjunto, podrían ser el planteamiento de un tesis muy interesante. Esta degradación, de la que se culpa a la tecnología, tiene muy poco que ver con ella que, a fin de cuentas, es una herramienta para allanar el camino hacia la rapidez en la transmisión de las noticias.
El problema, por tanto, no se localiza en la tecnología, al menos en su globalidad, sino en el resquebrajamiento de la ética de los periodistas, impotentes ante las empresas periodísticas y los responsables de la redacción, sometidos estos a la cuenta de beneficios de los medios, en una sociedad, la nuestra, más radical en su capitalismo que las sociedades tradicionales en este aspecto. Y digo impotentes, porque, en general y con las excepciones de rigor, no han defendido su derecho a la libertad de expresión para manifestar los desvaríos al que conducen los estamentos políticos, a través de la propaganda y, sobre todo a los comerciales, ávidos de obtener el mayor beneficio económico posible, en la forma y manera que sea.
Ello ha llevado una parálisis en la investigación sobre los hechos que suceden en el deporte, es decir, a un estancamiento en la denuncia del entrometimiento de personas, instituciones y empresas en un asunto del que solo, repito, solo se interesan para lucrarse. El periodismo de acoso y derribo sobre esas personas e instituciones que practicamos hasta finales la década de los noventa, ha desaparecido prácticamente, y solo se plantean denuncias sobre fútbol y esporádicamente, sobre otros deportes espectáculo, con el agravante de que algunas de ellas son producto de inquinas personales. Sin embargo, ni una sola investigación de relevancia se ha hecho sobre el desastre de la política deportiva, amortizada por los intereses de los empresarios periodísticos. 
En resumen, si la opinión se ha colocado por encima de la noticia y hechos que se conocen no se pueden publicar, o de hacerlo es bajo los parámetros del 'qué dirán los afectados' y por hacerse acreedores a represalias, ello implica que todo quede en una nebulosa. Entonces, el periodismo ha dejado de ser periodismo.

- ¿Qué aspectos considera manifiestamente mejorables para tratar de frenar, si es que esto fuera posible, ese deterioro de los contenidos deportivos?
- El hecho fundamental es la concreción de que el periodismo pueda ejercerse sin limitaciones  procedentes de intereses espurios. O, de otra forma, que la profesión periodística tenga libertad para difundir noticias e informaciones comprometidas, y no quede sojuzgada por intereses de los responsables de la redacción y empresarios periodísticos, sometidos al chantaje de las instituciones políticas y capitalistas por cuestiones que me llevarían mucho espacio exponer.
Por otra parte, una de mis luchas sin resultado positivo ha sido la de esclarecer los conceptos información y comunicación, a mi juicio contradictorios, y que fueron unidos en las Facultades de "Ciencias" de la Información. Si el periodismo es básicamente la noticia y a continuación la información de la misma, ello significa que su contenido es difundir la verdad, los ciudadanos la recojan y según su capacidad de entendimiento, sentimientos o ideología. Sin embargo, la comunicación, en estas Facultades, se ha unido al periodismo, bajo dos conceptos calificados como Publicidad y Relaciones Públicas o Externas, cuya finalidad es la de emitir mensajes con la intención de promover intereses políticos -la propaganda- o comerciales -los anuncios- en los que la verdad puede y de hecho sucede, es adulterada por los mencionados intereses.
Es por ello por lo que hoy, desgraciadamente, el periodismo ha dejado de ser la piedra fundamental en la que los ciudadanos, en deporte los aficionados, puedan obtener una información veraz. ¿Cuántas entrevistas personales publican los diarios y medios deportivos de las grandes figuras del deporte?  ¿Cuántas noticias de escándalos, especialmente si atañen a instituciones, organismos  y clubs (-yo no digo clubes, porque me parece una aberración, que incluso pronunciada por los periodistas deportivos de radio queda  en 'clues'-) siguen el curso de una investigación para aclarar y difundir la verdad a los lectores o receptores de otros medios? ¿Por qué cada vez en mayor medida las informaciones se basan en los COMUNICADOS DE PRENSA, emitidos por los gabinetes de comunicación, falsamente denominados de prensa? Y así podría continuar con una larga exposición de los obstáculos colocados a los periodistas para impedir que la verdad de ciertos escabrosos asuntos salga a la luz, situación ya expuesta por ellos, pero ignorada por los responsables de la redacción y de las empresas periodísticas.  Por eso muchos ciudadanos ya no confían las informaciones de los medios, las cuales son, simple y llanamente, comunicados interesados para ocultar la verdad de ciertos sucesos. De ahí que muchos centros universitarios se denominen Facultades o Escuelas de COMUNICACIÓN. Al menos no equivocan a los estudiantes.

