lunes, 29 de junio de 2015

UPF Sports-Lab, nuevo espacio multidisciplinar para la investigación y la divulgación del deporte

Carles Murillo, coordinador del Sports-Lab. Foto: UPF.
La Universidad se constituye como un pilar fundamental para el cultivo de una mayor cultura deportiva en las sociedades contemporáneas, si bien hasta la fecha la mayor parte de los estudios y publicaciones científicas sobre deporte se han desarrollado a partir de la tradicional división departamental de estos centros académicos y con enfoques propios de cada una de las áreas de conocimiento existentes, entre ellas las de periodismo y comunicación

A pesar de que en los últimos años en España la importancia creciente del fenómeno deportivo ha traído consigo la creación de centros de estudios olímpicos como los de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y de la Universidad Católica de Murcia (UCAM) u otros como el de la Universidad Europea-Real Madrid, el peso histórico del deporte y su enorme dimensión social y económica exigen planteamientos formativos y de investigación más multidisciplinares para abordar este campo desde todos los ángulos posibles y poner en marcha nuevas líneas de trabajo que transfieran conocimiento deportivo a la sociedad desde un punto de vista amplio y transversal.

A este objetivo responde precisamente el recién creado Centro de Estudios Sports-Lab de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona, un espacio de conocimiento que agrupa a una veintena de profesores e investigadores de hasta cinco departamentos de esta universidad (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Economía y Empresa, Derecho, Comunicación y Ciencias de la Salud) y que aspira a ocuparse de los diferentes aspectos que rodean a la actividad físico-deportiva como, por ejemplo, legislación, nuevas tecnologías, dopaje y ética, formación de profesionales, estudio del impacto de lesiones y seguro del riesgo o literatura deportiva.  

"La idea de crear el Sports-Lab surge de la necesidad de dotarle a la universidad de una marca identificativa que difícilmente proporciona la estructura habitual de los departamentos, como consecuencia del alcance transversal de esta temática", afirma Carles Murillo, coordinador de este centro de estudios. Según señala este catedrático de Economía y director del Máster en Dirección y Gestión del Deporte de la UPF Barcelona School of Management, este hub multidisciplinar empezó a tomar forma hace aproximadamente un año cuando el rector le encargó a él y a otros dos profesores hacer un diagnóstico de qué docentes se encontraban investigando o haciendo formación en temas relacionados con el deporte y qué se hacía desde el punto de vista de la comunidad universitaria en su conjunto, para luego hacer una propuesta de plan de actuación.

El Sports-Lab se propone, en su primer año de andadura, sentar las bases para el desarrollo de nuevos estudios. Para ello, Carles Murillo indica que se centrarán básicamente en dos ámbitos de actuación, la divulgación y la investigación: "Desde el punto de vista divulgativo y de espacio para el análisis, el debate y la discusión, proponemos un seminario o jornada al trimestre con una selección de temas que necesariamente queremos que atraigan el interés de varias áreas de conocimiento. Pretendemos con ello que se haga realidad la idea de la transversalidad y la multidisciplinariedad. El segundo ámbito tiene que ver con la investigación y en este caso se tratará de dar cabida a las líneas ya existentes pero con el afán que incorporen otros investigadores de áreas relacionadas. Un ejemplo de esta propuesta son los estudios de impacto económico del deporte que se ampliarán para dar cabida a aspectos relacionados con la repercusión mediática y social. Los entronques de los aspectos jurídicos con los económicos y los derivados de la incorporación de las tecnologías en el deporte son otros dos ejemplos de ámbitos de trabajo prioritarios para el sector".

Más a largo plazo, quizá la multidisciplinariedad en investigaciones sobre deporte que se hagan y difundan en centros universitarios como este sea el camino para sembrar y cosechar cultura deportiva, entendida esta en el sentido más amplio del término, de forma que se proyecte y se extienda la idea de que el deporte es mucho más que un juego y un espectáculo. "Conviene hacer entender a toda la sociedad que es deporte aquello que hacen colectivos menos favorecidos y en condiciones muy especiales, además de los que practican disciplinas menos conocidas".

