El deporte y su influencia en la formación de los menores será el asunto que centre el debate en la sexta edición del Festival de Comunicación Infantil 'El Chupete', que se celebrará en Valencia los próximos días 1 y 2 de julio. Según los organizadores, el objetivo del certamen es el de concienciar a medios de comunicación y agencias de publicidad del ejemplo que suponen los deportistas para los más pequeños y de su responsabilidad a la hora de comunicar valores.
Efectivamente, los medios de comunicación deportivos han adquirido una especial relevancia como fuente cotidiana de consulta e información principal para muchos ciudadanos, entre los que se encuentra un número cada vez más importante de jóvenes. Estos medios, dada la universalidad de las manifestaciones deportivas, se han convertido en un espejo donde se miran miles de niños y adolescentes, sobre quienes proyecta determinadas pautas de expresión lingüística y de comportamiento que pueden ser fácilmente emuladas.
Por ello, en su tarea de distribuidores permanentes de información a la sociedad, tanto los sitios web de medios impresos, radiofónicos y televisivos como aquellos concebidos exclusiva y específicamente para la Red adquieren la responsabilidad especial, en el cumplimiento de su deber como servicio público, de informar y contribuir a la formación integral de los menores al mismo tiempo que velar por la protección de sus derechos.
Lo cierto es que el consumo cada vez más masivo de estos medios que se produce en la sociedad contemporánea y la propensión de las empresas de comunicación hacia el sensacionalismo con el fin de copar importantes cuotas de mercado frente a la competencia hacen a los menores de edad aún más vulnerables frente a unos contenidos que no se encuentran lo suficientemente autorregulados.
Los jóvenes se convierten en los seres más desprotegidos cuando son testigos de comportamientos violentos o modelos de conducta y de expresión que no se corresponden con los comúnmente aceptados, ya sea por incorporar un repertorio léxico de corte belicista y de incitación a la violencia o por utilizar términos indecorosos, malsonantes o vulgares. Asimismo, padecen indefensión cuando se exponen a que un medio publique en una información datos o fotografías que puedan transgredir su derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen.
El periodismo deportivo ha de explotar su verdadero potencial actuando como un fuerte resorte de cohesión y convivencia social, como un factor de integración de los colectivos más desfavorecidos como la población inmigrante o personas con algún tipo de discapacidad, así como un elemento que fomente la igualdad de género. Debe aspirar, por tanto, a educar y formar en valores a los más jóvenes, a quienes se les puede marcar el mejor camino a seguir favoreciendo la generalización y mantenimiento de un estilo de vida basado en la satisfacción del esfuerzo, el juego limpio, la solidaridad y el compromiso por la consecución y mantenimiento de la paz social.
Igualmente, los medios informativos especializados en deporte completan su función social de informar y educar preservando y fomentando un uso correcto del idioma español entre la ciudadanía. Así, deberán apostar por el buen gusto y evitar palabras y expresiones vulgares o injuriosas, así como imágenes desagradables o violentas injustificadas que puedan provocar el rechazo o desagrado de la audiencia. Los niveles léxicos y visuales que se alcancen en las noticias deben situarse siempre a la altura adecuada.
Por eso, la responsabilidad social que contraen los periodistas deportivos, debido a la enorme repercusión de sus contenidos, pasa también por no bajar nunca el listón y mantener por encima de todo la riqueza y la calidad del producto informativo.
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