Antonio Alcoba. Foto: @UPSAMasterCID
"La especialización en el deporte es imposible de impartirse en un solo curso, por la complejidad de áreas que abarca, no solo deportivas sino relacionadas con política o economía, además de una intensa preparación práctica y tecnológica"



- ¿Qué parte de culpa de ese descuido de la calidad informativa es achacable a las empresas periodísticas y en qué medida es responsabilidad también de la actitud e inquietud del propio periodista?
- En 1972, lo he explicado muchas veces, los periodistas deportivos franceses publicaron un manifiesto, ante las críticas que les hacían sus lectores por no dar su verdadera opinión sobre asuntos polémicos, y por la cada vez menor información de los eufemísticamente denominados "deportes minoritarios", algunos, como sucedía en España con más fichas que otros de espectáculo. En España, esa situación se encuentra hoy en pleno apogeo, -cuando se habla del deporte popular, debe significarse que lo iniciamos un reducido número de aficionados al atletismo con la fundación de MAPOMA y la Maratón Popular de Madrid-, pero efectuada en relación con los intereses de las firmas comerciales, que han desvirtuado la popularización del deporte al haberla convertido en uno de los más prósperos negocios de los que cucamente ellos denominan ocio.
En mi último libro, Historia de la Maratón, dedico una parte del mismo para denunciar lo que los periodistas saben, pero callan. ¿Por qué? Pues porque desde los años 90 del pasado siglo, la tan criticada censura del Ministerio de Información y Turismo, ahora se realiza desde dentro de la empresa periodística por razones fáciles de deducir, y el periodista, como decían los citados periodistas franceses, están obligados a respetar la línea editorial de los medios y no pueden salirse de ella, pues si lo hacen son despedidos. Y ¿quién va sostener a sus familias? ¿Las Asociaciones de la Prensa, entes ineficaces para resolver estos y otros asuntos que minan la moral periodística?

- ¿Considera necesaria la formación universitaria para ejercer el periodismo? ¿En qué sentido? Se lo pregunto porque todavía hay quien mira a la Academia con cierto desdén, como un mero sostén teórico. ¿Qué puede aprovechar el periodismo de la Universidad?
- Esta es otra de mis luchas, obviamente perdida, porque como en los medios, la endogamia académica es infinita, al haberse convertido en remedo de la sapiencia o soberbia política. Todos sabemos que la Facultad de Ciencias de la Información fue idea de un periodista franquista, Emilio Romero, pero no para ser lo que desde su creación fue, refugio de profesores de otras facultades y materias que nada tenían que ver con el periodismo, y quizá de ahí el sobrenombre de ciencia, como si en ella se investigase el virus de la verdad o de la mentira.
Por eso su profesorado primario se compuso personas llegadas de otras facultades, y por eso los alumnos de la tercera promoción, en gran parte mayoría, profesionales sin el carnet Oficial de Periodista al no haber pasado por la Escuela Oficial de Periodismo, desde el primer momento nos dimos cuenta de que en aquella 'santa casa' poco nos iban a enseñar de periodismo, salvo materias de tipo cultural y una serie de teorías que nunca emplearíamos, pero consideradas fundamentales para entender lo cualquier periodista aprendía durante el ejercicio de la profesión de forma práctica, sin necesidad de cuadros y diagramas de complejas estructuras que debían tenerse en cuenta al realizar la tarea periodística, y que ninguno de los alumnos -ya profesionales- jamás hemos utilizado, salvo en contadas ocasiones para demostrar que pasamos por aquella tortura.
Por último, hay que reconocer que una parte muy sustanciosa del profesorado no solo no ha ejercido la profesión de periodista, sino que tampoco se ha preocupado de demostrar su talento periodístico. Es como si en la Facultad de Medicina, como sucede en periodismo, un periodista tuviese la responsabilidad de enseñar cómo se producen los problemas cardiacos, sus síntomas, su tratamiento y su medicación, sin ser médico ni especialista en esa área de la medicina. Al ser esto así ¿cómo va a ser, no ya excelente, si no siquiera buena la enseñanza del periodismo basada en la teoría? Para que la enseñanza del periodismo sea lo más eficiente posible, el 30 o 40% de teoría debe estar acompañada de un 60 o 70 % de práctica. ¿Pueden llegar a esta medida la enseñanza del periodismo en España? Si no es así, poco puede aprovecharse de los estudios universitarios.