"Para la universidad este fenómeno constituye un reto de gran importancia; nuestra idea es contribuir a dotarle al deporte del grado indispensable de profesionalidad y de rigor que lo haga un sector de referencia en el país, más allá del triunfo deportivo en las competiciones", asegura el coordinador del Sports-Lab, para quien hay mucho trabajo por hacer, sobre todo si tomamos como referencia lo que acontece en sociedades como Francia, Reino Unido o Estados Unidos: "Así como en otros países, muchos novelistas, dramaturgos y ensayistas escriben bellas historias sobre del deporte (algunas de ellas llevadas magistralmente a las pantallas) en nuestro país esta dedicación escasea, pero es una cima que hay que afrontar y superar en los próximos tiempos"

Estos son los principales retos y objetivos que afronta esta relevante y prometedora iniciativa académica de cuyos resultados iremos informando en este blog. 

martes, 23 de junio de 2015

La creciente especialización de la información deportiva sobre baloncesto en la prensa generalista en España

La información sobre baloncesto en los principales diarios generalistas españoles se ha desarrollado en los últimos años hasta convertirse en una de las secciones deportivas más especializadas y más consolidadas al contar esta modalidad con un tratamiento cada vez mayor, tanto en número de noticias como en la amplitud y jerarquización de las mismas. Si bien este deporte ha figurado en el carril mediático desde hace décadas en este país, no es menos cierto que los éxitos conseguidos por las últimas hornadas de jugadores que han integrado la selección española (el Mundial de Japón en 2006 como punto de inflexión) han acrecentado el interés ciudadano por estas competiciones y, como consecuencia de ello, el de los medios por dotar de una mayor cobertura a esa demanda social generada. 

A grandes rasgos, esta es la principal conclusión que se extrae de la tesis doctoral 'A información deportiva sobre baloncesto nos medios de comunicación españois', leída por Carlos Toural en 2013 en la Universidad de Santiago de Compostela y que constituye uno de los principales trabajos de investigación sobre comunicación y deporte desarrollados en los últimos años en universidades españolas. Este estudio analiza la construcción del discurso mediático sobre baloncesto en la prensa generalista española y su evolución a lo largo de una década. Para ello toma como referencia las secciones deportivas de cinco diarios representativos en sus respectivas comunidades autónomas (La Vanguardia, Cataluña; La Voz de Galicia; El País, con sede central en Madrid; El Correo, País Vasco; y Diario SUR, en Andalucía) y establece un triple periodo de análisis: todas las unidades informativas publicadas por estos rotativos (un total de 768) entre el 15 y el 28 de febrero de los años 2002, 2007 y 2011.


Entre los resultados de esta tesis, destaca el hecho de que el diario malagueño SUR sea el medio nacional que, con bastante diferencia, más noticias publica sobre baloncesto (VER cuadro de la izquierda), tanto masculino como femenino, si bien este último queda aún relegado a la infrarrepresentación y al desconocimiento del gran público. Así, en el cómputo de las noticias de los cinco medios, la proporción de informaciones dedicadas al basket practicado por mujeres fue del 16% en 2002 y, curiosamente, descendió de forma progresiva en los años venideros (9,6% en 2007 y 7,9% en 2011). 

El autor confirma, además, su hipótesis de que el título mundial logrado por España en Japón hizo aumentar el espacio dedicado a este deporte en los diarios, de forma que de las 187 piezas informativas publicadas en 2002 se pasó a 260 en 2007 y, de ahí, a 321 en el año 2011. Igualmente, pone de manifiesto que este incremento cuantitativo se vio acompañado por otro de índole cualitativo, con una mayor diversidad temática en la cobertura de ligas y campeonatos y una mayor amplitud de fuentes (cada vez hay menos teletipos y más informaciones firmadas por periodistas). Igualmente, sobresalen las noticias principales en la página, muy por encima de las secundarias y los breves, e incluso se acrecienta la proporción de informaciones sobre el deporte de la canasta que abrieron las portadillas de Deportes.


Las crónicas aumentan y se afianzan, tras la noticia, como el género especializado más habitual en la cobertura del baloncesto y, en cuanto al tratamiento y el enfoque, las secciones de baloncesto se diferencian de otras como las que versan sobre fútbol ya que rara vez incorporan aspectos extradeportivos (políticos, económicos y sociales) que rodean a la actualidad de los clubes y federaciones o a la vida privada de los deportistas (apenas el 2% del total de los casos).

