Basta echar un rápido vistazo a los titulares del quiosco cada mañana para concluir que los criterios para seleccionar y ordenar las noticias difieren notablemente entre los que emplean unos y otros medios de comunicación con el fin de atraer la mirada y el interés del público.
Así, vemos cómo de manera habitual la información que se vierte a la ciudadanía no siempre se muestra a partir de criterios estrictamente noticiosos sino más bien de otra índole, llamémosla mercantilista, en la que prima la anécdota sobre el resultado o el rumor sensacional sobre la confirmación de un suceso.
De esta forma, alcanzan grandes titulares noticias que a veces no son tales, mientras quedan relegados a un segundo plano, o descartados directamente incluso, determinados acontecimientos que merecen una mejor consideración y una mayor valoración desde el punto de vista periodístico.
Por todo ello, parece oportuno retomar ese eterno debate, tan antiguo como la profesión misma, en torno a lo que debe considerarse como noticia (“es todo lo que interesa a gran parte de la comunidad y de lo que nunca se le había llamado la atención” decía Charles Anderson Dana) y cuáles han de ser los elementos informativos sobre los que se construye.
Tal como recuerda el que fuera profesor en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York F. Fraser Bond en su obra Introducción al periodismo (Buenos Aires, Ágora, 1959), los elementos que dan valor informativo a un hecho y lo convierten en noticioso son:
- Todo lo concerniente a una persona notoria o que haya adquirido notoriedad pública.
- Lo inusitado. Todo lo que es imposible y que, sin embargo, sucede, es noticia.
- Todo lo que concierne vitalmente al gobierno del país o de la ciudad.
- Todo lo que afecte directa o indirectamente al bolsillo (por este motivo las crónicas sobre presupuestos municipales se publican con tanto detalle).
- Toda injusticia. Todo cuanto indigne al lector es noticia.
- Catástrofe. Todo lo que signifique grandes pérdidas de vidas o bienes. Los accidentes varían como noticia según la distancia.
- Todo lo que tenga proyecciones para todos, como un paro del transporte.
- Toda crónica que emocione al lector, que lo disguste o lo complazca.
- Todo acontecimiento que interese mucho a un gran número de personas.
- Todo lo que involucre grandes sumas de dinero.
- Homicidios. En el pequeño pueblo o comunidad el homicidio siempre es noticia. En la urbe más grande depende del grado de misterio que lo rodee.
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