- ¿Qué le parece la oferta académica que existe en las universidades españolas sobre Periodismo Deportivo? Apenas figura en los planes de estudio de menos de la mitad de los centros que ofrecen el Grado de Periodismo y, en casi todos los casos, como asignatura optativa.
- Una vergüenza. Si los estudios de periodismo estuviesen estructurados racionalmente, se habrían llevado a efecto como en su día apuntamos, con el simple y racional método de dedicar tres, hoy podrían ser dos, años de estudios comunes, con diversidad de aspectos culturales, y tres, o dos años, de especialización. La especialización en tan solo una materia, pongamos por caso el deporte, es imposible de impartirse en un solo curso, debido a la complejidad de áreas que abarca, no solo deportivas sino relacionadas con la política, la economía y otras variables, además de una intensa preparación práctica en la cual entra la tecnológica.

- Sin embargo, parece que existe una demanda real por una verdadera especialización en este ámbito periodístico. Ya son 15 los másteres de Periodismo Deportivo que se ofertan en España, aunque hay quien dice que son demasiados posgrados. ¿Debe la Universidad pensar solo en las necesidades del mercado?
- En este sentido, y ante el abandono, por parte de las Universidades públicas -al menos de la que fui profesor- las Universidades privadas pueden aprovechar esa dejadez y tomar el timón de la enseñanza del periodismo en su conjunto, o de las diversas especialidades –máxime cuando en la paranoia de que todo oficio debe poseer su título universitario -la moda, la cocina, etcétera-, se precisará de un profesorado difícil de conseguir del área universitaria, por su carencia fundamentos profesionales en esas materias, o bien extraído del ámbito profesional pero con el inconveniente, al menos al principio, de ser un personal que ha de tener capacidad intelectual para exponer sus conocimientos.

- ¿Qué opina del nuevo periodismo deportivo que se está haciendo hoy en internet?
- Solo veo lo difundido por As y Marca y, al menos para mí, es menos digerible de aceptar esas informaciones digitales que las impresas, posiblemente, por la costumbre y venir de una tecnología que se agota, pero que para muchos perdura. En cuanto al contenido es prácticamente el mismo, por lo tanto, insulso, sin garra, ni el impactante efecto visual de los titulares del medio impreso, además de carecer de reportajes y solo adobado con la moda del blog o columna de opinión, que permite lucirse a los especialistas
Por otra parte, ya lo expuse en la inauguración de Máster de Periodismo Deportivo, al que generosamente me invita la UPSA, la presentación de las noticias en el extensísimo sumario al ocupar pantallas y pantallas del ordenador, mezclado con anuncios, videos, asuntos ajenos al deporte, y otras cosas que convierten ese sumario en un mercadillo de informaciones varias.

- ¿Las plataformas digitales han de tomar nota del periodismo deportivo que siempre se ha hecho en papel?
- Los aspectos narrativos deben ser los mismos que los del medio impreso, pero también apunté en mi reciente intervención en el Curso de la UPSA, la necesidad de que el diario digital sea similar al del medio impreso, en su formato, cuestión que se resolverá en pocos años, al poderse adquirir pantallas de ordenador semejantes a la de los televisores o los periódicos impresos se vean las pantallas de televisión.

- ¿Hacia dónde entiende que habría de encaminarse el periodismo en un futuro digital y qué lugar están llamados a ocupar aquellos medios que apuesten por contenidos de calidad?
- El futuro del periodismo digital, a mi entender, debe encaminarse a la especialización de contenidos, tal y como ha sucedido en el impreso, con la particularidad de que en el digital no existe la desventaja de la limitación de espacio al permitir ofrecer datos, especialmente estadísticos, que los usuarios puedan almacenar en sus ordenadores para utilizarlos como ellos crean conveniente.

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