Como consecuencia también de una necesidad de mayor especialización en el periodismo baloncestístico, esta tesis detecta el uso creciente de las infografías explicativas (escasas en 2002) y de piezas sustentadas y desarrolladas a partir de un empleo profuso de estadísticas. Efectivamente, el baloncesto es una de las modalidades que mayor potencial ofrecen para el desarrollo de un periodismo deportivo de datos, que aún es incipiente en España pero que cuenta ya con importantes medios de referencia en los ámbitos estadounidense y europeo para seguir mejorando la calidad de los contenidos.


Texto completo de la tesis

martes, 16 de junio de 2015

Las reglas no escritas del periodismo deportivo norteamericano

El periodismo tiene como misión esencial informar con veracidad y el máximo rigor en tanto que servicio público, pero también contribuir a la formación y educación de la ciudadanía, una faceta no siempre atendida desde los medios de comunicación pese a la gran influencia que estos ejercen en las maneras de hacer y decir de quienes los leen, ven o escuchan. 

Así, hablar de la dimensión ética del ejercicio del periodismo es hacerlo no solo sobre la toma de decisiones editoriales en la selección, jerarquización y tratamiento de los contenidos, sino sobre todo de actitudes y conductas profesionales, que afectan a la decisiva relación con las fuentes informativas y a la que se entabla con el público al que se dirige y a la comunidad a la que pertenece. De todo ello suelen ocuparse los códigos deontológicos de la profesión, textos concebidos por medios y asociaciones y federaciones del gremio y que recogen los principios fundamentales de actuación que han de regir la actividad periodística, con compromiso y responsabilidad social.

En el caso particular del periodismo deportivo, la parcela informativa de mayor impacto y seguimiento en un considerable número de países, los códigos deontológicos no se han detenido lo suficiente para atender determinadas situaciones que en ocasiones pueden llegar a comprometer la integridad profesional de estos periodistas especializados y para alertar sobre abusos cometidos en los últimos años. 

Entre otras actitudes y conductas reprobables, se encuentran la incompatibilidades (ejercer como informador en un medio a la que vez que trabajar en gabinetes de alguna federación o club o como representante de alguna empresa deportiva) o el denominado “periodismo de bufanda”, que señala comportamientos de periodistas que manifiestan de forma abiertamente parcial sus preferencias deportivas en el desempeño de su labor informativa y que en muchos casos no es más que una consecuencia directa de la peligrosa proximidad y complicidad que llegan a establecer con sus fuentes más habituales (futbolistas, directivos, entrenadores, agentes de deportistas,etc.). Como señalan los periodistas deportivos norteamericanos, 'There´s no cheering in the press box' (los periodistas no vitorean cuando trabajan en la tribuna de prensa), una máxima que señala una clara línea divisoria entre lo que define el comportamiento de un periodista profesional y el de un simple hincha.

En este sentido, es muy destacable el grado de profesionalización existente en el periodismo deportivo de Norteamérica, donde esta especialización obtiene una mayor consideración, tanto gremial, social como incluso académica, y donde existe una gran preocupación por la autorregulación. Esta realidad se plasma en la existencia de una larga tradición de libros de estilo específicos y en la confección de códigos de conducta para profesionales de la información deportiva en medios como la agencia canadiense Canadian Press (1989) o The New York Times (2004), así como en colectivos profesionales como the Associated Press Sports Editors (APSE), entidad que aglutina a periodistas y fotógrafos de la agencia y de la mayor parte de medios impresos de Estados Unidos.

Al margen de estos textos que recopilan los estándares éticos más irrenunciables del ejercicio de informar sobre competiciones y resultados, existe una serie de reglas no escritas que, pese a no constar en ningún corpus ni a ser discutidas en ningún foro, son asumidas como obligatorias por los periodistas deportivos norteamericanos porque forman parte de la convención profesional, de su cultura periodística, y, por tanto, se da por hecho que hayan de seguirse y cumplirse.

Esas pautas deontológicas han sido recogidas por Scott Reinardy y Wayne Wanta en su manual The Essentials of Sports Reporting and Writing (Routledge, ediciones en 2009 y 2015) tras haber entrevistado a decenas de periodistas deportivos norteamericanos. Estas son algunas de las respuestas más destacadas:

1. No vitoree en la sala de prensa. No se comporte como un hincha, sino como un reportero.
2. No pida autógrafos, da igual sobre quién esté informando.
3. Vístase de una manera apropiada, de forma que haga ver que usted es un profesional.
4. No pregunte a alguien si está feliz o triste tras ganar o perder. Eso se da por hecho.
5. Tenga la piel gruesa. No tenga miedo a escribir cosas que vayan a ofender a algunos. Nunca va a complacer a todo el mundo.
6. Recuerde que los jugadores y los entrenadores no son sus amigos. Independientemente de cuál sea su relación con ellos, cuando tenga que escribir una historia dura debe ser capaz de hacer su trabajo con la máxima imparcialidad.
7. El resto de periodistas tampoco son sus amigos. Aunque es seguro que pueda salir con ellos a tomar una cerveza tras un partido o los fines de semana, cuando se trata de conseguir una historia es la guerra. No vaya derramando sus secretos en estado de embriaguez.
8. No haga apuestas en competiciones que esté cubriendo como periodista.
9. Respete la jerarquía; los periodistas de equipos locales suelen tener preferencia a la hora de elegir sitio en la tribuna de prensa respecto a los de equipos visitantes, de la misma forma que los veteranos podrán desbancar a los 'rookies'.
10. No tienda emboscadas en una entrevista. Si alguien realiza una entrevista, está bien unirse a la conversación pero no sea maleducado ni interrumpa. Tampoco se limite a apuntar lo que otro periodista haya preguntado; haga alguna contribución.
11. No sea descuidado en la tribuna de prensa y recoja todo lo que allí ensucie.
12. Nunca intente entrevistar a un/a deportista cuando esté comiendo.
13. Nunca entre en una sala de entrenamiento a hacer preguntas a menos que tenga permiso para ello.
14. Sea respetuoso con los periodistas profesionales y aprenda de los veteranos.

lunes, 8 de junio de 2015

Susana Guerrero: "El periodismo rosa crece en el ámbito deportivo desfavoreciendo a las mujeres pues sus logros profesionales acaban arrinconados"

Susana Guerrero es profesora titular de Lengua Española en la Universidad de Málaga (UMA) y una de las voces más autorizadas del ámbito académico en España para hablar de sesgo de género en la información periodística. Autora de obras como Voces comentadas del español actual (2001) o La creatividad en el lenguaje periodístico (2007), se ha ocupado del estudio del discurso sexista en los medios de comunicación a través de numerosos artículos y aportaciones en congresos científicos y obras colectivas.

Ella dirigirá el curso 'Las mujeres en el periodismo deportivo', que organiza la UMA dentro de su ciclo formativo de verano, entre los próximos 14 y 16 de julio en el Instituto de Estudios Portuarios de la capital costasoleña. Hemos conversado con ella para reflexionar sobre la trascendencia de estas jornadas y sobre el papel que están llamados a desempeñar los periodistas en la educación en igualdad a través de sus informaciones en un ámbito de tanta repercusión social como es la comunicación deportiva.

- Usted ha advertido en reiteradas ocasiones que los medios de comunicación tienen una gran responsabilidad en la imagen pública de las mujeres a través del lenguaje que utilizan. ¿Cuáles son los mecanismos idiomáticos que más contribuyen a la ocultación o a la discriminación de las mujeres? 
- El masculino genérico usado sistemáticamente en el ámbito deportivo, que es tradicionalmente un ámbito masculino, hace que sea interpretado como masculino específico (solo referido a varones) con lo que las mujeres se hacen invisibles. El masculino genérico, si no está bien contextualizado (bien por una foto, bien por un subtitular que aclare que se incluye a mujeres…), tiene el riesgo de interpretarse erróneamente. 

- Muchos señalan a la información deportiva como uno de los ámbitos periodísticos donde se emplea un discurso más sexista, tanto por la infrarrepresentación de las mujeres deportistas como por el tratamiento de los contenidos, en los que a veces se realzan más aspectos físicos que logros en competiciones. ¿Está de acuerdo? 
- Absolutamente. Es necesario que los medios de comunicación entiendan que las deportistas deben ser tratadas exclusivamente en su aspecto profesional, y no como mujeres objeto, sobre cuyo aspecto físico se puede opinar alegremente. Su vida íntima, su vestimenta, su peinado, su renuncia o no a la maternidad… son temas que terminan por engullirse los verdaderos contenidos deportivos.

- Y luego está la fijación de roles y estereotipos tradicionales. La investigadora Clara Sainz de Baranda apunta en sus trabajos cómo en los diarios deportivos las "mujeres invitadas" (modelos y novias o esposas de hombres deportistas), aparecen más y copan más espacio que las propias deportistas. 
- Sí, y esto va a seguir pasando mientras haya periódicos deportivos que en su contraportada luzcan a estos personajes o hagan ranking sobre quiénes son más guapas o más sexis. El periodismo rosa está creciendo cada vez más dentro del ámbito deportivo desfavoreciendo sobre todo a las mujeres, pues sus logros profesionales acaban por ser arrinconados.

- ¿No es un contrasentido que ocurra esto justo cuando el deporte español está creciendo más por el lado femenino? 
- El problema es que el crecimiento del deporte femenino no se corresponde con la visibilización de este en los medios. Los medios de comunicación siguen dando cobertura al deporte masculino (o mejor dicho, a algunos deportes masculinos, porque es bien sabido que otros más minoritarios apenas tienen cobertura). Parten de la base de que solo este deporte interesa y deja dinero. El problema es esto es la pescadilla que se muerde la cola: si no se informa del deporte femenino, no se le conoce, no se le da importancia, no genera dinero…


"Que los medios se refieran a las deportistas como "las chicas" es un sesgo sexista; es una manera paternal de vernos, como si siempre fuéramos pequeñas y necesitadas de la protección masculina"


- ¿No sería adecuado dejar de etiquetar las modalidades como "masculinas" o "femeninas"? Hablar de "deporte femenino" en cierto modo es catalogar esta actividad como una subcategoría. No se habla nunca de deporte masculino; solo se utiliza el adjetivo en el caso de las mujeres para hacer la distinción. 
- Claro, el problema es que vivimos en una sociedad androcéntrica que toma como referente de lo universal lo masculino, de forma que si hoy día hablamos de “deporte”, interpretamos ‘deporte masculino’. Para evitar esta asociación tenemos que decir “deporte femenino”. Esperemos que esta sea una situación transitoria, que se cambiará cuando exista la igualdad en el deporte y se elimine del imaginario colectivo la asociación entre deporte y varones.

- ¿Qué le parece que los medios se refieran habitualmente a las mujeres deportistas con frases como "las chicas", sea cual sea la modalidad, edad o categoría? 
- Me parece que es un sesgo sexista que se advierte también en otros discursos y que tiene que ver con una manera paternal de vernos, como si siempre fuéramos pequeñas y necesitadas de la protección masculina.

- ¿Podría evolucionar el periodismo deportivo hacia una mayor paridad si diversificase un poco más sus contenidos hacia una mayor variedad de modalidades, si no fuera un periodismo tan constreñido por el fútbol y todo lo que rodea a este deporte? 
- Supongo que sí, siempre y cuando esa diversificación dé cuenta de los logros de las mujeres y no se quede contando los logros de los hombres en los deportes minoritarios.

- ¿Y más firmas de mujeres periodistas en las noticias deportivas? Vemos, y no solo en España, que las fuentes y las opiniones sobre resultados de la actividad deportiva de las mujeres siguen correspondiendo mayoritariamente a hombres (entrenadores, jueces o directivos). 
- Sin duda que es bueno que haya mujeres en todos los ámbitos, aunque eso no nos garantiza al cien por cien que la información vaya a cambiar. Habría que tener la garantía de que esas mujeres han sido formadas en temas de género y saben detectar los sesgos sexistas y combatirlos.

- ¿Se le ocurre alguna otra receta para que los medios deportivos avancen en igualdad? 
- La única que conozco y que prácticamente no se da: formar en género tanto a las mujeres como a los hombres profesionales de la comunicación deportiva para que sepan transmitir sin sesgos de ningún tipo. 

lunes, 1 de junio de 2015

Décimo aniversario de uno de los manuales de estilo pioneros en la información deportiva

Portada diseñada por Paco Oca (@maquetadores).

Hace diez años, en junio de 2005, vio la luz La información y el deporte. Libro de estilo para la prensa deportiva andaluza, uno de los primeros manuales de este tipo concebidos para la mejora de la calidad en la redacción y el uso correcto de las palabras en el ámbito deportivo. Con la publicación de esta obra nos proponíamos dotar a los periodistas deportivos de una herramienta práctica para resolver las dudas y los problemas que día a día plantean el léxico, la ortografía, la gramática, la toponimia o la geografía y así "comunicarse con sus lectores de la manera más responsable".

Este libro de estilo nació como consecuencia de la casi inexistencia de bases instrumentales específicas para el trabajo de periodistas deportivos (entonces en España solo contaban con manuales de estilo propios el diario Mundo Deportivo, desde 1995, y la extinta revista Don Balón, desde 2004; ambos de carácter interno; junto con la publicación en 1992 por parte de la Agencia EFE de El idioma español en el deporte: Guía práctica), pese a la importancia creciente del lenguaje deportivo como ámbito de estudio por su aportación a la evolución del idioma. La singularidad de la información deportiva seguía siendo una de las asignaturas pendientes de los libros de estilo periodísticos en el ámbito panhispánico.

Tal como se señala en el texto, "la prensa escrita juega un papel esencial, no sólo a la hora de informar sino también de formar, incorporando mayor profundidad y calidad a los contenidos" y "esa búsqueda de la calidad pasa inexorablemente por la renovación del lenguaje periodístico, que, especialmente en el ámbito deportivo, se ha venido caracterizando con el paso del tiempo por el uso reiterado de tópicos y frases hechas (que acaban por no aportar información), el ensalzamiento épico e hiperbólico de los hechos, la incorporación reiterada de rasgos del lenguaje hablado y por la adaptación o hispanización de extranjerismos".

El prólogo de la obra recuerda que nos encontramos ante un libro de estilo, un texto que no se basa en verdades absolutas sino que propone moldear una manera de contar las cosas a partir de criterios filológicos: "Este libro no es más que la consecuencia de una elección entre el amplio abanico de posibilidades que la lengua española ofrece. Partiendo de las normas que establece la Real Academia de la Lengua Española, aquí se plantean las opciones de uso del lenguaje consideradas como más apropiadas en determinados contextos del periodismo deportivo y, en algunos casos, del periodismo en general".

Asimismo, se advierte que esta obra no puede considerarse como un libro cerrado, dado el carácter vivo y cambiante del idioma, nuestra principal herramienta de trabajo. "La incorporación incesante y necesaria de neologismos a nuestra lengua y la adopción de nuevas modas y formas de expresión exigirán futuras revisiones de este manual dirigido a periodistas con estilo".

Para ello, este manual incluye en primer lugar las principales normas de estilo que todo periodista deportivo debe tener en cuenta a la hora de redactar una información (‘Normas Generales’), así como los vocablos de uso dudoso en el denominado ‘Diccionario de Estilo y Dudas’. Además, con el objetivo de aportar respuestas a otras cuestiones fundamentales que se abordan a diario en la elaboración de una información, este libro incorpora tres glosarios: uno con los extranjerismos más frecuentes en 27 modalidades diferentes, otro con topónimos y gentilicios, y un tercero con las siglas de federaciones y organismos del deporte, así como los códigos abreviados de países.

Desde 2005 hasta hoy hemos presenciado cómo los usos e incluso los criterios académicos han cambiado, de forma que significados de palabras o expresiones que entonces se consideraban impropiedades léxicas ya no lo son (pírrico amplió su significado a 'costoso' o 'ajustado', tiempo de descuento acabó generalizándose como sinónimo de 'tiempo de prolongación' o, más recientemente, el uso transitivo de cesar quedó oficialmente recogido en el diccionario académico) o que la ortografía de voces extranjeras que recomienda la RAE se rige por patrones que en ocasiones se alejan del uso más extendido entre profesionales y aficionados (rali por rally, cadi en vez de caddie, crac mejor que crack o yudo antes que judo).

Por eso hay que entender este libro después del tiempo transcurrido, con salvedades o matizaciones que podrían hacerse hoy a lo que hace una década se escribió. Estas son algunas de las 757 referencias del 'Diccionario de Estilo y Dudas' recogido en esta obra, con ejemplos y consejos de uso. 

‘grande’: generalmente la expresión ‘uno de los grandes de la Liga española’ se refiere a los clubes con más títulos. Sin embargo, un club también puede ser poderoso mirando otros aspectos como el presupuesto o la masa social que lleve consigo. Dado que la utilización de este adjetivo puede resultar un tanto arbitraria, es preferible utilizar semicomillas cada vez que se escriba (El Getafe eliminó a uno de los ‘grandes’). VER histórico.

histórico: al significar ‘digno de figurar en la historia’, el uso de este adjetivo puede ser resultar un tanto arbitrario, partiendo de la base de que todos tenemos una historia que contar. Lo mejor es no abusar de este término y emplearlo tan sólo para calificar grandes gestas e hitos deportivos (Fernando Alonso logra una victoria histórica,la primera de un español en Fórmula Uno). Evítese escribir expresiones como ‘un club histórico de la Liga española’ porque todos tienen una historia y llamarse ‘histórico’ no los diferencia en absoluto de los demás. Tan histórico es, por ejemplo, el Córdoba como el Valencia, aunque haya conseguido menos títulos y haya estado menos veces en Primera División. VER ‘grande’.

‘hooligan’: palabra inglesa que significa ‘gamberro’ y que al ser despectiva sólo ha de utilizarse para referirse a los hinchas británicos violentos, no a todos los aficionados de las islas británicas. Para diferenciarlos, los mismos ingleses utilizan la palabra ‘supporter’, que significa simplemente seguidor o hincha.

Osasuna: al igual que el resto de los nombres de clubes deportivos en español, éste debe escribirse siempre con determinante (el Osasuna), a pesar de que se haya extendido en los últimos años en parte de la prensa deportiva nacional el hábito de no ponerle el artículo al tratarse de una palabra vasca que ya lo incorpora en la letra -a final (Amorrortu quiere dar ante Osasuna el último paso que certifique la permanencia). Aunque en euskera sea correcto, en español no hay razón para no ponerle el artículo ‘el’, puesto que no se trata de un topónimo (en este caso la ciudad es Pamplona).

paradójicamente: la paradoja consiste en unir ideas aparentemente contradictorias e irreconciliables. Constituye un error habitual utilizar este adverbio con el significado de ‘curiosamente’ o ‘casualmente’. (Ejemplo de uso incorrecto: Ancelotti ha devuelto definitivamente al Milan el buen gusto por el fútbol. Su oferta es ofensiva, aunque paradójicamente lleve un gol menos que la Juventus (27 por 28) en la Liga italiana). En este caso, no existe contradicción sino que más bien se trata de un hecho estadístico curioso o anecdótico. Igualmente, no es adecuado escribir que resulta paradójico que un equipo juegue el peor partido de la temporada y lo gane finalmente (una situación, por cierto, que se da con cierta asiduidad en el mundo del deporte). 

rotación: si en algunos deportes como el balonmano significa ‘cambio de jugadores en el transcurso de un partido’, en fútbol este término se aplica más a los cambios que un entrenador va introduciendo de manera periódica en su equipo titular a lo largo de varios partidos con el fin de utilizar a más jugadores de su plantilla o de dar descanso a aquéllos con más partidos en sus piernas. No todos los cambios son rotaciones.

veda: la época del año en que hay prohibición se levanta, no se abre, que es justo lo contrario (abrir la veda significa que la prohibición comienza). Por tanto, a la hora de informar sobre el mercado de fichajes, habrá que tener cuidado para no querer decir justo lo contrario de lo que se pretende (Se levanta la veda con la apertura del mercado de invierno en diciembre).

vicecolista: el prefijo vice- significa ‘inmediatamente inferior’, por lo que es del todo incorrecto escribir vicecolista para referirnos al penúltimo clasificado, que está en la posición inmediatamente superior al colista en la tabla clasificatoria. En español el prefijo vice- es inseparable del sustantivo al que acompaña; nunca se escribirá con guión (vicepresidente, vicerrector).

virtual: este término define lo irreal o lo que tiene apariencia de realidad, por lo que es del todo inapropiado escribir ‘liderato virtual’ cuando lo que se que quiere decir es ‘liderato provisional’. Que un equipo sea líder del campeonato es una realidad, aunque ésta pueda tener un carácter fugaz.


Con motivo del décimo aniversario de este libro de estilo, ofrecemos acceso gratuito a la obra completa en este enlace. Esperamos que les sea de utilidad